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jueves, 18 de febrero de 2016

Maíz criollo para los ricos

La semana pasada, la New York Times publicó un artículo sobre un nuevo fenómeno en el ámbito de la cocina de alto vuelo: maíz criollo o nativo de México. Lo pueden leer en inglés aquí y en español acá.



Cita a una chef, quien dijo que "con frecuencia ella hablaba con chefs estadounidenses sobre cuál maíz preferían –¿cónico, bolita, chalqueño?–, conversación que habría sido “inimaginable” hace unos cuantos años." Una conversación que sigue siendo inimaginable, desafortunadamente, para la población urbana en México, acostumbrada a la tortilla de Maseca.

El artículo salta un poco de tema en tema (hasta deja al Dr. Herrera Estrella meter una promoción poco convincente de los transgénicos), pero de todas maneras es interesante esta tendencia. Claro, una vez que el maíz nativo realmente empieza a ser negocio, entran las grandes empresas ... como en el caso de la quinoa. Ambas circunstancias se mencionan, pero no se muestra una salida, desafortunadamente.

Y se recuerdan del Itanoni? El restaurante en Oaxaca que trabaja con varios diferentes tipos de maíz y los obtiene directamente de los agricultores? (y que llamé en algún momento un Starbucks de las tortillas, quizas un poco exageradamente?).

martes, 27 de octubre de 2015

¿Cómo inició la cultura alimenticia mesoamericana?

Aviso urgente! Me acaban de avisar que cambió el programa sin previo aviso, y ya se presentó la película el lunes pasado. Lástima. Estaremos atentos a otras oportunidades.
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A muchos lectores de Cuexcomate les interesará una nueva película que explica las origines de la cultura alimenticia de México y regiones vecinas. Muestra cómo y donde originó - probablemente ya antes de la domesticación de los principales cultivos y antes de la invención de la cerámica. Y nos ayuda a entender tanto la evolución de los agroecosistemas de nuestra región, como nuestra dieta, con la que coevolucionamos - y que explica muchos problemas de salud actuales.

Se llama "La dieta mesoamericana: origenes", y pueden ver el trailer abajo. Es obra de Dany Aldana, y se hizo con la ayuda de Patricia Colunga, Daniel Zizumbo y Alondra Flores del CICY.

El próximo jueves, 29 de octubre de 2015, se exhibirá todo el documental en la Cineteca, Ciudad de México, en el marco de un concurso, llamado Pantalla de Cristal. Es a las 13 h en la Sala 6, hora medio incómoda para muchos, pero les invito si pueden.


martes, 22 de septiembre de 2015

La feria de la cultura rural, edición 2015

Ya se está acercando la Feria de la Cultura Rural, evento anual que organiza la Universidad Autónoma Chapingo. Aparten un día de los primeros 10 de octubre para visitar, comprar artesanías, asistir a eventos, comprar libros y probar especialidades regionales.


viernes, 18 de septiembre de 2015

El dzotobichay, tamal de chaya

El dzotobichay es una palabra de origen maya y hace referencia a una variedad de tamal muy tradicional en Campeche, Quintana Roo y Yucatán; es también llamado brazo de reina, brazo de india y tamal de chaya (Cnidoscolus aconitifolius (Mill.) IM Johnst.).


Ingredientes:
30 hojas frescas y tiernas de chaya o 10 hojas de acelga (Beta vulgaris var. cicla L.)
3 hojas frescas de plátano (Musa spp.)
1 1/2 kg de masa de maíz fresca
1/2 de manteca de cerdo
15 huevos hervidos y pelados (duros)
200 gr de pepita de calabaza tostada y molida
1/2 kg de jitomate fresco (Lycopersicum esculentum L.)
5 L de agua hervida
1 cucharada de cebolla blanca o morada finamente picada
Aceite vegetal
Sal al gusto

Materiales:
Olla con capacidad de 10 L
Olla con capacidad de 1 L
Recipiente de 5 L
Tabla para picar
Molino de mano
Licuadora
Cuchillo
Platos  

Preparación:

Dzotobichay

Lavar y quitar el tallo de las hojas.


Picar las hojas de chaya en cuadros pequeños.


Azar y desvenar las hojas de plátano, para que la hoja no se rompa.


Limpiar y cortar cada mitad de la hoja de plátano en cuatro partes (24 partes en total).

Separar los 15 fragmentos más grandes de la hoja de plátano.


En el recipiente de 5 L, colocar la masa, hoja picada de chaya, manteca de cerdo y sal al gusto, amasar perfectamente todos los ingredientes.


Dividir la mezcla en 15 porciones (100 gr por porción aproximadamente).


Moler en un molino o a mano los huevos hervidos y colocar en un plato lo obtenido.

Colocar en un plato la pepita molida.

Tortear en un fragmento grande de la hoja de plátano una de las porciones de masa hasta obtener una tortilla grande y no tan delgada.


Dividir la tortilla obtenida en tres partes (izquierda, media y derecha), poner una capa de huevo en la parte media y despolvorear pepita molida sobre esta.


Posteriormente poner la parte izquierda sobre la derecha y repetir el procedimiento anterior, la parte derecha solo cubre a la izquierda.


Envolver completamente el tamal, primero las partes más largas de la hoja y después las partes cortas.

Como medida de seguridad atar las puntas con la vena media para evitar que se desenvuelva.


Repetir los tres pasos anteriores con el resto de las 14 porciones de masa.

Terminados los 15 tamales, poner al fondo de la olla con capacidad de 10 litros la mitad de los fragmentos pequeños de la hoja de plátano.

Acomodar los 15 tamales dentro de la olla y vaciar los 5 L de agua.


Cubrir los tamales con el resto de los fragmentos de la hoja de plátano, formando una especie de tapa.

Tapar la olla y cocer a fuego normal por una hora y media.


Al finalizar el tiempo, destapar un tamal para verificar su cocción. Servir caliente.


Salsa

Lavar los jitomates.

En la licuadora, moler 1/2 kg de jitomate con la cebolla finamente picada.

Vaciar en la olla con capacidad de 1 L y cocer.

Una vez cocido el jitomate, agregar aceite vegetal y sala la gusto, mover y dejar por cinco minutos masen el fuego.

Servir caliente sobre el dzotobichay y despolvorear pepita molida al gusto.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

En la Sierra de Zongolica - las plantas útiles

Durante mi viaje reciente a la Sierra de Zongolica tomé fotos, por supuesto. El propósito del viaje era conocer el área de estudio de mi alumna, Claudia Sánchez, y asistir a un evento que ella organizó en el pueblo Tetlalzingo. A continuación les muestro algunas que tienen que ver con plantas útiles. Las plantas silvestres son tratados en Jehuite.

Al llegar a la parte de la Sierra de Zongolica que corresponde a Soledad Atzompa - y antes al municipio vecino Atzompa - se observa la importancia de la madera. Casi todas las casas trabajan con este material. Se producen principalmente muebles rústicos, que luego se venden en todo el centro de México.


Madera secando - que no es fácil, debido al clima húmedo de la región.

Por todos lados se observa madera en diferentes estadíos de procesamiento.

Mas madera secándose.

Un taller.

A pesar de no tener un clima muy apropiado para el maíz, que es una planta C4 y no produce bien con frío y humedad, la gente lo cultiva para tener asegurada el alimento básico. Aquí ven algunas mazorcas de la familia de Claudia.

Durante nuestro viaje tuvimos suerte con el clima - eran días asoleados, a pesar de ser una región con abundante lluvia y neblina. Pero, fueron los días de la canícula, fenómeno meteorológico que generalmente coincide con la floración del maíz. La canícula se debe a un cambio en el régimen de lluvias que se da cada año: de mayo a julio las lluvias generalmente son del tipo tropical (o convectivo), mientras de septiembre en adelante se deben más a ciclones tropicales (y estos son las que causan inundaciones). Si quieres saber más, aquí hay un artículo bonito de 1980 de Victor Toledo, explicando el régimen de lluvias en México.

Claudia se había organizado con familiares y algunas amigas para alimentar a sus visitas. Aunque se lleva el maíz nixtamalizado al molino, la masa todavía requiere un repaso con el metate.




Las tortillas de la region son un poco más gruesos que aquellas que acostumbramos en la ciudad de México. Y muy sabrosas, por supuesto, como siempre son las tortillas realmente hechas con maíz criollo y en casa.

Un guisado que me gustó especialmente fue esta sopa de habas secas y nopales - una combinación sencilla, pero muy saludable e interesante en términos de sabores y texturas.

Y las salsas ... ni se diga.

Otra caracteristica de la región - que comparte con otras que tienen climas húmedos - son los huertos familiares exuberante. Un grupo de plantas comunes son los floripondios, Brugmansia. Aquí ven la forma que es un poco amarillento, que es la más abundante.



Y, por supuesto, todo el mundo tiene macetas, a pesar del terreno agreste y la falta de espacio plano.

Otra cosa que llama la atención son las diferentes especies y variedades cultivadas de magueyes, a pesar del clima húmedo. En una corta vuelta por el campo contamos cinco diferentes.

Y se produce aguamiel y pulque, por supuesto.

Un tabaco, Nicotiana, pero cultivado más bien como ornamental.

El chile manzano, Capsicum pubescens, es común y le gusta el clima.

Una cosa que me llamó la atencion era esta borraja, Borago officinalis, que tenía flores blancas, en vez de azules.

Otra especialidad de las zonas húmedas del centro-sur de México es el cultivo de una col, Brassica oleracea, pero que es muy parecido a la forma silvestre (y a veces se asilvestra). Tiene flores blancas, y se comen las hojas de manera de la famosa kale, que proviene de la misma especie pero es otro cultivar.

Aquí se cultivan margaritas en la milpa. Estas plantas ornamentales juegan un papel ritual en la región - se utilizan en varias ceremonias religiosas.

Este es el quelite cenizo, un Chenopodium, probablemente C. berlandieri.

En esta región también se consume Stellaria media como quelite. La especie es originaria de Eurasia y alimento conocido.

Aquí esta el grupo: María Rivas, Claudia, Alex McAlvay, Robert Bye, Edelmira Linares y unos sobrinos de Claudia.

Comprando barro, producto de un pueblo vecino.

Los mirones.

Para ver más:

viernes, 11 de septiembre de 2015

Tomamolli (mole de tomate)

El tomamolli es el nombre en nahuatl que designa una comida que se elabora especialmente para el Viernes Santo en San Gabriel Chilac, Puebla, desde que tengo memoria. Desconozco si esta comida es exclusiva del pueblo o se comparte en la región, sin embargo, hasta hace algunos años se preparaba en casi todas las casas del pueblo. Recientemente su elaboración y consumo ha disminuido debido a que las nuevas generaciones no tienen gusto por ella.

A continuación mostrare los ingredientes y modo de preparación:

Ingredientes:
1 kg de pescado seco
2 kg de jitomate (Solanum lycopersicum L.)
1 litro de tempesquistles (Sideroxylon palmeri (Rose) T. D. Penn.)
1 cebolla (Allium cepa L.) picada
2 chiles jalapeño verde (Capsicum annuum L.) picados
5 dientes de ajo (Allium sativum L.) picados
8 clavos (Syzygium aromaticum (L.) Merr. & L. M. Perry)
5 pesos de chile guajillo (Capsicum annuum L.)
1 litro de aceite
12 huevos
sal al gusto

Modo de preparación:
La noche anterior se corta el pescado seco en varias partes o las que se crean necesarias y se pone a remojar en agua para quitar todo el exceso de sal.
La mañana siguiente, se enjuaga muy bien con agua, aproximadamente dos veces, y se deja escurrir en una coladera (Imagen 1).

En un recipiente se pone un poco de aceite y se fríe; después, se pone en un recipiente las claras de los huevos, una yema y todo ello se bate hasta que tenga una consistencia espumosa.

Imagen 1: Pescado seco, limpio y en trozos pequeños.
Se capean los trozos de pescado, poniendo una cacerola a fuego lento con aceite.
Una vez que está caliente, cada trozo de pescado se pasa por la mezcla obtenida de las claras y yema, tratando de cubrir todo el pescado y se ponen en la cacerola.
Una vez que se ven de color café claro, se sacan y se ponen en un recipiente para que se escurran y quitan el exceso de aceite.

Se pone a hervir agua, una vez que está hirviendo, se le vacían los tempesquistles previamente limpios y sin colita.
La olla se cubre con bolsa de plástico y se le cambia dos veces, ésto para que el latex que desprenden estos frutos se impregnen en las bolsas y no en ellos.

Una vez que están suaves y son de color verde oscuro, quiere decir que ya están cocidos, se quitan del fuego, se les quita el exceso de agua y se espera a que se enfríen; una vez fríos, se procede a partirlos a la mitad con los dedos para quitarles la semilla (Imagen 2)

Imagen 2: Tempesquistles cocidos y partidos con los dedos.

Los jitomates pasan por el mismo proceso, los cuales se parten en trozos medianos con los dedos (Imagen 3).

Imagen 3: Jitomate partido y listo.

También, los chiles guajillo se limpian, es decir, se les quita las semillas, las venas y se parten en trozos pequeños.
Se ponen a remojar por 40 minutos aproximadamente, hasta que se suavicen, una vez listos, se muelen en una licuadora con los clavos y sal al gusto.

Una vez que se tiene todo lo anterior listo, se procede a poner a fuego lento una cacerola, se le agrega aceite y ya que se calentó, se vacía la cebolla y el chile picados (Imagen 4).

Imagen 4: Chile y cebolla picados

Minutos después se agrega el jitomate, el ajo picado y después los tempesquistles; con una cuchara se le da  movimientos circulares a la mezcla para que no se pegue. Ya que esta hirviendo, se le suelta la salsa del chile guajillo previamente colado y se deja hervir nuevamente.

Ya que esté hirviendo, se le agrega los trozos de pescado capeados, dejándolos hervir solo por unos minutos y......listo!!

A probar esta delicia.

Imagen 5: Platillo listo para comer.

Provechito!!