lunes, 7 de mayo de 2012

Palmas en peligro

De Laura Gabriela  Rodríguez Cortez

Las arecáceas o palmeras son un grupo de especies de gran importancia económica, tan grande que incluso en algunos países, buena parte de la economía está basada en estas plantas, especialmente el cocotero. En Cuba la palma real (Roystonea regia (Kunth) O.F. Cook) es considerada el árbol nacional. 

Cocos immaduros en la costa de Campeche.
Foto de H. Vibrans.

Las palmas son un grupo de monocotiledóneas. Su ambiente más favorable y donde se encuentran ampliamente distribuidas es en regiones tropicales y subtropicales. 

Entre las características más importantes destaca la ausencia de crecimiento secundario, es decir, no crecen en diámetro al madurar y no forman madera propiamente dicho. Lo que conocemos como tronco son las bases fibrosas de las hojas. Por dicha razón su diámetro es constante y no tiene ramificaciones.

Particularmente, hablaremos de la palma de coco o cocotero (Cocos nucifera L.), una de las plantas más importantes del trópico y que además tiene diferentes usos además del comestible. Se aprovecha prácticamente toda la planta. 

Sus hojas son utilizadas para el confeccionamiento de artesanías o artículos de uso común, como sombreros, bolsas, etc. También se emplean junto con los “troncos” para la construcción de casas en las zonas donde son abundantes. Por su belleza, estas plantas son utilizadas como ornamentales en patios de casa, jardines, plazas y vías públicas. 

Palmas con daño ocasionado por la presencia del ácaro Raoiella indica, ubicadas en vías públicas de Cancún, Quintana Roo
Fotografía José Ramírez
Sin embargo el producto más importante a nivel mundial es la copra (carne seca del fruto), de la cual se extrae el aceite de coco, útil para la elaboración de jabones, margarinas, manteca vegetal, perfumes, detergentes, como componente de cosméticos, medicamentos y pinturas. 

Además se obtienen una gran diversidad de productos secundarios como el agua de coco, carbón de coco, vino de coco, el coco rallado, fibra para elaboración de cuerdas y tapetes; además la “cáscara del coco” es útil para la elaboración de diversos utensilios como ceniceros, tazones, cucharas, jícaras y floreros, por mencionar algunos. 

En México, tenemos plantaciones muy importantes de estas plantas principalmente en la parte suroeste de la república. Al entrever la posibilidad de que sean afectadas por las diferentes causas naturales o inducidas, prenden las alarmas para evitar estos eventos. 

En el año 2009, en la península de Yucatán, exactamente en la ciudad de Cancún, Quintana Roo, y su isla vecina Isla Mujeres, se reporta la presencia de un ácaro que responde al nombre de Raoiella indica Hirst y cuya importancia radica en la capacidad de crear grandes colonias por su naturaleza partenogénica (no requiere fertilización), además de una reproducción sexual. Tiene como huésped potencial a la palma de coco de la que se alimenta hasta que finalmente la mata. 

Foto de Raoiella indica Hirst.  Tomada con la técnica de microscopia de barrido.
Fotografía José Ramírez

Los síntomas que presentan las palmas plagadas son el cambio de coloración en las hojas, las cuales pasan del color verde intenso a un color café-cobre, hasta que se secan y caen. Los síntomas comienzan como pequeñas manchas amarillas en el envés de las hojas, dónde los ácaros establecen sus colonias, tornándose después en manchas cloróticas más grandes. 

Hojas de Cocos nucifera L  infestadas por Raoiella indica Hirst.
Fotografía José Ramírez

Por tal razón diversos grupos de investigadores ya han comenzado a trabajar para conocer aspectos de esta plaga. Los intereses van desde la biología del organismo hasta el conocimiento de su nicho, pasando por sus asociaciones y el reconocimiento de los enemigos naturales que pudieran retrasar y contener a la plaga en su dispersión, minimizando los daños. De llegar a los puntos en donde se encuentran las grandes plantaciones, el impacto económico a las familias que dependen de estos cultivos se proyecta muy importante, como ha ocurrido en países como Cuba, y el sitio mismo de su origen, la India. 

El organismo federal responsable, el “Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria” (SENASICA), ha iniciado acciones paralelas a la labor de estos investigadores. Consisten en la determinación cuarentenaria de la plaga así como acciones encaminadas al reconocimiento de la especie y sus daños por parte de la población, así como labores de control químico. Desafortunadamente, el control químico hasta el momento ha demostrado poca efectividad, por la envergadura de las plantas que hacen difícil el acceso a las aplicaciones de agroquímicos. 

Solo queda esperar que el programa cumpla con las expectativas para el control de la plaga, en el contexto de una estrategia de manejo integrado. 

Literatura consultada 

Granados S.D. y G.F. López-Ríos. 2002. Manejo de la palma de coco (Cocos nucifera L.) en México. Revista Chapingo. Serie Ciencias Forestales y del Ambiente 8 (1): 39-48. 

Guevara O.L y D. Jáuregui. 2008. Anatomía floral de Cocos nucifera L. (Arecaceae, Arecoideae). Acta Botánica Venezolana 31(1): 35-48. 

Rodríguez H., A. Montoya y G. Flores-Galano. 2010. Conducta alimentaria de Amblyseius largoensis (MUMA) sobre Raoiella indica Hirst. Rev. Protección Veg. 25 (1): 26-30. 

Rodríguez H., A. Montoya y M. Ramos. 2007. Raoiella indica Hirst. (Acari: Tenuipalpidae): una amenaza para Cuba. Revista Protección Vegetal 22 (3): 142-153.

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