jueves, 1 de diciembre de 2022

La cata de tequila: un encuentro con la bebida utilizando nuestros cinco sentidos

Probar, degustar, catar, envolverse de sabores, olores, colores, texturas y sonidos, puede ser una de las experiencias más gratificantes para el ser humano. Como tenemos la capacidad de percibir (casi) todo lo que nos rodea por medio de nuestros sentidos, es innumerable la cantidad de cosas que podemos llegar a conocer.  Sin embargo, muchas veces no nos damos cuenta de todo ello, sobre todo cuando consumimos productos que nos parecen comunes por la facilidad y frecuencia con que los comemos y bebemos. Uno de ellos es el tequila.

Muestra de diferentes tequilas

Esta bebida, originaria de México, con denominación de origen en varios municipios de los estados de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Nayarit y Tamaulipas, es un producto que se obtiene de la fermentación y destilación de la planta de agave azul (Agave tequilana F.A.C. Weber) y que en nuestro país es muy popular y tradicional para beber. Una descripción sobre el cultivo y proceso para obtener esta bebida alcohólica se puede encontrar aquí.

Agave tequilana F.A.C. Weber

Hace pocos meses tuve la oportunidad de ver de cerca el proceso de elaboración del tequila y junto con ello aprender a degustar la bebida.

En la sala de catado de la Casa José Cuervo, aprendimos a utilizar los cinco sentidos para degustar y conocer el tequila. Para ello, además de tres tipos de tequila contamos con algunos elementos extras que nos sirvieron para comparar aromas y sabores. Junto a las copas con tequila, encontramos un pequeño plato con un trozo de pan, granos de café (Coffea arabica), canela (Cinnamomun zeylanicum), materia prima (trozo de piña de agave cocida), rodajas de cáscara de limón (Citrus x latifolia) y una copa de agua natural.

Materiales útiles para catar el tequila

Para comenzar lo primero que hacemos es diferenciar el tequila por su color. En la demostración tuvimos tequila blanco, que solo madura alrededor de 15 días en tanques de acero y es transparente, tequila reposado que se diferencia por tener un color dorado y pasa al menos dos meses en barricas y finalmente, un tequila reposado que tiene un color ámbar intenso; para obtenerlo se almacena en barricas de roble americano o roble francés por al menos un año.

Tequila blanco, reposado y añejo

Activamos el sentido de la vista al tomar cada una de las copas, moverlas y observar las “piernas” o “lágrimas” que se forman en las paredes de la copa por la presencia de azúcares que son producto de la fermentación y la destilación. Entre mejor formadas y más tiempo tarden en recorrer las paredes de la copa, el tequila tiene un mejor cuerpo.

Cuerpo del tequila

El siguiente paso es aspirar el olor de los granos de café en mano, para preparar nuestro sentido del olfato. Posteriormente, tomamos cada una de las copas para conocer sus aromas. Hay dos maneras de conocerlos:
  • La primera es directamente de la copa, aspirando en la parte alta, media y baja de ella. Nos daremos cuenta que el mismo tequila se percibe de distinta manera en cada sección. Para hacer esto, lo que hacemos es inclinar la copa hacia nosotros y primero acercar nuestra nariz a la parte superior de esta después de haberla inclinado (teniendo cuidado de no derramar el tequila). Por ejemplo, al aspirar el tequila blanco en en esta parte de la copa se percibe mucho el olor a alcohol. Posteriormente, teniendo la copa en la misma posición inclinada, bajamos nuestra nariz y aspiramos en la parte media y finalmente en la parte inferior de ella y  al hacerlo en estas posiciones descubren olores diferentes, que podemos comparar con los cítricos. 
  • La segunda forma de apreciar su olor es al frotar un poco de tequila sobre la piel; además nos indica si el tequila es adulterado, pues si queda una sensación pegajosa o un aroma desagradable en la piel al momento de hacer este ejercicio, se trata de un tequila adulterado.
Ahora ha llegado el momento más esperado de todos: degustar el tequila.

Para hacerlo sin tener una sensación desagradable, nos enseñaron un sencillo pero muy efectivo ejercicio que consiste en:

1) tomar aire por la nariz,
2) beber el tequila, sentirlo en la boca, pasarlo y,
3) posteriormente soltar el aire por la boca, ya que lo que se arroja son los vapores de alcohol, mezclados con los aromas propios de la bebida.

Una forma tradicional de tomar el tequila en José Cuervo es acompañado de la materia prima, la piña cocida del maguey. Al hacerlo se combina el sabor del tequila con el dulce de la piña cocida y el de la madera. Por supuesto, no se debe olvidar comer un poco de pan y beber un poco de agua al principio y entre cada tequila para neutralizar los sabores en el paladar y poder distinguir bien el sabor de cada tequila.

Los cinco sentidos se utilizaron en esta cata de la siguiente manera: el sentido de la vista se activa al conocer el cuerpo que tiene el tequila, el tacto al tocar cada una de las copas y sentir el tequila en la piel, el olfato al encontrar los aromas, el gusto al degustar cada tequila… pero ¿y el oído? Bueno, este sentido se activa al tocar cada una de las copas de los amigos y a la voz de:
¡Salud por la buena vida!

¡Salud por la buena vida!

Pueden encontrar más información sobre horarios, precios e información general del recorrido aquí.

Agradecimientos:
A la guía que nos proporcionó la información durante el recorrido por la la fábrica La Rojeña de Casa Cuervo.Para saber más puedes visitar:

En Cuexcomate:

No hay comentarios.:

Publicar un comentario