Las selvas tropicales, con su vegetación exuberante y su diversidad de formas de vida, siempre han jugado un papel grande en la imaginación de las personas, y es el enfoque de muchos esfuerzos conservacionistas.
Y cuando no podemos convencer a las personas citadinas o los que quieren rapar estos sitios mágicos por una ganancia a corto plazo (y no me refiero a los que viven con la selva y solo aprovechan algunas partes pequeñas para sus necesidades), a veces sacamos el argumento que se trata de una farmacia viviente. De miles y millones de tipos de seres vivos que seguramente han desarrollado las respuestas a muchos males que nos aquejan.
Posiblemente, esto es cierto. Pero, si examinamos las plantas que usan las personas que viven en o cerca de las selvas (o bosques tropicales húmedos), la evidencia es bastante mixta. Efectivamente, en algunas partes del mundo, por ejemplo en algunas regiones en África, la mayoría de las plantas medicinales provienen de selvas. Lo que es más, en varias regiones existe la creencia que las plantas obtenidas de la vegetación silvestre son más efectivas.
Pero, los pocos estudios dedicados al tema han mostrado que existen otros factores que juegan un papel: distancia, por ejemplo, efectividad, la abundancia de la planta y la frecuencia de las enfermedades. Los estudios en Mesoamérica apuntan más bien a la vegetación secundaria como la principal fuente de medicinas para las personas locales.
Hace unos años, una estudiante mía, Mónica Pérez Nicolás, decidió estudiar este tema en un pueblo en la Sierra Norte de Oaxaca, Santiago Camotlán, que pertenece al distrito de Villa Alta,
para su tesis de maestría. Quería saber si el uso de plantas medicinales puede motivar a los pobladores locales de conservar el bosque. Aquí está el pueblo:
Es una región con grandes variaciones en altitud, muy húmeda y por lo tanto diferentes tipos de vegetación. Contaba con bosque mesófilo (bosque de niebla o bosque templado húmedo), bosque tropical semiperenne y selva (bosque tropical perenne). La población de la región vive de la agricultura y la ganadería.
El trabajo estuvo bastante intensivo y largo. Mónico tuvo que identificar los tipos de vegetación, luego las plantas medicinales, cuantificar su importancia relativa y luego evaluar cada tipo de vegetación como fuente de plantas medicinales. Todo esto con el apoyo de los pobladores y los conocedores de la medicina tradicional y del territorio, por supuesto.
¿Y el resultado? Pues la fuente principal para plantas medicinales eran los huertos familiares. Allí las personas (sobre todo las mujeres) resguardaban las plantas que consideraban útiles para curar las enfermedades más recurrentes, como las gastrointestinales, respiratorias, traumatismos o de la piel. Uno de las razones principales para recurrir a plantas medicinales eran las enfermedades "que el médico no cura", las que los etnobotánicos llamamos "de filiación cultural", como el
susto, el mal de ojo, etc. Si alguna planta considerada necesaria se encontraba lejos, se hacían intentos de trasplantarla, a veces con éxito y a veces no.
Después de los huertos, seguían en importancia la vegetación ruderal del pueblo (orillas de caminos, bardas, etc.), las milpas, los potreros y los acahuales (vegetación secundaria de milpas en descanso). Sí había algunas plantas medicinales que se obtenían del bosque mesófilo, pero pocas y de importancia reducida. De los bosques tropicales casi no.
Ahora, ¿por qué es esto? Existen varias posibles explicaciones - desde la propuesta que plantas que tiene un crecimiento rápido (muchas malezas) invierten más en defensa química, hasta el tipo de sistema médico o la conveniencia. También es posible que sea diferente en regiones áridas - desiertos y bosques de regiones secas son fuentes notorias de muchas plantas medicinales importantes. Tampoco es tan tajante - los médicos tradicionales se Camotlán sí usaban algunas plantas de los bosques, nada más que no muy seguido y para enfermedades poco comunes. Así que necesitamos saber más. Y conservar bosques tropicales por las muchas maravillas que albergan, que tienen un valor en si mismo y derecho a la vida.
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La semana pasada presenté este trabajo en el Congreso Mexicano de Etnobiología, que se celebró en Morelia, Michoacán. ¡Y hoy salió, finalmente,
el artículo en Botanical Sciences! Pueden recurrir a éste (en inglés), o a la
conferencia en español, para más detalles. Tiene un
Material Suplementario con fotos de los tipos de vegetación. Abajo van los enlaces.
Para leer más:
Pérez-Nicolas, M., H. Vibrans y A. Romero-Manzanares, 2018. Can the use of medicinal plants motivate forest conservation in the humid mountains of Northern Oaxaca, Mexico? Botanical Sciences 96(2): 267-285. DOI: 10.17129/botsci.1862.
Material Supplementario. (Acceso libre)
Pérez-Nicolas, M. y H. Vibrans, 2018. Los bosques como fuentes de plantas medicinales. Conferencia presentada en el XI Congreso Mexicano de Etnobiología, Morelia, Michoacán, México, del 10-15 de junio.
Pérez-Nicolás,
M., Vibrans, H., Romero-Manzanares, A., Saynes-Vásquez, A.,
Luna-Cavazos, M., Flores-Cruz, M., Lira-Saade, R., 2017. Patterns of
knowledge and use of medicinal plants in Santiago Camotlán, Oaxaca,
Mexico. Economic Botany 71(3): 209-223. doi:10.1007/s12231-017-9384-0
Pérez Nicolás, M., 2014. ¿El uso de plantas medicinales silvestres contribuye a la conservación de bosques? El caso de Santiago Camotlán, Oaxaca. Tesis de maestría. Posgrado en Botánica, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Texcoco, Estado de México.