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viernes, 16 de marzo de 2018

Tamales de mojarra

Tamal  de mojarra

Los tamales de mojarra son un platillo tradicional de la comunidad Náhuatl de Coatetelco, Morelos. Se pueden hacer tamales rojos (chile criollo) y verdes (chile serrano) y tomates. A continuación mostraré la receta para los tamales verdes.

Ingredientes para 10 tamales: 
20 mojarras (Oreochromis niloticus)
2 cabezas de ajo ( Allium sativum)
20 chiles serranos  (Capsicum annuum)
2 kilogramos de tomate (Physalis philadelphica)
Sal al gusto
Hojas de totomoxtle (Zea mays)

Preparación

Preparación de la salsa
Se licuan los chiles serranos, las cabezas de ajo, los jitomates con un poco de agua y se agrega sal al gusto.
Salsa verde


Preparación del tamal
Paso 1.Se remojan las hojas de totomoxtle 
Paso 2. Se toma una hoja de totomoxtle y se agrega una cucharada grande de salsa verde y una ramita de epazote.


Paso 3. Se coloca una mojarra previamente lavada y se vuelve a agregar una cucharada de salsa verde y una ramita de epazote.


Paso 4. Se agrega otra mojarra y se agrega nuevamente una cucharada de salsa verde y una ramita de epazote.


Paso 5. Se envuelve por completo el tamal usando las hojas de totomoxtle que sean necesarias (aproximadamente 15) y se amarra con una tirita de la misma hoja.



Paso 6. Se coloca el tamal en el comal previamente encendido con leña. Una vez cocido de un lado se voltea, y se espera a que se cueza del otro lado. El tiempo de cocción va de 45 minutos a 1 hora aproximadamente.


Y a disfrutar acompañado de tortillas hechas a mano.

miércoles, 10 de abril de 2013

El zacahuil - el tamal gigante de La Huasteca

El zacahuil es el tamal mas grande. Se hace en la region huasteca, al noreste del Valle de México. Se usa para las fiestas familiares y patronales, aunque por tradición también se consume cada domingo. En Pánuco, Veracruz, se prepara esta delicia en los eventos como quince años y cumpleaños.
Su tamaño rendidor permite darle de comer a un gran número de personas que asisten a dichos eventos.

Para su elaboracion se utilizan diversos ingredientes como maiz martajado, cebolla, ajo, achiote, varios chiles, pimienta, sal, hojas de platano y vinagre.

Antes de iniciar la preparacion de ingredientes se pone a calentar el horno con leña hasta que este bien caliente.


Se cortan las hojas de platano y se meten al fuego del horno para asarlas y facilitar el doblez de estas en le molde.

Se seleccionan las plantas a cortar
Se cortan las hojas

Se muele por separado la cebolla con la pimienta, el chile con achiote y el nixtamal de maiz se pasa en el molino de tal forma que quede martajado.

Una vez obtenidos los ingredientes se mezclan y se enchila la carne de cerdo, la cual se utiliza para darle sabor al tamal.



El maiz y la carne se vierten en un molde de metal, el cual se forra con las hojas de plátano verdes previamente asadas y se cubre con la base gruesa de las hojas que forman el seudotallo del plátano.


El o los tamales elaborados se meten al horno de 10 a 12 horas, dependiendo del tamaño y calor del horno para su coccion.


Una vez que transcurre ese tiempo, esta listo para ofrecerlo como banquete en la fiesta. Se acompaña con  chiles en vinagre los cuales pueden comprarse o prepararse en casa con zanahorias.


Y de esta forma es como se disfruta esta delicia de tamal en la Pánuco, Veracruz.

lunes, 12 de septiembre de 2016

La chinampa, legado de la zona lacustre de la cuenca de México.

Humedales de Xochimilco.
Cuando algunas personas oyen hablar de Xochimilco, llega a sus cabezas imágenes de mariachis tocando y cantando, puestos de comida flotantes y toda la parafernalia que acompaña a la diversión, el festejo y el esparcimiento. Sin embargo, hablar de la zona lacustre del sur de la cuenca de México y particularmente de de Xochimilco, hace referencia a numerosas aportaciones en los ámbitos ambiental, histórico, agrícola y desde luego gastronómico.

Cuenta la leyenda que la reina Tlazocihualpilli, única gobernante mujer en mesoamérica y de Xochimilco, inventó un platillo hecho con alimañas de los canales y lagos agregándoles quelites silvestres de las chinampas. Este platillo se denomina Mixmole o Michmole Michmulli que significa guiso de pescado, el cual actualmente se prepara con acelgas, ajolote y pescado, además de acociles y ranas.

También se le atribuye la creación de otros platillos como el chileatoli, que es atole de maíz salado condimentado con chile, epzote y granos de elote; los esquites y los tlapiques, que son tamales envueltos en hojas de maíz con la única diferencia de que es preparado con menudencias de pollo, gallina o pato silvestre, acompañado de rajas de xoconostle, venas de chiles secos, cebolla, cilantro y sal. Otras de sus invenciones fueron el Necuatolli (calabaza cocina con miel), el capultamalli (tamal de capulín), el tonalchilli (chile güero en tomate), las calabacitas con elote, además de los chilaquiles, los huauhzontles, el chiloctli (pulque con chile o pico de gallo), las chilacas, el quiltamalli (tamal de quelite), el elotamalli (tamal de elote), el estamalli (tamal de frijol), y los frijoles cuatatapa. De este modo la producción chinampera se encuentra ligada al desarrollo gastronómico y al aprovechamiento de las plantas que crecen en la milpa xochimilca, por lo cual la producción en la chinampa es importante.

La chinampa es una porción de tierra rodeada de agua por alguno de sus lados o rodeada totalmente de ella, mantiene plantados árboles de Ahuejote (Salix bonplandiana) en sus riberas a forma de colindancias y tienen la función de dotar a la chinampa de un microclima y para evitar que el suelo de esta se desmorone.
Árboles de ahuejote en las orillas de la chinampa y canal interior llamado apantle o apantlilli.

Para que la chinampa sea altamente productiva, ésta se divide en dos zonas, una servirá de cama de germinación o almácigo que constituye aproximadamente un octavo de la superficie total. El resto de la superficie sirve para el trasplante, crecimiento y cosecha. para producir en una chinampa, primero se debe escoger el lugar adecuado para recolectar el lodo o para dragarlo, para lo cual se escogen las zonas de mayor profundidad ya que en estos sitios hay una mayor acumulación de sedimento.


Canal donde se recolecta lodo, también llamado acalote, o acalotli

El lodo es extraído con una red de plástico unida a un poste de madera. Anteriormente esta malla estaba hecha de algodón y cubierta en su interior con cera de abeja, pero actualmente se hace con tela de mosquitero. Esta herramienta de malla y poste recibe el nombre de zoquimaitl. Se vierte el lodo en una canoa lodera o de doce duelas, la cual es la más grande que ocupan los chinamperos.

Extracción de lodo con zoquimaitl

Una vez que esta canoa se llena de lodo, es transportada a la zona donde se hará el camellón o almácigo. En un extremo de la chinampa se levanta un camellón con suelo del sitio y azadón y del ancho de la chinampa, se vierte el lodo y después se empareja. Ya que está vertido el lodo, este se deja a la intemperie para que "cuaje", pierda humedad a fin de que mantenga una textura firme y pueda cortarse. Si hay riesgo de lluvia se cubre con un plástico y deja reposar aproximadamente por 48 horas.


Levantamiento de camellón y conformación de almácigo
Almácigo después de 24 horas
Ya que ha pasado el tiempo de reposo, se cuadricula el camellón con un hilo tenso para marcarlo y luego se corta con cuchillos o machetes del tamaño deseado según el tamaño de la semilla o de la plántula. Una vez que se han formado los cuadros de lodo también llamados chapines, se procede a sembrar. Luego se cubren con residuos de cosecha, residuo de poda, paja o cualquier material disponible, incluso composta, se cubren los chapines con plástico para que las semillas germinen y emerjan las plántulas.


Formación del chapín y siembra de lechuga.

Cubierta de chapín con composta y plástico

Después de la emergencia, se deja que las plántulas se fortalezcan y ganen tamaño. Después de dos semanas éstas se separan de forma manual, esta actividad la llaman "deshijar" a fin de "endurecerlas" o inducir un estrés a la raíz. El chinampero sabe que al estresar a las plántulas mediante el deshije, se seleccionan de forma natural las plántulas más sanas y fuertes para llegar a la cosecha.

Emergencia de plántulas

Deshijado de chapines

Chapines deshijados, cultivos de brócoli, espinaca y verdolaga 
Ya que hizo la separación de los chapines o "deshije", el resto de la chinampa se barbecha para aflojar el suelo. Esto puede hacerse con azadón y así se realizaba antes, pero debido al número de jornales que se requieren, muchos campesinos han optado por emplear motocultores que son tractores de tamaño pequeño impulsado por arrastre y con gasolina y que pueden ser transportados en las canoas. Después del barbecho se hace el trasplante de las plántulas más vigorosas y se deja que la planta continúe con su ciclo de vida hasta el tiempo de cosecha o corte.

Cultivo de lechuga después de trasplante


miércoles, 11 de mayo de 2016

Viaje a la Huasteca Hidalguense (parte 2)

Conociendo la Huasteca

Dejamos atrás Tlanchinol y llegamos a Coacuilco, localidad que pertenece a Huejutla de Reyes (corazón de la Huasteca Hidalguense), donde Don Manuel nos esperaba con unos panes y un café de la región.

Después de platicar un poco, nos llevó a conocer el traspatio de su vecina, quien amablemente nos dejó tomar fotos de las inumerables plantas ornamentales (begonias, azucenas, crisantemos), frutales (naranjos, plátanos, cacao, mangos), y medicinales (albahaca, árnica) que poseía.

El huerto de la vecina de Don Manuel
El sol se hacía presente y el calor aumentaba conforme pasaban las horas, por lo que Don Manuel sugirió que empezáramos la caminata ya que íbamos a recorrer un poco el monte para apreciar los sistemas de cultivo de la región.

Caminando hacia el monte junto a Don Manuel
 La subida se empezó a notar, atrás se quedaba el pueblo, y a las orillas del camino se observaban cafetales (Coffea canephora), potreros, naranjales (Citrus sinensis), cedros (Cedrela odorata) y acahuales. En un punto de la caminata, pudimos observar lo que ya llevábamos recorrido, sin embargo, aún faltaba llegar a la cima de la colina.

Cafetal mezclado con plátanos y cedros
Vista hacia Coacuilco, se puede apreciar los potreros y los árboles muchos de ellos de cafetal
Bebimos agua del manantial, y en el camino pudimos platicar con algunas personas que llevaban leña, café, quelites y pastura para sus animales, mientras los compañeros se sentían cansados por el calor y la subida, la gente se veía fresca y liviana, acostumbrada a la rudeza del clima y del camino.

Entrevistando a una señora que llevaba quelites para su casa
Hombre transportando una carga de café (40 kg aproximadamente) bajo el duro sol de la Huasteca
Por fin, la cima estaba a la vista, y frente a nosotros, el cerro de Loltla se hacía presente, parecía que casi llegábamos a la mitad del recorrido, pero faltaba la bajada, la cual fue aún más difícil que la subida, aun así, la belleza del paisaje nos animaba a seguir. Después de una hora, estábamos en el lecho del río donde nos detuvimos a descansar.

El cerro del Loltla ante nuestros ojos...
El regreso iba a ser paralelo al río, el lugar era más fresco y se podía ver la vegetación de los terrenos, había pimienta (Piper nigrum), mangos (Mangifera indica), aguacates (Persea americana), papatla (Canna indica), sembradíos de maíz y más cafetales. De pronto, el río que en un principio no tenía agua, se había unido a otros más hasta llegar al río principal que venía del cerro de Loltla, así que fue un buen momento para descansar y apreciar la belleza natural de las rocas, y del agua limpia y cristalina donde los peces nadaban tranquilamente.

Junto al río de Loltla
En la orilla del río, crecían poblaciones de colas de caballo (Equisetum sp.), y también se podían observar olmos (Ulmus sp.) y la dureza de sus troncos, porque a pesar de las crecidas del río, han resistido los golpes de las rocas.

Cola de caballo
Olmo
Todos exhaustos y hambrientos, llegamos a la orilla de la carretera, donde después de esperar minutos, abordamos una camionetita que sirve de transporte entre las comunidades. Al llegar a la casa de Don Manuel, la comida ya estaba lista: un rico mole huasteco acompañado de arroz blanco y frijoles nos esperaba en la mesa, un platillo típico de las fiestas de la huasteca, sobra decir que era un manjar digno de celebrar.

Mole huasteco, típico de la región
Una vez terminada la comida, visitamos a unos artesanos que elaboran máscaras con diferentes tipos de árboles, pero principalmente de pemuche (Erythrina). Las máscaras eran una maravilla, había desde las que representaban un venado, hasta las que tenían forma de jaguar, todo elaborado con herramientas rústicas que utilizaban para su fabricación.

Máscara de venado
El día se había pasado muy rápido entre el recorrido y las visitas que se hicieron al huerto y a los artesanos, por lo que antes de irnos de Coacuilco, decidimos ver su plaza principal, donde se podía observar la representación de una coralillo en piedra. Esta figura, representa el nombre del lugar ya que Coacuilco significa serpiente rayada; según cuenta Don Manuel, que hace tiempo se había encontrado un monolito con forma de serpiente, pero con el tiempo se perdió y solo se elaboró la réplica que ahora está en la plaza.

Representación de una serpiente de coralillo
El día había llegado a su fin, así que viajamos hacia Huejutla de Reyes, donde nos quedamos en un hotel cerca de la Plaza de Armas, para al día siguiente poder recorrer el famoso tianguis del lugar que se coloca todos los domingos. Al día siguiente, muy temprano, fuimos directamente al mercado, donde probamos el zacahuil, que es un tamal gigante como para 150 personas, envuelto en hojas de papatla, y elaborado con masa de maíz, pollo y cerdo. Junto con este tamal, probamos el Xojol, que es un tamal dulce, elaborado con masa de maíz y pilón.

Abriendo el zacahuil para vender
Dentro del mercado, también probamos las enchiladas, que son muy diferentes a las que se conocen en el Valle de México, ya que son tortillas remojadas en diferentes tipos de salsa: verde, tomate y chile seco, las cuales tiene un precio sumamente accesible, de tan solo un peso la enchilada.

Comiendo enchiladas huastecas en el pasillo de las enchiladeras del mercado
Después de un buen desayuno, recorrimos el mercado, donde había bastantes productos de la región, calabazas, chiles verdes, chiltepines, flores de pemuche, bules, jícaras, tamarindo, tomate arrugado y tomatillo, nopalitos frescos, frijol, café, camote y yuca cocida, tamalitos de charales, carne fresca y seca, animales, ceras y muchas cosas de atractivos olores, sabores y hasta colores.

Venta de productos frescos
La algarabía de la gente llenaba de ruidos el ambiente, hablaban en español y también en náhuatl, preguntaban precios, hacían sus cuentas y venían si les gustaba para comprarlo, los vendedores ofrecían, te daban una prueba de yuca, te mostraban la mejor gallina o guajolote, y la gente mercaba sus productos para llevarlos a su casa.

Vendedor de ceras naturales y parafina
Preguntando el precio de las esponjas
Había tantas cosas por ver, pero el tiempo era corto, así que tuvimos que irnos decir adiós a Huejutla y dejar atrás la Huasteca para regresar a Texcoco después de siete horas, llevando en nosotros una gran cantidad de experiencias, recuerdos y sobre todo ganas de volver, porque como bien dice Don Manuel, que si pruebas el agua del manantial, es probable que ya no te quieras ir.

Compañeros del Colegio felices de conocer la Huasteca