jueves, 2 de mayo de 2013

El mundo en nuestra mesa

"Antes de que termines de desayunar esta mañana, habrás dependido de la mitad del mundo" 
-Martin Luther King-

Así es, habrás dependido de la mitad del mundo. Muchos de los productos que consumimos, como frutas, verduras y cereales, tuvieron su origen en Asia, África o Europa, pero actualmente se cultivan en México . Por ejemplo, la naranja, el mango, el durazno y la zanahoria, fueron domesticadas en Asia. El café es originario de África; en tanto la manzana y el cilantro se domesticaron en Europa. Ejemplos como estos hay muchos. Lo que cabe señalar es que para obtener dichos alimentos dependimos del conocimiento de diferentes humanos, en distintas partes de la la Tierra para domesticar dicho alimento y obtener una fruta, una verdura o un cereal  con las características deseadas; color, tamaño, sabor y por supuesto un aporte de vitaminas, minerales, proteína  fibra, etc., necesarias en nuestra dieta.

Dentro de los alimentos que consumimos destacan los cereales. Éstos  han sido la base de la alimentación de muchas civilizaciones. Para Europa y Asia occidental, fue el trigo, para Asia oriental el arroz. Para Ámerica fue el maíz. Sin embargo en la actualidad el consumo directo de trigo es mayor que el del maíz. En la sociedad mexicana esto ha tenido un fuerte impacto en su salud, provocando obesidad y diabetes (Gálvez, 2012) . El trigo contiene gluten y gran parte de la población mexicana es sensible al gluten sin saberlo, porque en ocasiones es asintomático o se confunde con gastritis y colitis (Solorzano). Sin duda, retomar la dieta ancestral, que implica al maíz como la base de la alimentación, en vez del trigo, seria en beneficio de nuestra salud. 

Niña zapoteca desgranando maíz (Foto: Elena Galindo)


Maíz (Foto: Elena Galindo)

Ademas del maíz, que era la base de la alimentación de los pueblos americanos ancestrales, consumían una gran variedad de alimentos, entre ellos: insectos, flores, semillas, vegetales, etc. Entre estos destaca el frijol y el chile. El frijol tiene proteína vegetal de buena calidad. Por su parte, el chile aporta una cantidad considerable de vitaminas A y C.

Es importante retomar la dieta ancestral, debido a que nuestro organismo esta diseñado para almacenar grasa, y una dieta a base de productos procesados, implican obesidad y diabetes. "Somos herederos de una genética fantástica, que en medio de una hambruna nos ayudaría a sobrevivir, pero que ante la abundancia nos hace débiles"(Ocampo, 2013).  Por estas razones la próxima vez que desayunes piensa en alimentos sanos y nutritivos: un plato de frijoles, acompañado de salsa, quelites y unas tortillas (el maíz contienen mas fibra que el trigo). Que es lo que comúnmente se consume en las sociedades rurales.

Quien haya tenido el gusto de estar en una comunidad pudo disfrutar de una tortilla hecha a mano y de maíz puro, casi siempre orgánico. Ademas para que tu desayuno este completo puedes agregarle fruta ¿que tal papaya con amaranto? productos originarios de América. Buen provecho.

Mujer zapoteca preparando una tortilla (Foto: Elena Galindo)
Gálvez, M.A. 2012. En la dieta tradicinal mexicana, elementos para una buena alimentación y nutrición. Boletin UNAM-DGCS-528. Ciudad Universitaria 
Ocampo, M. 2013. Genes indigenas, solucion a la diabetes. Investigaciones especiales. Sinembrago.mx. 
Solorzano, H. El consumo de ciertos cereales puede ser dañino para algunos. 

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