miércoles, 20 de septiembre de 2017

Jacaranda, árbol que nos regala un hanami



Árbol de jacaranda (Jacaranda mimosifolia D.Don.) en el Jardín etnobotánico Francisco Peláez R.
Tan pronto comienza el mes de marzo, un color lila muy peculiar destaca entre las copas de los árboles. Dicho color pertenece a las flores de los árboles de jacaranda (Jacaranda mimosifolia D.Don.), los cuales se pueden encontrar por distintas áreas urbanas, por ejemplo en camellones de avenidas principales, casas, escuelas, jardines, plazas, etc.  De hecho, el objetivo de su establecimiento en nuestro país, sobre todo en la Ciudad de México, es decorativo.

Árbol de jacaranda decorando el palacio municipal de Cuautitlán de Romero Rubio.

Una jacaranda en el Colegio de Postgraduados, campus Montecillo.

Jacaranda en el jardín botánico Francisco Peláez R.


Jacarandas en una plazuela de Tehuacán, Puebla

Ahora una  en la alameda cental del municipio de Texcoco.

En un jardín de San Juan Teotihuacán.
Para contar la historia de la introducción de este árbol al país, nos remontaremos algunos años atrás, cuando en la Cuidad de México se hizo un intento para plantar miles de árboles de cerezo, para tener un espectáculo floral como el que se presenta en la ciudad de Washington, en la cual millones de flores de cerezo tapizan la capital al inicio de la primavera.

Flores de los cerezos en el Tidal Basin en Washington, DC. Fuente: Capital Región USA.

Pero, para platicar de la jacaranda, también debemos hablar de la persona quien la introdujo a México. Su nombre fue Tatsugoro Matsumoto, un arquitecto en paisaje de origen japonés que ingresó al país durante el Porfiriato (1876 a 1911). Durante este período, la Colonia Roma era uno de los barrios más elegantes de la ciudad y en donde la población tenía extensiones considerables de jardín, en los cuales las manos de este japonés se dedicaron a cuidar y diseñar.

Registro de extranjero de Matsumoto. Archivo General de la Nación (AGN). Fuente: Descubra a los Nikkei. Mayo 6, 2016
Su fama se extendió entre la población, tanto así que llegó a oídos del propio Porfirio Díaz, quien lo invito a hacerse cargo de los arreglos florales de la residencia presidencial ubicada en el Castillo de Chapultepec, así como del bosque que rodeaba el castillo.

Años más tarde, a petición del presidente Pascual Ortiz Rubio (1930-1932), quién había solicitado al gobierno japonés la donación de árboles de cerezo para colocarlos en las avenidas principales de la ciudad como símbolo de amistad entre ambos países, consultaron a Tatsugoro Matsumoto (quien residía en México ya hacía décadas) para saber si era factible la adaptación de los cerezos a las condiciones climatológicas que presenta la Ciudad. El arquitecto explicó a ambos gobiernos que no era posible que los árboles llegaran a floración, debido a las condiciones de temperatura, por tanto, el proyecto no se realizó.

Tatsugoro Matsumoto en su jardín de la Colonia Roma. Fuente: Florería Matsumoto
Tatsugoro tenía conocimientos de muchos árboles ornamentales. Como dato adicional, él fue quien introdujo los bonsáis a nuestro país, y lo hizo durante el Porfiriato. Pero bien, para no desviarnos más, el paisajista recomendaría plantar en las principales avenidas de la Ciudad de México árboles de jacaranda que había introducido desde Brasil y reproducido en sus viveros en la Colonia Roma. Para esta especie, las condiciones climatológicas eran las adecuadas para que al inicio de la primavera el árbol floreciera, así como lo hacían los árboles de cerezo en el país vecino del norte.

Cabe mencionar que la jacaranda (Jacaranda mimosifolia D.Don.), es originaria de Brasil, Paraguay y el norte de Argentina. Pertenece a la familia Bignoniaceae.

Flores y frutos de jacaranda


Flores de jacaranda
Ahora bien, una vez referenciados en el tema, se preguntarán a que se refiere "hanami" (花見). Éste es un término japonés que se utiliza para asignar a la festividad en la cual la sociedad venera a la naturaleza y observa su fragilidad, así como también da la bienvenida a la primavera.

Entonces, tomando en cuenta lo anterior, podríamos poner a similitud el espectáculo que se puede apreciar tanto en Japón o Washington con la floración de los árboles de cerezos con la floración que ofrecen los árboles de jacaranda. Aunque en nuestro país no está difundido ese tipo de atractivos, los habitantes de la ciudad y las personas que la visitan, año con año disfrutan de los camellones tapizados con las flores acampanadas de las jacarandas.

Racimo de flores de jacaranda
Flor acampanada de jacaranda

Flores acampanadas de jacaranda

Inclusive, el diario El País con su versión América publicaron en el mes de marzo del presente año, una nota  titulada "Las floraciones más espectaculares del mundo", en donde enlistan el estallido de color de distintas flores que van de los tulipanes holandeses a las floreadas colinas de la Toscana italiana. En el número seis se encuentran las jacarandas en la ciudad de México, que, a pesar de ser un árbol de América del Sur, México las ha adoptado casi como propias, hasta el punto de dar nombre a varias calles.

Las jacarandas (en la foto) son arboles de América del Sur que se cultivan para la ornamentación de espacios públicos, con lo que marcan el inicio de la primavera en muchos lugares y ciudades latinoamericanos. Sin embargo, desde que llegaron a México, la capital las ha adoptado casi como propias, hasta el punto de dar nombre a varias avenidas. Cada primavera las calles de Ciudad de México se incendian de color violeta, desde vías principales, como Reforma, hasta parques y jardines como el de Chapultepec o Biblioteca Nacional. Todos lucen alguna variante de esta especie que alcanza los 30 metros de altura.
Jacarandas en el lago de Chapultepec. Fuente: El País, Andrea Nogueira Calvar, marzo 29 de 2017.

Por tanto, no estaría mal, dar un paseo a la ciudad durante primavera, para así aprovechar del espectáculo que nos brindan las jacarandas, y por qué no hacer una especie de hanami, porque, de hecho, no solo es pasear y maravillarse ante la belleza de las flores, también conlleva hacer un picnic con amigos, familiares o compañeros de escuela bajo los árboles de jacaranda, así como lo hacen en Japón con los cerezos, pero ahora a la mexicana.

Fuentes consultadas:
  1. Museo Tatsugoro, disponible en:http://www.tatsugoro.com/index.php/articulos-especiales-de-bonsais/7-blog/33-un-siglo-de-bonsai-en-mexico
  2.  Tatsugoro Matsumoto y la magia de las jacarandas en México, disponible en: http://www.discovernikkei.org/es/journal/2016/5/6/tatsugoro-matsumoto/

6 comentarios:

  1. Buenos días Dra. Vibrans
    Que buena lectura para los que nos gustan las plantas, pero que no somos expertos. Soy Michoacano y en mi pueblo de adopción (La Piedad Mich.) tenemos un jardin que antes era el panteón municipal, el cual está lleno de jacarandas. Es muy placentero caminar y descansar a la sombra de las jacarandas en temporada de floración.
    Muchos pueblos michoacanos tienen lugares con jacarandas. Tan importantes son que en Morelia levantaron una escultura a la flor de la jacaranda. Por su forma, la conocen como "la paloma", nada que ver con la verdadera intención. Paisanos, tienen que hacer su tarea.
    Gracias nuevamente por compartir textos y fotos, se agradece enormidades! Apoyo el hacer un hanami a la mexicana! Saludos desde la Universidad de Guanajuato!

    Gustavo Hernandez Guzmán (gustavohdz@ugto.mx)

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  2. Saludos paisano! Soy de Numarán Michoacán, estudié en la prepa Mártires de la reforma... teníamos ese panteón-parque justo detrás de la prepa

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    1. Que tal Mónica, buenas tardes. Yo estudié en el CBTIS y aunque teniamos algunas jacarandas, no se compara con las del parque. Recibe saludos y échale duro!!!
      Gustavo

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  3. Gracias por las flores! Pero nótense que no fue una contribución mía, sino de una de mis alumnas :-)

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    1. Que tal Dra. Vibrans, buenas tardes
      Igualmente reciba felicitaciones a travéz de la contribución de su alumna. Es un gusto que los alumnos, mejor dicho, investigadores en formación, contribuyan con sus granitos de arena para construír una sociedad mas informada y conciente de lo que la naturaleza nos ofrece. Felicidades a ambas y gracias por compartir de su conocimiento!
      Gustavo

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