martes, 2 de enero de 2018

Papantla, pueblo mágico que te invita a volar

Lo más bello que he podido hacer en esta vida es poder viajar y conocer una variedad de lugares y personas. Entre ellos se encuentra la ciudad de Papantla, en el estado de Veracruz. Este lugar me ha brindado armonía, tranquilidad y la inquietud de poder volar.

A principios de Febrero, me dirigí con mi familia a esta ciudad. Fuimos guiados por comentarios, que indicaban que era la ciudad de la vainilla, lo que fue cierto.

Al llegar al centro de la ciudad pudimos contemplar la escultura de un par de jóvenes que representan los personajes de la leyenda de la vainilla.

Tzacopontziza y Zkatan-Oxga, príncipes totonacas.

Parte de la leyenda es lo siguiente:

“...en tiempos del rey Teniztle tercero de la dinastía totonaca,
 una de sus esposas dio a luz a una niña a quien pusieron por nombre Tzacopontziza (lucero del alba) que por su singular hermosura fue consagrada al culto de la diosa Tonacayohua cuidadora de la siembra, el pan y los alimentos …
un día el príncipe llamado Zkatan-Oxga (joven venado) … la raptó, huyendo con ella a la montaña, en su camino encontraron un monstruo que los obligo a retroceder hasta donde estaban los sacerdotes … ambos jóvenes fueron degollados y sus corazones ofrecidos a la diosa. 
A partir de su sangre brotó un arbusto de espeso follaje, del cual nació una orquídea … perfumando el ambiente con su aroma.”
José de Jesús Núñez y Domínguez

Siguiendo en el centro de la ciudad encontramos el mural llamado "Homenaje de la cultura Totonaca"

Mural "Homenaje de la cultura Totonaca".

En el mural podemos observar una representación del inicio del hombre sedentario y el origen de la agricultura, la belleza y el esplendor del Tajín, así como la representación del ritual empleado para solicitar lluvia a los dioses, efectuado por un grupo de hombres llamados "Voladores de Papantla".


Siguiendo nuestro recorrido encontramos el mercado viejo Juarez, un lugar bello, lleno de vida: nos ofrece plantas comestibles, variedad de chiles y flores.

Mural de la entrada del mercado Juarez.

Guaje (Leucaena edulis (Moc. & Sessé ex DC) Benth.), chiltepin seco y verde (Capsicum annuum var. glabriusculum (Dunal) Heiser & Pickersgill), ajonjoli (Sesamum indicum L.) molido con chiltepin.

Señora vendiendo semilla para hacer enchiladas de pipian. Utiliza las latas de sardina o de algunos vegetales para medir las cantidades a vender.

Vendedora de plantas comestibles en el mercado Juarez (nopal (Opuntia ficus-indica (L.) Mill.), chayote (Sechium edule (Jacq.) Sw.), jengibre (Zingiber officinale Roscoe)).
Tomatillo silvestre, mandarinas, nopales y rabanos.

Diferentes variedades de chiles, utilizados en la elaboración de mole. Habas (Vicia faba L.), lenteja (Lens culinaris Medik.), alberjon , frijol (Phaseolus vulgaris L.) seco, pulpa de tamarindo (Tamarindus indica L.) y ajos (Allium sativum L.), 

El mercado nuevo Miguel Hidalgo ofrece una vista distinta, en él podemos encontrar artesanías: juguetes de madera, artículos hechos a partir de la vainilla.

Recuerditos que puedes obsequiar a familiares y amigos.

Vendedora de juguetes y bordados.

Alrededor de la plaza principal, podemos observar a personas que utilizan su vestimenta de calzón.

Cualquier día es excelente para platicar con los amigos.

Incluso podemos alimentar a las pequeñas ardillas que juguetean por el lugar.

Alimentando una pequeña ardilla (Sciurus vulgaris).
Cerca de la ciudad de Papantla, se puede disfrutar de algunos temazcales, sin embargo el tiempo no me ha alcanzado para poder limpiar mi ser.
Una imagen que traigo conmigo, es la de un Volador de Papantla, que aunque no me dio su nombre, refleja, el gusto de portar su vistoso traje y aun conservar sus tradiciones, un autentico totonaca.

Volador de Papantla
Hasta aquí llega mi viaje por la ciudad de la vainilla, aquí dejo parte de mi corazón y espero pronto volver y disfrutar la magia de sentir que vuelo.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Antes de emprender el vuelo

Quise conocer más sobre mi estado, así que desde el sur viajé a una parte del norte de maravilloso estado de Veracruz, como dicen "el estado que lo tiene todo", muy cierto ese dicho. Me adentré a una de las tantas maravillas que nos ofrece este estado.

En el norte de Veracruz

El Tajín

Hice el viaje con el fin de conocer una de las más bellas tradiciones que existe en la región norte de Veracruz: lo que sucede antes de que los voladores lleven a cabo la Ceremonia de los Voladores en Papantla, se lleva a cabo principalmente por los totonacos. Lo que antes se hacía con frecuencia y ahora se observa muy rara vez.

Dentro del Tajín

El Tajín
En esa región la danza del volador es conocido en totonaco como kos'niin, que también significa "vuelo de los muertos". Se hace el saludo al padre sol y al mismo tiempo se hace la petición de la lluvia para que exista fertilidad del suelo.

Pirámides

En la actualidad, la Ceremonia de los Voladores se ha convertido en un símbolo de identidad para los totonacos, pero se conoce esta ceremonia principalmente como parte de eventos culturales, para obtención de ingresos económicos al ser llamativo para los turistas, por ejemplo, la Cumbre Tajín.

Pero esto está llevando a que se pierdan tradiciones importantes. Por ejemplo, se está sustituyendo el palo volador [Zuelania guidonia (sakát'kiwi) y Carpodiptera ameliae (awawá kiwi)] por un poste metálico. Está ligado fuertemente con la pérdida de la Ceremonia del Ritual del Corte del Palo.

Pirámide en el Tajín

Pirámide

Para conocer más sobre la Ceremonia del corte del palo volador, les invito a leer: Ortiz Timoteo, J.O., J.M. Ramos Prado y M.R. Hernández Colorado. 2011. Volando al cielo: El saludo al sol y la petición de lluvia por la cultura totonaca. CONABIO. Biodiversitas, 99:1-7. Aquí les comparto unas fotos:

Zuelania guidonia (Salicaceae)

Desayuno de púlakles


Permiso al "palo viejo" o dueño del monte (Kiwikgolo)


Ofrendas (púlakles, aguardiente, agua bendita, flores, velas, tabaco e incienso).

Dueño de la danza (padre)


Dueño de la danza (hijo)
Danza alrededor del palo escogido

Ceremonia de danza

Primer hachazo para comenzar el corte

Palo cortado

Arrastre del palo hacia la grúa

Arrastre del palo (sacado hacia fuera del remanente)

Ritual de colocación (ofrendas, gallina negra, aguardiente, tamales y flores)

Colocación y levantamiento del palo

Colocación de la manzana y las reatas
Vuelo de consagración (Foto H. Vibrans)

Una experiencia grata que tuve oportunidad de conocer.
 
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viernes, 1 de diciembre de 2017

Para este frío, un atolito agrio

Maíz morado de Ixtenco, materia prima para la elaboración de atole. Fenotipo único que se caracteriza por su doble pigmentación en la semilla: epidermis y capa de aleurona, y en el olote.

Acompañado de un frio invernal en una comunidad otomí en Tlaxcala, me dispuse a tomar una bebida que sofocará mi tiriteo y mantuviera un poco de calor en mi cuerpo. Para ello, me adentré al mercado del pueblo y consulté con algunos comerciantes. Todo apuntaba al puesto de tamales de la Sra. Margarita. Sin embargo, no me agradaba mucho la idea, debido a que los tamales y atoles son tan comunes en casi todos los lugares que uno visite en México, que ya ni ganas tenía. Pero a falta de opciones … me animé.

Al preguntar sobre un atole que sólo había uno, la señora muy amablemente me dijo: “pruébelo, joven, es muy sabroso”. Por el aspecto morado pensaba que era de zarzamora o algo por el estilo, pues no, “es del maicito morado que se produce aquí en Ixtenco, ándele, pruébelo… es más, hasta la prueba le doy”. Al darle el primer sorbo noté un sabor acidito pero no le di importancia. Supuse que algún ingrediente era el culpable de tal sabor, lo seguí probando y me gustó más, “nada mal señora, está muy bueno” le reviré a doña Margarita.

Al finalizar de comer mi respectivo tamal verde en torta, con atolito, agradecí a la comerciante y le pregunté nuevamente el nombre del atole … “es atole morado, o atole ‘agrío’, pero no crea que está echado a perder, no joven, ese es el sabor tradicional, que nosotros desde muy chicos tomamos y que nuestro padres y abuelos también lo hicieron…” me dijo Margarita.

Dos cosas pasaron por mi mente después de lo ocurrido, la primera fue sorpresa pues me impresionó saber que se trataba de un sabor agrio producto de algún proceso de fermentación, y la segunda que se trataba de una bebida de muchos, quizás cientos de años.

Ancianos bebiendo pulque, embriaguez solo permitida al llegar a los 52 años. Códice Mendoza

Todo tuvo sentido cuando consulté la obra del cronista del pueblo, Mateo Cajero, titulada “Historia de los otomíes de Ixtenco”, el cual menciona que Ixtenco proviene del otomí Ix = ‘agrio’, Ttey = ‘atole’ y ngo = ‘festividad’ que en conjunto significa “lugar del atole agrío en festividad”. Además, el proceso de fermentación ha venido acompañando a muchas bebidas prehispánicas de carácter ceremonial tales como: el pulque (de Hidalgo, Estado de México y Tlaxcala), el jobo (Veracruz), el balché y xtabentún (Maya), o bien el tesgüino (norte de México).

Para los ixtenguenses, el atole agrio esta relacionado con la Matuma, un evento mensual de recaudación de fondos. El fin es la celebración religiosa anual, en honor al santo patrono del pueblo: San Juan Bautista, que es organizado por un barrio (de nueve en total) mediante el comité organizador denominado la Mayordomía. Es tambien común tomar atole en el dia de San Juan.

A continuación se presenta de manera general el proceso de elaboración del atole.

Todo comienza con la selección de las mazorcas moradas con las tonalidades más oscuras.

En un recipiente con agua, se vierten los olotes y el grano. Se deja reposar al menos 12 hrs para posteriormente llevar las semillas al molino. 

El agua que se torna morado-rojizo; no se desecha, solo se escurre los granos para molerlos y generar la masa, propia del atole.

La masa, como se puede apreciar, tiene dichos tonos, que junto con el agua pigmentada le añadirán la coloración al atole.

La masa resultante se regresa al agua del primer paso y se revuelve, se deja reposar durante 12 hrs cerca de un fogón o bien, se le añade un poco de agua caliente. Se advierte un proceso de fermentación ligero.

Pasado dicho tiempo, la coloración del agua es más intensa.

Posteriormente, con una coladera o bolsa de mandado limpia, se cuela la masa. El agua resultante es la que se utiliza propiamente para la elaboración en caliente, del atole.

En una olla se pone a hervir agua con canela, para agregar enseguida el agua colorada del proceso anterior. El combustible para hervirlo se recomienda sea de olotes de maíz.

Se mueve constantemente para evitar que se pegue en la olla, o bien, que no espese. Es indispensable que estos movimientos se hagan con un 'chinamite' (un tallo grueso y limpio de maíz).

Una vez llegado al punto de ebullición se tiene que observar la consistencia del atole, cuando tenga la adecuada se apaga el fuego y se espera a que enfríe un poco.

Es preciso mencionar que dicho atole se sirve con frijol ayocote (Phaseolus coccineus L.) hervido. Así que, si queremos llevar a pie de letra el consumo tradicional, es necesarios agregarlos.

Se podría decir entonces, que el proceso de elaboración tiene que hacerse con dos días de anticipación. El atole se disfruta caliente y en compañía de amigos y familiares.

Si quieres probarlo en Ixtenco, basta que lo visites un sábado o domingo; el 24 de junio, correspondiente a la fiesta del pueblo en honor a San Juan Bautista, o bien, en la Fiesta de Maíz, que se celebrará al inicio de abril. Es recomendado compañar el atole con el 'mole de matuma' y los 'tamalitos tontos' elaborados con manteca de cerdo, masa de maíz y sal.

Para más información, visitar la página oficial de la Fiesta del Maíz
Agradezco a la familia Hernández Ventura, en especial a la Sra. Teresa Ventura Estrella, Sr. Vicente Hernández Alonso e Ing. Irma Hernández Ventura por compartir sus conocimientos, la explicación y la elaboración del atole agrio en Ixtenco, Tlaxcala.

Notas de interés:

Ixtenco, cultura y fe que reafirma las costumbres otomíes.

Atole agrio y Mole Matuma patrimonio cultural inmaterial de Ixtenco.
 

Para más información sobre bebidas ceremoniales fermentadas, consultar:

Rojas Gonzalez, Francisco. 1998. Estudio histórico-etnográfico del alcoholismo entre los indios de México. En: Ensayos indigenistas. 1era Edición. Asociados Numerarios de El Colegio de Jalisco -CIESAS. México. 131 p.


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