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lunes, 23 de mayo de 2016

¿Cómo se conservan las semillas en algunas zonas campesinas de Colombia? Pues ... vía redes sociales...

¿Se imaginan 122 cultivares nativos de papa diferentes? Esta fue la cantidad de cultivares nativos de papa que encontré en el municipio de Cumbal, Nariño, al suroccidente de Colombia. Pero, ¿Cómo hacen los campesinos para tener y conservar todos estos diferentes tipos, no solo de papas, sino también de oca, ullucos e incluso habas? Esto me fascinó y tuve la suerte de hacer mi tesis de maestría en esta región. Encontré lo importante que son las redes sociales … pero las reales, no las virtuales.

Cultivares nativos de papa en Cumbal, Nariño, Colombia
 
Les explico.

En las áreas rurales del municipio de Cumbal, Nariño, Colombia las comunidades campesinas conservan los cultivares nativos y tienen muy arraigadas las prácticas tradicionales de uso y manejo en los huertos familiares. Sin embargo, uno no siempre tiene todas las semillas o propágulos que quiere sembrar. Entonces, ¿cómo las consiguen los campesinos?

Huerto familiar típico en Cumbal

Para mi tesis de maestría quise saber si existía el intercambio de semillas y cómo estaba organizado. Lo que encontré fue una verdadera red social de intercambio. Les voy a presentar un diagrama de su estructura y explicaré el aporte de esta red a la conservación de los cultivares nativos sembrados en los huertos familiares de los agricultores de la zona.

Para obtener la información, entrevisté a 77 agricultores. En las conversaciones les pregunté si intercambiaban semillas; 75 dijeron que sí. Les pregunté cuáles eran las semillas que más intercambiaban, quiénes eran las personas a las que alguna vez les habían regalado semillas y de quiénes habían recibido semillas alguna vez.

Con la información obtenida supe cuántos agricultores conforman la red. Para dibujar la estructura de la red y calcular sus medidas utilicé un programa llamado NodeXL. Una de las medidas de la red que estimé fue el Grado de intermediación. Esta medida muestra cuándo una persona actúa como intermediaria entre otras dos personas y la importancia de cada persona que se conecta a su red personal (no es lo mismo tener como contacto al presidente de la república que a una persona del común). También consideré el Grado de Centralidad que tenía cada persona, es decir, el número total de conexiones que tiene cada agricultor. Éstas medidas me dijeron cuáles son los agricultores más destacados o populares dentro de la red.

Entre los cultivares que más se intercambian dentro de la red se encuentran la papa (Solanum tuberosum L.), el haba (Vicia faba L.), el ulluco (Ullucus tuberosus Caldas), la oca (Oxalis tuberosa Molina), la arracacha (Arracacia xanthorrhiza Bancr.), las hortalizas, la quinua (Chenopodium quinoa Willd.) y la majua (Tropaeolum tuberosum Ruiz & Pav.). Estos cultivares a su vez, son muy importantes en la alimentación de los agricultores, y se preparan variados platos típicos con ellos.

En el siguiente gráfico podemos observar la red de intercambio de semillas con los 377 agricultores de la comunidad mencionados durante las entrevistas. Cada nodo o esfera representa a una persona. El color representa el área administrativa (vereda, que es una subdivisión de un municipio, algo parecido a ranchería) a la que pertenece cada agricultor. Las esferas grandes representan a los agricultores más destacados según el número de vínculos establecidos con otras personas y el grado de intermediación; las flechas indican la relación “dador – receptor”.

Generalmente, los intercambios ocurren con mayor frecuencia entre las personas de la misma vereda o veredas cercanas y están muy presentes entre las personas que pertenecen a una misma familia. Por ejemplo, cuando una pareja se casa, entre los regalos que recibe se encuentran las semillas o propágulos. Pero, también existe un grado notable e importante de intercambio entre diferentes localidades.


Figura1. Red de intercambio de semillas en Cumbal, Nariño. Los nodos o puntos corresponden a los 377 agricultores que conforman la red de intercambio de semillas; el tamaño de cada nodo está determinado por el Grado de intermediación y el Grado de Centralidad, y el color representa la vereda o área administrativa a la que pertenece cada agricultor. Las flechas indican la dirección de la nominación. Para ver la imágen más grande hacer click sobre ella.


El análisis de las redes sociales de intercambio de semillas me permitió observar cómo los agricultores comparten sus semillas y cuáles son los que más intercambian. Los agricultores más activos dentro de la red son muy importantes en la conservación de los cultivares nativos, la transmisión del conocimiento tradicional y el fortalecimiento de la seguridad alimentaria de sus familias. Además, éstas personas son claves para la formulación y el desarrollo de proyectos de conservación y difusión de las semillas nativas y la creación de alternativas para su comercialización.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Alcaldía municipal de Cumbal, Nariño. Plan de Desarrollo Municipal Cumbal: “Vida, Cultura y Dignidad por siempre” 2008-2011.

Smith, M., B. Shneiderman, N. Milic-Frayling, E.M. Rodrigues, V. Barash, C. Dunne,T. Capone, A. Perer y E. Gleave. 2009. Analyzing (social media) networks with NodeXL. In C&T '09: Proceedings of the Fourth International Conference on Communities and Technologies. Springer, New York.

Hansen, D.L., B. Shneiderman, B. y M.A. Smith. 2011. Analyzing social media networks with NodeXL: insights from a connected world. Morgan Kaufmann (Elsevier). Burlington, MA.

jueves, 21 de enero de 2016

¿La productividad agrícola es la clave para alimentar al mundo?

En el discurso oficial y académico sobre la producción agrícola y las posibilidades de alimentar poblaciones crecientes (aunque ya no tanto como antes), el rendimiento agrícola por hectarea juega un papel preponderante. Se dice que hay que elevarlo, por el medio que sea, porque si no, nos vamos a morir de hambre. Y lo que es peor, las estadísticas solo se enfocan en el cultivo principal, cuando hay a menudo otros productos en la misma superficie que también producen biomasa útil, como forraje, miel, quelite, etc.

La proporción entre calorías producidas y calorías que realmente se comen después de su conversión a carne, etc.

Pero aparte del hecho de las malas cuentas en tanto al rendimiento, este enfoque impide una visión más holística. Si lo consideramos bien, no es tan importante cuánto produce una hectárea, sino cuánto de esta producción realmente termina en nuestro plato.

De la cosecha original de una parcela, en el caso de plantas comestibles, tenemos que deducir los siguientes pasos, todos asociados con costos y mermas:

  • La venta (transporte, tiempo)
  • El transporte a algún mercado de mayoreo y las mermas en el camino, a veces entre países y continentes
  • El costo y las mermas del procesamiento (p.ej., elaboración de pan)
  • El costo y las mermas del comercio hasta la venta al consumidor
  • Lo que se tira o se echa a perder en la casa del consumidor (o la cocina del restaurante donde come)

En el caso de carne, existe una merma todavía mayor: solo una pequeña parte de las calorías de las plantas se convierte en carne. Por ejemplo, tienes que dar a comer a una vaca alrededor de 33 kg y a un puerco alrededor de 10 kg de granos, para que produzca 1 kg de carne. En huevos, esta "eficiencia de conversión" es aproximadamente 5:1 y en leche 1:0.4. Claro, necesitamos algo de proteína, y existen forajes para animales que no podemos comer nosotros, como pasto, zacate seco, desechos varios o esquilmos agrícolas. Además, existen regiones, como los grandes pastizales del mundo, que tienen vocación ganadera. Pero, una buena parte de la carne producida en forma comercial sí se basa en productos que básicamente son alimento humano.

Entonces, se puede mejorar el abastecimiento de muchas otras formas, que no necesariamente requieren mayor producción agrícola - haciendo más cortos y eficientes las vías de comercialización, por ejemplo. O mover el enfoque del alimento animal a esquilmos. O comer menos carne, que es una cuestión de costumbre, al fin.

Hoy les quiero invitar a leer una publicación que salió ya hace unos años, en 2013. Se llama "Redefining agricultural yields: from tonnes to people nourished per hectare" (Redefiniendo el rendimiento agrícola: de toneladas a personas alimentadas por hectárea). Trata una parte del tema: cuánta caloría se produce por hectárea en diferentes partes del mundo, que realmente termina en el sistema alimentario? No ve la parte del gasto energético y de tiempo del comercio, o lo que se pierde o se echa a perder, pero de todas maneras es interesante.

Tiene algunas figuras muy didácticas, como la del inicio, que muestra la proporción de cada caloría producida que termina como alimento humano. Aquí hay otra estadística, que indica cuál parte de las calorías de algunos de los principales cultivos realmente se convierte en alimento humano:

La proporción de calorías de varios cultivos que se convierten en alimento humano.
En verde están las calorías comestibles, y en rojo las pérdidas debido a conversión a carne u otros usos (biodiesel, etc.)


Cassidy, E. S., P. C. West, J. S. Gerber, and J. A. Foley. 2013. Redefining agricultural yields: from tonnes to people nourished per hectare. Environmental Research Letters 8:034015.

González-Amaro, R. M., A. Martínez-Bernal, F. Basurto-Peña, and H. Vibrans. 2009. Crop and non-crop productivity in a traditional maize agroecosystem of the highland of Mexico. Journal of Ethnobiology and Ethnomedicine 5:38.

lunes, 18 de enero de 2016

Tierrita...para mi tierra.

Hace unos 4 años allá por el mes de Noviembre, estando en el Distrito Federal me devoraban las ganas de comerme unos sabrosos elotes asados y otros hervidos, quería entrarle con ganas a los riquísimos tlaxcales, que mi mamá hacía a mano, y atragantarme con los tamales de elote que mi abuelita preparaba con tanto esmero al verme llegar. El recuerdo del sabor dulce de aquel maíz que mi abuelito cultivaba detrás de su casita allá en una loma de la ilustre ciudad de Iguala, Guerrero, me aconsejó regresar de inmediato para degustar de ese festín.

Milpa guerrerense (Foto: H. Vibrans)
Pero ¿Qué fue lo que encontré al llegar a la casa de mis abuelos? La respuesta era simple, simple y aterradora, NADA, no encontré nada, no encontré las altas matas de maíz adornando las lomas que siempre fueron verdes, no encontré a mi abuelo dando tierra a esas matitas de resiembra, ni a mi abuela al lado del fogón asando elotes, no encontré NADA. No podía entenderlo así que fue corriendo a buscar alguien que pudiera explicarlo.

Me encontré un pequeño terreno lleno de milpa, donde un joven recorría los surcos tirando una especie de “tierra” al pie de cada mata, y después la tapaba con el pie. La curiosidad me ganó así que me atreví a preguntar: -Buen día ¿Qué estás haciendo? - A lo que el joven me contestó -Estoy sembrando tierra- y soltó una carcajada. Y en eso recordé un trabajo que había hecho hacía algún tiempo, decía más o menos así (Figura 1)...


Figura 1. Portada de tesis

Muchos agricultores mexicanos no usan los fertilizantes químicos para sus siembras. Esto se debe principalmente a su alto costo (Figura 2), además algunos saben que el uso excesivo de productos químicos ha deteriorado el medio ambiente y los suelos. La contaminación por fertilizantes se produce cuando éstos se utilizan en mayor cantidad de la que pueden absorber los cultivos.

Figura 2. Componentes del costo de producción



Solucionar ese  problema no ha sido fácil, por que se buscan beneficios para los agricultores y se procura evitar la contaminación ambiental. Los investigadores han propuesto los biofertilizantes, estas sustancias están hechas con hongos y bacterias microscopicos.

Estos microorganismos se pegan en la raíces de las plantas y absorben su savia nutritiva y en recompensa los microorganismos descomponen las partículas nutritivas grandes que las plantas no pueden absorber en partículas pequeñas que pueden ser absorbidas fácilmente.  De esta forma hay un mejor aprovechamiento de nutrientes y una mejor retención de agua lo cual promueve el buen desarrollo de los cultivos.


Algunos de estos biofertilizants contienen hongos como Glomus intraradices Schenck & Smith, Trichoderma spp. y la bacteria Azospirillum brasilense Tarrand et al., como fuente de nutrición para los cultivos.

Estos organismos vienen incluidos en paquetes que el gobierno otorga a los campesinos como parte de algunos programas gubernamentales. Pero los agricultores por falta de conocimiento le llaman a éste producto "tierra", más no saben que es lo mejor que hay para los cultivos. Veremos de que se trata exactamente.


Los microorganismos benéficos

Azospirillum brasilense Tarrand et al.

Son bacterias que se relacionan con las raíces de muchas plantas, esta asociación genera una reducción en 40-50% el nivel de los fertilizantes químicos empleados normalmente, además de reducir costos, contaminación ambiental y asegurar la salud humana (Abril et al., 2006).

Se ha mostrado que A. brasilense se adhiere a las raíces de plantas como el maíz, esto permite reducir hasta en 50% el uso de los fertilizantes químicos (nitrógeno, fósforo y potasio) sin que disminuya el rendimiento del cultivo (Caballero-Mellado, 2010).

Glomus intraradices Schenck & Smith

El hongo G. intraradices (Figura 4) también reduce del uso de fertilizantes, el uso de productos fitosanitarios, ayuda a ahorrar agua, y hace que las plantas tengas un mayor crecimiento y se puedan obtener mejores cosechas, además les ofrece a las plantas una mayor resistencia a las condiciones de sequía y mejora el aprovechamiento de nutrientes naturales que se encuentran en los suelos (Hernández, 2008).

Glomus intraradices (Fuente: Agriculture and Agri-Food Canada)


Trichoderma spp.

Estos hongos (Figura 5) habitan en casi todos los suelos, sobre todo en aquellos que contienen mucha hoja seca, o residuos de estiércol de animales y residuos de cultivos, sobre todo aquellas que son más sensibles a enfermedades por hongos.

Además ayudan al control de enfermedades de plantas, descomponen materia orgánica y hacen que los nutrientes se conviertan en formas disponibles para la planta. Es por eso que se menciona que son muy importantes para la nutrición del cultivo (Jensen y Wolffhechel, 1995).


Trichoderma harzianum (Fuente: Wikipedia)


Mis experimentos

Para mi tesis llevé a cabo varios experimentos con el fin de cuantificar el rendimiento bajo diferentes dosis de fertilización química y con biofertilizantes, así como evaluar la rentabilidad de los tratamientos.

Se hicieron en condiciones de riego de enero a mayo de 2013, en el campo experimental del Centro de Estudios Profesionales (CEP) del Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero, donde estudié. El genotipo de maíz utilizado fue VS-535, con un rendimiento de 6 a 7 t por hectárea.

Los tratamientos empleados fueron nueve y se muestran en el Cuadro 1. Estos se distribuyeron en el campo mediante un diseño experimental de bloques completos al azar, con cuatro repeticiones, generándose así, 36 unidades experimentales.

Cuadro 1. Tratamientos evaluados en el experimento

Se sembró a mano el día 11 de enero de 2013, poniendo tres semillas por mata a una distancia de 41 cm del surco. Se fertilizó deacuerdo a los tratamientos. Para poder evaluar los tratamientos se midió el rendimiento de grano.

Resultados


La mayor cosecha de maíz se obtuvo con los tratamientos en donde se aplicó 100% de fertilizante químico (T9), en este tratamiento se obtuvieron 6308 kg en una hectárea (en la Figura 6 este valor es representado por la barra de color verde) .

De la misma manera se obtuvo una buena cosecha en el tratamiento en  donde se hizo una mezcla de 50% de fertilizante químico + 50% de  biofertilizante (T8): se obtuvieron 5614 en una hectárea (en la Figura 6 este valor se representa con la barra de color azul).

Con estos resultados podemos decir que aplicando la mitad de fertilizante químico y la mitad de biofertilizante obtenemos una muy  buena cosecha casi similar a la que se obtendría con una fertilización 100% química sin que el productor afecte su economía.

Figura 6. Valores medios de rendimiento de grano en maíz VS-535

¿Qué significa esto en pesos?

En la Figura 7, se hace una comparación de lo que costaría utilizar diferentes formas de fertilización y producción de maíz. Quiero aclarar que en Iguala, Guerrero, donde viven mis abuelitos los terrenos para sembrar se ha reducido en gran medida por la urbanización que se está extendiendo rápidamente hacía los terrenos fértiles.

Es por eso que los análisis económicos de todos los tratamientos se hicieron tomando en cuenta que sería una siembra en terreno rentado ($1200), y como los terrenos que aún se utilizan para la siembra son planicies se utilizan maquinaria para labores de cultivo como barbecho, rastreo, surcado y siembra ($850 cada labor).

Antes estas actividades se realizaban a mano por los integrantes de la familia, pero ahora a los jóvenes ya no les gusta trabajar en el campo, así que buscan empleos en las ciudades. Además también se tomó en cuenta el manejo fitosanitario y sus respectivos jornales, es por eso que el costo de producir incrementa enormemente.

De esta manera podemos ver como el tratamiento 1 (Testigo absoluto) que se representa con una barra roja en la Figura 7 tiene un valor negativo de $-0.48 pesos, es decir que por cada peso que yo invierto en un cultivo de maíz con 0% de fertilización yo pierdo casi 50 centavos.

Y en contraste el tratamiento 8 (50% fertilización química+50% biofertilizante) representada con una barra de color verde oscuro tiene un valor de $1.47, esto significa que por cada peso que yo invierto en un cultivo con esta fertilización estoy ganando casi 2 pesos.


Figura 7. Ganancia por peso invertido por cada tratamiento evaluado

Al recordar ese experimento fui en busca de mi abuelo para contarle mi experiencia con los biofertilizantes y tratarlo de convencer que hay ideas que de verdad funcionan solo es cuestión de ponerles un poco de empeño.

Al principio no tuve muy buenos resultando tratando de convencerlo, pero después me propuso un trato...sí yo lo ayuda a sembrar el próximo año él me dejaría ponerle toda la tierrita (biofertilizante) que yo quisiera al maíz y que si de verdad funcionaba y obteníamos buena cosecha, él mismo me asaría un costal de elotes para mi solita. Y por supuesto que acepté el trato...amo los elotes asados!!!!

Le conté a mi familia del trato que habíamos hecho y después todos querían elotes...así que nos fuimos a sembrar un terreno de 2 hectáreas de maíz. Ese año mi abuelo obtuvo 16 toneladas de maíz y yo...bueno...yo comí muchos elotes!!!


Literatura citada


Abril, A., Biasutti, C., Maich, R., Dubbini, L. y Noe, L. 2006. Inoculación con Azospirillum spp., en la región semiárida-central de Argentina: Factores que afectan la colonización rizosférica. Ciencia del Suelo 24(1): 11-19.

Bueno, H. P. 2009. Efectividad de los biofertilizantes (Glomus intraradices Schenck & Smith y Azospirillum brasilense Tarran et al.) en comparación con la fertilización química en maíz. Tesis de licenciatura. Centro de Estudios Profesionales. Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero. Cocula, Gro. pp. 8-11,28-41

Caballero-Mellado, J., J. Onofre-Lemus, A. Wong-Villarreal, R. Castro-González, P. Estrada-de los Santos, J. Rodríguez-Salazar, R. Suárez, G. Iturriaga y L. Martínez-Aguilar. 2009. Uso de Azospirillum en México como biofertilizante y potencial de nuevas especies bacterianas como biofertilizantes, agentes de biorremediación y biocontrol de fitopatógenos. XIII Congreso Nacional de Biotecnología y Bioingeniería, Acapulco, Guerrero.

Fairchild, A. 2008. Azospirillum brasilense. Página Web. (Fecha de consulta 22/06/13).

Hernández D., A. 2008. Las micorrizas. Revista Terralia 4 (14):12-18.

Jensen, D. F. y H. Wolffhechel. 1995. The use of fungi, particulary Trichoderma spp. and Gliocladium spp., to control root and damping off diseases. En H. M. T. Hokkanen y J. M. Lynch. Biological control: benefits and risk. Cambridge University Press, Cambridge, UK. pp. 177-189.

Schenck, N. C., Y. Pérez, 1990. Manual for the identification of VA mycorrhizal fungi. 3th Edition. Synergistic Publications. Gainsville.

martes, 14 de julio de 2015

Estiercol y el más allá


¿La foto les llamó la atención? Pues a mi también.

La Universidad de Wageningen en Holanda invita a aprovechar un "Kiosko de Conocimiento sobre Estiércol" (Manure Knowledge Kiosk) que junta información científica y datos de contactos de expertos. Chequé las publicaciones para México en la biblioteca (library); no son muchas, pero sí parecen interesantes.

lunes, 13 de julio de 2015

Milli

Figura 1. Arreglo espacial de los cacahuatales en El Puente (ver abajo); hileras de maíz separan los cultivos de cacahuate

La primera vez que escuche la palabra milpa la asocie con el exterior a mi casa, después con el trabajo en el campo. Posteriormente la asocié rápidamente con la planta de maíz; aun cuando en la milpa crecían muchas especies que usábamos para comer, seguí asociando la milpa exclusivamente con el maíz. Quizá sea por que a simple vista se ve maíz.

Con el paso de los años, conocí otros pueblos donde también decían milpa pero al conocer directamente esas milpas, no correspondían con lo aprendido a mi entorno local. En esos otros pueblos de México la milpa tomaba diversos matices pero tenían algo en común, eran cultivos, la mayoría de las veces asociados al cultivo de maíz. Pero en algunos casos el maíz estaba ausente y aun así, la gente seguía denominando milpa a esos cultivos.

Decían aquellas otras gentes de los diferentes pueblos de México: milli (sementera o milpa), milpa (en la sementera o en el terreno con cultivos), chilmilli (milpa de chile), kakawamilli (milpa de cacahuate), emilli (milpa de frijol), etc.

Será acaso que el término “milli” en un principio se aplicó al cultivo de maíz y a los cultivos asociados y conforme evoluciono la agricultura y la domesticación de otros cultivos fue adquiriendo la connotación de policultivo y no necesariamente con presencia de maíz.

En la Huasteca Veracruzana las milpas tienen sus propias características. Nos enfocaremos a la comunidad náhuatl de El Puente del municipio de Zontecomatlán de López y Fuentes. La elevación de la comunidad de El Puente es de 500 msnm y es representativa de la parte baja de la cuenca del río Xilotla, situándose en el área de barlovento. El estudio de caso fue en la parcela "La Mesa" que presentó un policultivo.


El agroecosistema policultivo en El Puente

El agroecosistema tiene una superficie de ocho hectáreas y está conformado por cacahuatal, maizal*, frijolar, acahual y vegetación primaria. Los cultivos tienen una rotación en tiempo y espacio pues se dispone de 6.5 ha para este fin. La extensión de los cultivos es variable, en cambio la vegetación se mantiene constante por tener especies útiles, que son escasos en otros lugares (1.5 ha).

*En el estudio de caso de la caracterización del agroecosistema de la comunidad de El Puente, se trata de una variante de la rotación cacahuatal-milpa-frijolar-acahual en donde la milpa es sustituida por el monocultivo de maíz dentro del mosaico de cultivos.

La pendiente de la superficie destinada a los cultivos es en promedio de 20%, ya que se ubica en la parte alta del agroecosistema. El suelo presenta una profundidad aproximada de 20 cm, es de color café con textura arcillo-arenosa. Al momento del estudio se encontraban cenizas en abundancia de la quema del estrato arbóreo-arbustivo del año anterior. La erosión es de tipo laminar y el suelo presenta 10% de pedregosidad.


Rotación y sucesión de cultivos

A continuación se describe la sucesión de los cultivos . Para el caso del maíz es la siguiente: maíz de temporal (xopamilli), maíz de tonalmil (tonalmilli), frijol de temporal y finalmente el descanso del espacio que es conocido como milcahual (milkahualli). Para el espacio destinado al cacahuate, la sucesión es la siguiente: cacahuate de temporal, frijol de tonalmil, maíz de temporal y milcahual. En el caso del frijol que aun no se había establecido, la sucesión es la que sigue: frijol de temporal, cacahuate de temporal y milcahual. En el ciclo agrícola de tonalmil (de invierno), sólo se siembra maíz-frijol, en una superficie menor a la destinada durante la época de lluvias, debido a la disminución de la humedad. De esta manera, se tiene una cosecha diversificada por ciclo agrícola (Cuadro 1).

Cuadro 1. Rotación y sucesión de cultivos, policultivo La Mesa, El Puente.




La superficie destinada a los cultivos es de 1.5 ha aproximadamente, dentro de los cuales el maíz ocupa una hectárea y el frijol y el cacahuate en conjunto 0.5 ha. Esto permite que cinco hectáreas del terreno estén en descanso para recuperar la fertilidad. Cuando la sucesión de los cultivos termina con el milcahual, la nueva superficie destinada a los cultivos es rozada y quemada, aportando minerales al suelo para el siguiente ciclo agrícola.


Características generales de los cultivos

Además de los cultivos antes mencionados, se reportan ajonjolí, sandia y piña en menor proporción que se encuentran asociados al cultivo del cacahuate principalmente.

Las características de todos los cultivos estuvieron influenciadas principalmente por la escasez de agua, ya que se presentaron sólo tres lluvias esporádicas en todo el mes de agosto de 2009. A continuación, se detallan los aspectos más relevantes encontrados en dichos cultivos.


Características de los cultivos individuales

Cultivo: Cacahuate (kakahuatl)*. Estado general (coloración): Verde claro. Incidencia de plagas y/o enfermedades: Defoliaciones por causa de hormigas arrilleras (tzikame) y marchites por nextekuilli (Phyllophaga spp.). No se presentan problemas severos. Altura de plantas: 30 cm en promedio. Usos: El grano se vende tostado y en menor medida se consume.

Cultivo: Maíz blanco ancho (zintli). Estado general (coloración): Verde claro con algunas decoloraciones. Incidencia de plagas y/o enfermedades: Se reporta nextekuilli (Phyllophaga spp.) y gusano cogollero al mes de la siembra. Altura de plantas: 2.10 m en promedio. Usos: Autoconsumo (elotes, tortillas, atoles, etc.).

Cultivo: Ajonjolí. Estado general (coloración): Verde claro. Incidencia de plagas y/o enfermedades: Sin presencia de plagas. Altura de plantas: 80 cm aprox. Usos: Condimento en la elaboración de platillos, para el Día de Muertos.

Cultivo: Sandía. Estado general (coloración): Clorótico con signos de estrés hídrico. Incidencia de plagas y/o enfermedades: Sin presencia de plagas, aunque susceptible a sequías. Altura de plantas: 13 cm aprox. Usos: Autoconsumo.

Cultivo: Piña (matzohtli). Estado general (coloración): Clorótico con signos de deficiencia de nutrimentos. Incidencia de plagas y/o enfermedades: Sin presencia, aunque se reportan problemas con algunos pájaros en la época de fructificación. Altura de plantas: 25 cm en promedio. Usos: Autoconsumo.

Cultivo: Frijol negro (etl). Incidencia de plagas y/o enfermedades: Se reporta Phyllophaga spp., aunque al momento del estudio, aun no se había establecido el cultivo. Usos: Venta y autoconsumo.


*En las comunidades nahuas de la cuenca del río Zontecomatlán, se conoce al cacahuate con el nombre de tlalkakahuatl.

Cabe mencionar que los cultivos, a pesar de tener un arreglo espacial en forma de mosaico (cacahuate, maíz y frijol), se encuentran asociados en diversos grados, pues dentro del espacio destinado al cultivo de cacahuate se encuentran hileras de maíz, que dividen al cacahuatal en cuatro partes; el ajonjolí se encuentra en las orillas del cultivo y la piña se encuentra dentro. Estas características son peculiares de la región (ver Figura 1 al inicio).


Manejo de los cultivos en el policultivo

El manejo de los cultivos es característico de la región ya que integra la asociación y rotación desde tiempos inmemoriales, y recientemente el uso de insumos como herbicidas.

El manejo del cultivo de cacahuate (Arachis hypogaea)

Las labores culturales que presenta el cacahuate en policultivo son: Preparación del terreno, siembra, deshierbes, plagas y enfermedades, cosecha, transporte, tostado o ahumado, almacenaje y comercialización.

Preparción del terreno: El número de jornales por ciclo agricola es de cuatro (1 familia y 3 alquilados). Se prepara en mayo; después de dos años de descanso, el terreno se roza, tumba y quema.

Siembra: El número de jornales por ciclo agricola es de tres (1 familia y 2 alquilados). Se siembra alrededor del 25 de junio a una distancia que oscila entre los 35 y 40 cm entre hileras y entre matas. Los hoyos se hacen con bastón plantador (kuahuitzohtli), depositando dos semillas en cada hoyo.

Deshierbes: El número de jornales por ciclo agricola es de cuatro (2 familia y 2 alquilados). Se deshierba de julio a agosto; se hace con huingaro (un instrumento parecido a la hoz) a los 30 días de haberse sembrado el cacahuate. Posteriormente se lleva a cabo el segundo, a los 15 días de haberse hecho el primero.

Plagas y enfermedades: No se hace nada. Se observó la presencia de gallina ciega o nextekuilli (Phyllophaga spp.) que se come las raíces. La hormiga arriera (tzikatl) troza las hojas de las plantas. Durante la cosecha se tiene problemas con los ratones, armadillo, tejón, zorrillo y zorra (oztotl). Los pájaros son ahuyentados con camisas a modo de espanta pájaros y cintas de videocasetes (zumbido con el viento).

Cosecha: El número de jornales por ciclo agricola es de 15 (5 familia y 10 alquilados). Se hace en noviembre; la cosecha tiene una duración de cinco días. Por cada día se ocupan tres peones. La planta de cacahuate es arrancada, con la ayuda de una barreta y puesta con las vainas hacia arriba para dejar que se seque. Se forman hileras o montones, para orearlas durante tres días.

Transporte: El número de jornales por ciclo agricola es de cuatro (1 familia y 3 alquilados). Se hace en noviembre; posteriormente se desprenden las vainas y son llevadas con costales, hasta el lugar donde serán tostadas.

Tostado o ahumado: El número de jornales por ciclo agricola es de uno (1 familia y 0 alquilados). Se hace en noviembre; se tuestan en el kupilli (ahumador), el cual es utilizado para ahumar chile. Sus proporciones son 1.5 m de largo, 1.2 m de ancho y 1 m de alto. Las vainas del cacahuate son puestas sobre el kupil, alcanzando un grosor de 20 cm aproximadamente y son movidas cada 15 o 20 minutos dependiendo de la intensidad de la lumbre. Se procura que las vainas que se encuentren en las orillas y en la parte superior queden en el centro para un tostado uniforme. Durante el tostado transcurren tres horas aproximadamente. Se utilizan dos tercios de leña para ahumar 40 cuartillos.

Almacenaje: El número de jornales por ciclo agricola es de uno (1 familia y 0 alquilados). Se hace en noviembre; se almacena en bultos de 30 cuartillos.

Comercialización: El número de jornales por ciclo agricola es de uno (1 familia y 0 alquilados). Se hace despues de noviembre; la comercialización se lleva a cabo en la cabecera municipal de Benito Juárez. Es vendido al menudeo por cuartillo o al mayoreo, por lo regular a coyotes (intermediarios).

La variedad de cacahuate encontrada fue de crecimiento erecto, ciclo de cultivo corto (90 días), grano pequeño, de 3 a 4 granos por vaina. Se esperaba una cosecha de 120 cuartillos de cacahuate. El costo del cuartillo* era de $ 25.00 pesos en el año 2009.

*Las unidades de medida utilizadas para la venta son el litro y el cuartillo, y se basan en volumen (un cuartillo corresponde a 5 litros). El cuartillo es una unidad de medida arraigada entre población de estirpe mesoamericano (Casales et al., 2010).

El número de jornales requerido durante todo el ciclo agrícola de primavera-verano hasta la comercialización es de 13 para el caso de la mano de obra familiar y de 20 para la mano de obra alquilada. Da un total de 33 jornales sólo para el cultivo del cacahuate.


Manejo del cultivo de maíz

Las labores culturales en el manejo del cultivo de maíz son: preparación del terreno, siembra, deshierbes (aplicación de herbicidas), plagas y enfermedades, resguardo de animales del monte alto, cosecha, transporte y almacenaje.

Preparación del terreno: El número de jornales por ciclo agricola es de cuatro (1 familia y 3 alquilados). Se hace en mayo; después de dos años de descanso, el terreno se roza, tumba y quema.

Siembra: El número de jornales por ciclo agricola es de tres (1 familia y 2 alquilados). Se hace desde principios de junio a principios de julio; se siembra con bastón plantador (kuahuitzohtli), depositando de tres a cuatro semillas en cada hoyo. La distancia entre plantas e hileras es de un metro aproximadamente.

Deshierbes (aplicación de herbicidas): El número de jornales por ciclo agricola es de 32 (4 familia y 28 alquilados). Se hace de julio a agosto. La mayoría de los campesinos usan herbicidas, pero depende del campesino, pues algunas personas prefieren no utilizarlos, debido a que aprovechan arvenses comestibles como el papalokilitl y quelites, que de otra forma se perderían. También han notado que el esterón se volatiliza afectando a cultivos vecinos de hoja ancha.

El control de las hierbas se hace con la aplicación de gramoxone (paraquat) y fitomina revueltos. Se ocupan 4 litros de gramoxone y 4 litros de fitomina. La dosis utilizada es de 40 mL/ 15 L de agua, en un proporción de cada herbicida de 1:1. La aplicación de estos herbicidas se hace cuatro veces, durante todo el ciclo biológico del cultivo, ocupándose 450 mochilas de 20 L aproximadamente. El agua que se utiliza, se acarrea de los arroyos.

Plagas y enfermedades: No se hace nada. Hay presencia del gusano cogollero (Spodoptera) al mes de haberse sembrado. La gallina ciega (Phyllophaga spp.) se come las raíces. Estas plagas, la mayoría de las veces, sólo afectan pocas matas.

Resguardo de animales del monte alto: El número de jornales por ciclo agricola es de uno (1 familia y 0 alquilados). Se hace en septiembre; durante el mes de septiembre existen problemas con los tejones y jabalís, pues bajan del monte alto en busca de elotes, afectando en gran medida al maíz. Para el resguardo de los elotes, se cuida la milpa de noche, que es cuando bajan los animales. Algunas veces las personas aprovechan para cazar algunos ejemplares y de esta forma ahuyentar a las manadas de estos animales.

Cosecha: El número de jornales por ciclo agricola es de 14 (2 familia y 12 alquilados). Se hace en noviembre; la cosecha se lleva a cabo durante dos días. Se corta la mazorca con hoja y se apila en la troje (zinxakalli), que se ubica en la parcela.

Transporte: El número de jornales por ciclo agricola es de uno (1 familia y 0 alquilados). Se hace en noviembre; posteriormente, de acuerdo a las necesidades de la familia la mazorca es llevada poco a poco. En algunos casos es transportada directamente hasta la casa del propietario.

Almacenaje: El número de jornales por ciclo agricola es de uno (1 familia y 0 alquilados). De noviembre a septiembre se construye en el terreno una troje con la madera de árboles de jonote (Heliocarpus) para almacenar el maíz. La altura del piso de la troje es de medio metro aproximadamente. Si es transportado al hogar, se apila en un rincón y es deshojado y desgranado gradualmente.


En cuanto a la mano de obra requerida para el cultivo de maíz, desde el establecimiento hasta el almacenaje en el ciclo agrícola de primavera-verano, es de 11 jornales para el caso de la mano de obra familiar y 45 jornales para el caso de mano de obra alquilada. Da un total de 56 jornales utilizados.

Considerando los cultivos de cacahuate y maíz, se requiere un total de 24 jornales provenientes de la familia y 65 jornales alquilados para las diversas labores culturales que requieren estos dos cultivos. Son un total para los dos cultivos de 89 jornales en el ciclo primavera-verano.


Interacciones entre cultivos del agroecosistema

De acuerdo con el campesino, la importancia de los cultivos de cacahuate y maíz es la misma; pues del primero se obtienen ingresos en la economía familiar y del segundo alimento, que permite la permanencia de la familia. Por lo tanto guardan una relación estrecha entre si, en espacio y tiempo dentro de la parcela.

La relación que guardan los cultivos durante los ciclos agrícolas, son para equilibrar la demanda de nutrimentos y la disponibilidad de los mismos. Para el caso del maíz se destina el mismo espacio durante dos ciclos agrícolas, agotando el suelo, que posteriormente es compensada con el establecimiento de frijol, que es poco demandante de nutrimentos, por la fijación de nitrógeno atmosférico, obteniendo de esta forma cosecha que con otro cultivo no se obtendría.

En el caso del cacahuate la limitante es la humedad, debido a esto sólo se siembra en temporada de lluvias. En cuanto a los nutrimentos del suelo, por ser una leguminosa fijadora de nitrógeno la demanda no es excesiva e influye en menor medida en la extracción. En el ciclo de tonalmil (otoño/invierno), se establece frijol, que es más tolerante a la falta de humedad y en el siguiente y último ciclo se siembra maíz, aprovechando de esta manera los nutrimentos que el cacahuate y el frijol dejaron disponibles en ese espacio.

El frijol es complementario a los cultivos de cacahuate y maíz en el ciclo agrícola de temporal. En el ciclo de tonalmil, no se siembra ningún cultivo en ese espacio, pero en el nuevo ciclo de temporal se establece cacahuate, no agotando los nutrimentos de esta manera.

Los árboles en el sistema son principalmente el xikilitl, huaxi (Leucaena pulverulenta (Schltdl.) Benth.), alahuahtli (Genero Heliocarpus ), iztahuitztli, azinkuahuitl y ahuakatl (Persea americana Mill.), que aportan horcones, leña, madera para postes y alimentos.


Literatura relacionada

Casales Buenrostro, G., González Herrera, M. y Roldán Reyes, T. 2010. Caracterización del proceso de producción del cultivo de chile (Capsicum annum L.) en el municipio de Zontecomatlan de López y Fuentes, Veracruz. Departamento de Agroecología, Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. No publicado. 22 p.

Casales Buenrostro, G. 2013. Diagnóstico para el establecimiento de sistemas agroforestales en la cuenca de río Xilotla, Zontecomatlán, Veracruz. Tesis profesional. Departamento de Agroecología, Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. 145 p.

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Para leer más:

martes, 19 de mayo de 2015

Chilpoktli yei

Siguiendo con nuestro ciclo de publicaciones en torno al cultivo del chile (Capsicum annum L.), hemos llegado a tan esperado final, para poder saber cómo obtenemos el chilpoktli (chile ahumado).

Pues bien, sin más preámbulos después de la cosecha de los frutos del chile, lo que sigue es el ahumado, esencial para poder deleitarnos de un sabor único.


Figura 13. Chile recién ahumado con leña de encino.


Ahumado

El tlawaztli (ahumado) de los frutos del chile se puede llevar a cabo en la misma parcela o en el patio de la casa del productor.

Para efectuar el ahumado se construye el kupilli (cupil o ahumador*) , en el cual, mediante el calor de la leña y el humo generado, se seca el chile, transformándose en chilpoktli (chile ahumado).

*En este caso, se describe la construcción más tradicional del cupil, sin embargo se pueden encontrar elaborados a partir de piedra, tabicón y cemento.

El cupil se construye con diversos tipos de vara, entre ellos sobresale la planta de chimalakatl (carrizo de escudo). Se utiliza para la elaboración del tlapechtli (cama o área del ahumado), ver Figura 13. Las varas de esta planta no pierden consistencia con el calor proveniente de la leña, es decir se mantienen sin reducir su tamaño por efecto de la deshidratación. La distancia entre varas del tlapechtli es de un centímetro; de esta forma de deja pasar el calor del humo, sin que los chiles se caigan al fuego.



Figura 14. Cupil improvisado; solo se puede apreciar el tlapechtli.

Para la construcción del kupiltepamitl o tlatlantzahtli (paredes del cupil), se utilizan varas de plantas como el akatl (carrizo, Arundo donax) y otlatl (otate, Otatea, un bambú). Estas varas se amarran a los palos de las cuatro esquinas y posteriormente se embarra una mezcla de lodo y paja, para cubrir bien las paredes. Esto se hace con el fin de canalizar el calor hacia el área del ahumado, haciendo de esta manera más eficiente el uso de la leña. En el amarrado de todas las varas se utiliza la corteza del alawahtli (jonote).

El secado del chile comienza paralelamente al corte de los frutos (julio-agosto). Una vez construido el cupil, se coloca en el área del ahumado una tendida de los frutos del chile, que alcanza un grosor de 40 cm. Durante tres días los frutos son deshidratados. Los primeros dos días, se voltea una vez en la tarde y en la mañana, posteriormente al tercer día se voltea de dos o tres veces dependiendo de la consistencia del chile. En el volteo se procura que los frutos que se encontraban en las orillas y en la parte superior, queden en medio del tlapechtli, para un ahumado uniforme.

La leña que se utiliza para ahumar el chile, proviene de arboles como el chalawihtli (chalahuite), akex (guazima), ezkuawitl (sangregado), pimienta, tlikolawakatl y awatl (encino, Quercus); este último es el de mayor calidad, ya que el calor desprendido de su combustión es intenso. Además quema lentamente, lo que permite que el chile no se queme y adquiere una coloración canela, ver Figura 14. Por el contrario, cuando se utiliza leña de las otras especies, la cantidad requerida es mayor en comparación con la del encino y la coloración del chile es más obscura, lo que le da un mal aspecto.

Una vez secado la tendida de chile verde, este se reduce a la mitad, es decir de 40 cm de espesor, se reduce a 20 cm de chile seco.

Las medidas del cupil varían según la extensión del chilmilli (chilar), pero en general se mantienen constantes las medidas del tlapechtli en cuanto a la altura (1 a 1.5 m) y el ancho (1 m). Esto se debe a las proporciones de las extremidades corporales de las personas, a un metro de altura aproximadamente, se puede voltear fácilmente el chile y en cuanto a la anchura, se puede alcanzar el centro con un brazo fácilmente, de los dos lados del cupil. En la comunidad de José María Pino Suarez, se reporta que a partir de 5 tercios cultivados, se necesita de dos personas para el volteo del chile, y entonces el cupil se incrementa en sus proporciones. La tendida de chile alcanza un poco más de 60 cm de altura y los días para el secado es de cinco. En este caso los cupileros o volteadores del chil, se suben en el área del ahumado para revolver los frutos del chile.


Almacenamiento

El chilwahtli (chile seco) se pone en costales generalmente de ixtle, los cuales se guardan en el tlapanko (tapanco, espacio debajo del techo), que es un lugar fresco y seco. Después se saca al sol periódicamente cada 15 días; puede durar hasta dos años almacenado. Durante el almacenamiento se pueden presentar problemas con polillas, que van picando el chile ahumado.


Comercialización

Un factor que determina el tlanamakiliztli (comercialización) del chile es la incidencia del picudo (Anthonomus eugenii) y del lochón. Si se empieza a echar a perder la producción por tal motivo, se empieza a cortar todo el chile posible, para vender en verde. En otros casos se vende en verde para obtener ingresos económicos inmediatos.

El chile verde se comercializa en los tianguiz de Zontecomatlán, Iztacahuayo, Colatlan, y Benito Juárez. Los precios varían de localidad a localidad, por la oferta y la demanda. A continuación se reportan los precios promedio de algunas comunidades, así como el promedio municipal en el cuadro 2.


Cuadro 2. Precios promedio por comunidad y municipal del chile en verde.



El chile seco se vende dentro de las mismas comunidades y en los tianguiz de Zontecomatlán, Iztacahuayo, Benito Juárez, Colatlan, Álamo, Chicontepec, Xocapa y Huayacocotla. Asimismo, la producción de chile seco es acaparado por coyotes, provenientes de Huayacocotla, Tulancingo, etc., que lo comercializan en otros mercados regionales.

El precio del chile seco varía según la época y se vende durante los meses inmediatos al ahumado. Los precios promedio por comunidad se reportan a continuación en el Cuadro 3.


Cuadro 3. Precios promedio por comunidad del chile ahumado.



También se reporta la venta de chile capón o sin semilla, el cual cuesta 20 pesos por litro, por el retiro de las semillas y venas.

Las unidades de medida utilizadas para la venta, en el caso del litro y el cuartillo se basan en volumen (un cuartillo corresponde a 5 litros), para el caso de la arroba se utiliza el peso, que corresponde a 12 kilogramos.

Las edades de los productores de chile

Para el trabajo que se reseña en las contribuciones anteriores y arriba, se hicieron 56 entrevistas individuales y dos entrevistas grupales, por lo que el número de entrevistas ascendió a 58, distribuidas en 12 comunidades de la cuenca del río Zontecomatlán, dentro del municipio del mismo nombre. El mayor número de entrevistas correspondió a las comunidades de Cuatecomaco y El Mamey con 13 entrevistas (22%) cada una. Las dos entrevistas grupales en reuniones se llevaron a cabo en las comunidades de La Candelaria y José María Pino Suarez. En el Cuadro 4 se reportan las proporciones de las edades de los productores por comunidad.


Cuadro 4. Numero de entrevistas y composición en edades por comunidad.



Se dividió las edades de los productores en dos grupos, el primero de 20 a 40 años y el segundo de 41 a 80 años. Como se puede apreciaren el Cuadro 4, el mayor número de productores se concentró en el segundo grupo con 73%, mientras que el primer grupo solo representó 27%.

Por lo anterior se vislumbra una tendencia en la disminución de los productores de chile, con una consecuente pérdida de conocimiento local acerca del cultivo. Fueron los integrantes del segundo grupo los que aportaron principalmente los vocablos que se reportan en el proceso de producción del cultivo de chile, en cuanto a nombrar los momentos importantes del cultivo de chile, así como a los objetos relacionados con éste, en términos de la lengua náhuatl.

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Las contribuciones anteriores de la serie:


REFERENCIAS

Casales Buenrostro, G., González Herrera, M. y Roldán Reyes, T. 2010. Caracterización del proceso de producción del cultivo de chile (Capsicum annum L.) en el municipio de Zontecomatlan de López y Fuentes, Veracruz. Departamento de Agroecología, Universidad Autonoma Chapingo. Chapingo, México. No publicado. 22 p.

Cervantes Espíndola, R. 2007. Plan municipal para el desarrollo rural sustentable. Municipio de Zontecomatlán de L. y F. Estado de Veracruz. Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de Zontecomatlán. Zontecomatlán, Veracruz, México.

Hernández Tapia, A. (coordinador). 2008. Diagnóstico del municipio de Zontecomatlán, Veracruz. Departamento de Agroecología. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Texcoco Edo. de México.

Long Solís, J. 1986. Capsicum y cultura: La historia del chilli. Fondo de Cultura Económica. México, D. F.


FIN

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