miércoles, 25 de abril de 2012

Un rinconcito de la mixteca alta

Justo en la caseta de cobro “Suchixtlahuaca” de la autopista Cuacnopalan-Oaxaca, existe una desviación que comunica con un camino de terracería. Tras un recorrido de 20 minutos sobre este camino, se llega a una localidad rural de gran tradición.

Se trata de San Miguel Tulancingo, una pequeña comunidad inmersa en la zona árida y montañosa de la mixteca alta, al noroeste del estado de Oaxaca, con apenas 346 habitantes que pertenecen al grupo étnico denominado chocho o chocholteca. En la lengua autóctona, el chocho, se denomina a Tulancingo como “Ningaxingu” que significa “lugar de honduras, parecidas a lagos “. Por cierto, el chocho está muy emparentado con el popoloca que se habla en el Valle de Tehuacán, Puebla, pero a diferencia de éste, el chocho está catalogado como una lengua en riesgo de desaparecer.

Vista panorámica de San Miguel Tulancingo, Oaxaca
El Cerro Tepetroja de San Miguel Tulancingo que recibe a sus visitantes
Como parte del trabajo de campo del curso de Etnobotánica y Botánica Económica de este año, se pretendía visitar esta localidad con el fin de conocer algunas de las prácticas tradicionales de zonas áridas. Por razones fuera de nuestro alcance, no pudimos seguir con nuestro plan. Por eso, me di a la tarea de dar a conocer algunos detalles interesantes sobre este rinconcito de la mixteca alta de donde soy descendiente.

Quiero comenzar por describir el paisaje característico de la zona, donde se asienta un extenso matorral xerófilo. Además de éste tipo de vegetación, en Tulancingo también se encuentran bosques de encino en las cumbres más altas, y en algunos tramos de sus ríos, se puede apreciar bosque de galería. En éste último, sobresale un ejemplar de la especie Taxodium mucronatum con una edad aproximada de 1 000 años, al que los pobladores llaman “Tule”, tal vez para establecer su semejanza con la majestuosidad del famosísimo árbol de Santa María del Tule, también en el estado de Oaxaca.

El "Tule" de San Miguel Tulancingo

En esta región, una impresionante erosión del suelo se impone en el paisaje. Y pese a las condiciones de aridez y degradación del suelo, los habitantes de Tulancingo han podido apropiarse de su entorno y desarrollar mecanismos de sobrevivencia que forman parte de su cultura. Prueba de ello es el sistema tradicional de cultivo en “jollas”. Una jolla es un terreno de cultivo formado por acumulación de suelo arrastrado por la lluvia y detenido por una barda en el fondo de una barranca. En estos terrenos se aprovecha la humedad residual del suelo sembrando maíz después de la temporada de lluvias. De esta manera, las jollas representan una manera de enfrentar la escasez de agua y de terrenos aptos para la agricultura.

Un ejemplo de la erosión del suelo en la Mixteca Alta
Otro ejemplo más de la erosión del suelo en la Mixteca Alta
"Jollas" para cultivar maíz en la mixteca alta. Foto de Heike Vibrans, tomada del sitio web Jehuite.
En la alimentación cotidiana los nopales, frijoles, calabazas, chilacayotas, chiles, quelites y otras plantas de la cultura gastronómica original se hacen presentes de muy variadas formas, acompañadas, por supuesto, de tortillas de más o menos de 30 cm de diámetro, hechas de maíz, trigo o una combinación de estos. En festejos importantes, es común que se prepare la típica barbacoa de borrego o de chivo cocida en horno a ras de suelo, donde los hombres tienen una participación importante.

Mujeres haciendo tortillas
Hombres sacando la barcacoa del horno
Caminando por las calles de Tulancingo, llaman la atención las casas de muros de cantera rosa (muy abundante en la región) y techos de tejas que le confieren al pueblo una apariencia muy peculiar. Hace algunos años, junto o muy cerca a estas construcciones se encontraba un baño de temazcal. Hoy en día, son muy pocas las casas que conservan uno ya que esta práctica ancestral está en desuso.

Casa tradicional de cantera rosa con baño de temazcal en San Miguel Tulancingo
Pero, varias prácticas de la medicina tradicional siguen estando vigentes, tales como los frotamiento de alguna parte del cuerpo conocidas como “sobadas”, las “limpias” con plantas aromáticas, y las ofrendas a los “dueños del lugar” para que devuelvan el espíritu arrebatado de los enfermos que tienen un susto o caída en sus territorios. Y precisamente sobre este tema, la que esto escribe, ha registrado a la fecha un total de 85 especies medicinales, y aún faltan varias por conocer. Pero esto es un tema del que espero poder platicar más a detalle en este espacio, una vez que concluya el listado y conozca un poco más sobre la medicina tradicional de Tulancingo. Mientras tanto, espero que éste escrito les haya gustado y los motive a conocer algún rinconcito de la mixteca alta oaxaqueña.

"Siempre viva" (Sedum praealtum), una planta medicinal de San Miguel
Otra planta medicinal de San Miguel, la "penca de potrero" (Agave scaposa)
Para saber más:

2 comentarios:

  1. Felicidades por el artículo, muy bien por hablar de San Miguel Tulancingo pueblo lindo y querido.

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  2. claro que si pero como que le falta mas de que habla como por ejempol la arnica

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