Mostrando las entradas con la etiqueta Cucurbitaceae. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Cucurbitaceae. Mostrar todas las entradas

lunes, 1 de agosto de 2016

Pine Mountain 4: las plantas medicinales

Ya les hice tres reportes sobre la reunión de la Sociedad de Botánica Económica a la que asistí hace unas semanas. Hoy, y como última contribución, les quiero hablar de algunas de las conferencias del resto del evento que me llamaron la atención, y que versaban sobre el tema siempre popular de las plantas medicinales.

Andrew Semotiuk presentó un trabajo sobre la cucurbitácea Ibervillea sonorae de México. Es una especie norteña que ha adquirido fama como hipoglicémica, o sea, para el tratamiento de la diabetes. Con base en entrevistas a curanderos y vendedores de plantas medicinales y su descripción de la forma de tomarla y sus efectos, llegó a la hipótesis de que la especie actuaba en forma similar a un inhibidor de una enzima, la alfa-glucosidasa, que se llama acarbosa.

Y efectivamente, se pudo confirmar este efecto en el laboratorio, en forma dosis-dependiente. Adicionalmente, encontró estimulación de la producción de insulina. Indica, correctamente, que la identificación de los mecanismos de acción de las medicinas herbolarias son muy útiles para, por ejemplo, evitar sustancias contraindicadas. Y claro, es una bonita confirmación de los usos tradicionales.





Otro trabajo, de Cassandra Quave y colaboradores, mostró datos sobre la efectividad de algunas especies medicinales sobre el acné. En general, el tema de las enfermedades dermatológicas está un tanto descuidado en la etnobotánica.  El acné, específicamente, se trata a menudo con antibióticos, y éstos están empezando a volverse inefectivos - además, tienen sus propios problemas. Tomar antibióticos durante tiempos largos puede ser perjudicial para el funcionamiento del intestino.
Se compararon varios remedios tradicionales de Italia contra un grupo de especies recolectadas al azar. Se encontraron varios extractos efectivos, y hubo una diferencia notoria entre los remedios y las especies recolectadas al azar, así que, otra vez, se muestra que la medicina tradicional tiene base en observaciones a menudo certeros.







Una profesora universitaria, Lisa Castle, reportó sobre una técnica pedagógica para aumentar el interés en cursos de botánica que toman estudiantes con otros carreras principales, como medicina. Para estos estudiantes, los cursos de botánica suelen tener mala fama por aburridos.

Lo que hizo ella fue un trabajo por proyecto, donde los alumnos tenían que identificar plantas medicinales recolectadas de poblaciones silvestres, y luego evaluar su vulnerabilidad. Ella dice que este tema despertó interés, llevó a los alumnos de adquirir y practicar un buen número de habilidades, y en general fue un éxito.



Me gustaría compartir además dos trabajos históricos que me parecieron interesantes.

En el primero, se extrajeron recetas de textos médicos antiguos, en este caso de los celtas del siglo XIII de Gales, Reino Unido. Identificaron las plantas que se usaban para tratar infecciones, que fueron 165 especies. Se buscaron 107 de éstas y con análisis simples se mostró que el 63% de estas especies efectivamente tenían efectos antibacterianos.







Sonia  Peters presentó otro trabajo histórico, ahora sobre la "medicina de los esclavos" en Barbados. Ella analizó fuentes históricas, y encontró un papel muy preponderante de especies que se usan para heridas, golpes, etc. (lógico, considerando la vida de esclavo en las plantaciones de caña) y el papel de la familia de las euforbiáceas para este fin. Y lo que llamó más la atención fue que a menudo eran las mismas especies o parientes cercanos que se usaban y usan en sus regiones de origen (Ghana, Nigeria) actualmente. Hasta tenían nombres comunes similares. Así que esta población humana traslocada reconoció las especies y construyó su nuevo sistema sobre los conocimientos antiguos de su tierra.


También presenté un trabajo, con el título "Plantas ruderales como fuente de plantas medicinales en México"; fue un reanálisis de varios trabajos, mostrando que las plantas de las orillas de cultivos, caminos o de acahuales son una fuente muy importante de estas plantas curativas.

viernes, 22 de julio de 2016

Sopa de flor de calabaza

Desde tiempos prehispánicos, las flores y tallos tiernos son importantes en la gastronomía de México y hay platillos muy tradicionales hechos con ellas. Tal es el caso de la flor de calabaza (Cucurbita pepo) que se emplea principalmente en las famosas quesadillas de flor de calabaza, pero también se usan para hacer tamales, tortitas, gorditas y sopas.

Flores de calabaza. Foto H. Vibrans

México es sin lugar a dudas el país con mayor cantidad de recetas que utilizan esta flor como ingrediente.

Su importancia nutricional radica en que posee calcio, potasio, hierro, magnesio y fósforo, por ello se recomiendan como apoyo al crecimiento y al desarrollo de los huesos.

Así como también nos aporta vitamina A, vitamina B (B1, B2, B3) Vitamina C, y ácido fólico.

Por esto aquí les dejo una receta para preparar una deliciosa sopa

Ingredientes:
  • 1 manojo de flor de calabaza
  • 3 chiles poblanos limpios
  • 3 elotes desgranados
  • 5 tazas de caldo de pollo
  • ½ cebolla picada
  • 1 diente de ajo
  • 1 rama de epazote
  •  ¼ de queso panela en cubos
  • Aceite para freír y sal

Procedimiento:

Cocer los granos de elote en agua con sal.

Cortar los chiles en rajas.

Limpiar las flores (La flores se limpian quitando el pedúnculo que nosotros normalmente llamamos tallo y los sépalos que son las pequeñas hojitas que se encuentran rodeando la flor).

Ingredientes

En una olla con aceite sofreír la cebolla, el ajo, agregar las rajas, el epazote, elote y finalmente agregar el caldo de pollo.

Epazote, granos de elote y cebolla

Cuando este hirviendo agregar las flores y sazonar con sal.

A este punto se añaden las flores.
Dejar cocer las flores.

Servir.

Sopa de flor de calabaza lista para degustar

martes, 11 de agosto de 2015

En la Sierra de Zongolica - muestra culinaria

Una de mis alumnas, Claudia Sánchez, es originaria de Tetlalzingo, municipio de Soledad Atzompa, Veracruz, una comunidad nahua localizada en la Sierra de Zongolica. Su tesis versa sobre el uso de los quelites de su región. Una de las actividades previstas era una muestra culinaria de este tipo de alimentos, y la semana pasada su comité fue a asistir al evento.

Claudia, ya con la mesa de la muestra culinaria preparada

Fue todo un acontecimiento. Se reunieron aproximadamente 30 mujeres, y se presentaron 19 platillos, hechas con 13 diferentes especies se plantas silvestres o cultivadas: 

  • quelite blanco (Chenopodium berlandieri) - este fue el quelite más popular, con cinco platillos, aprovechando tanto las hojas como las inflorescencias (inflorescencias capeadas en caldillo, hervido y exprimido y simplemente hervido, con huevo, guisado con chile y cebolla)
Lo que llamaron huauzontle eran las inflorescencias del quelite blano o cenizo (Chenopodium berlandieri), que también son comestibles (de hecho, el huauzontle es la forma domesticada de este quelite). Esta combinación ganó uno de los premios.

  • quintonil (Amaranthus hybridus) guisado
  • nabo (Brassica rapa) hervido
  • col de hoja (Brassica oleracea) hervido
Un guisado de napush o col de hoja - esto es una forma de la col desconocida en el resto de México, pero que se consume en toda la Sierra Madre Oriental húmeda, por lo menos entre Veracruz, Puebla y Oaxaca.

Aquí está la col, o napush, que se cultiva en la región y que a veces se asilvestra. Es una forma muy parecida a la forma silvestre, pero con flores blancas.

  • hojas de papa extranjera (Oxalis tuberosa) con chile como salsa
Nabo hervido con una salsa picante de papa extranjera

  • flor de izote (Yucca), preparado a la mexicana con huevo, jitomate, cebolla y chile
Flor de izote con huevo, a la mexicana

  • quelite de 5 hojas (Cleome) guisado (este se tiene que dejar descansar durante una noche)
Esto es el guisado del quelite de cinco hojas ...

... y esto es la planta en un huerto familiar; es una Cleome.

  • lengua de vaca (Rumex obtusifolius) hervida y otra versión hervida con papas
  • lechugilla (Sonchus oleraceus) en ensalada con jitomate, cebolla y cilantro
Esta ensalada de lechugilla ganó el primer lugar. No era una receta tradicional, sino un platillo que la autora había desarrollado ella misma, tomando en cuenta los gustos de sus hijos.

  • guias de chayote (Sechium edulis) en salsa roja y simplemente hervidas con sal
  • guias hervidas y flores de calabaza en taco (Cucurbita pepo
Guias de calabaza hervidas - muy fáciles de hacer y sabrosos.

Esto no eran quesadillas, ya que no tenían queso, sino un guisado de flores de calabaza, así que los llamaron empanadas.

  • acelgas (Beta vulgaris) a la mexicana
  • ñamoli (Phytolacca icosandra) guisado con chile y cebolla
Una cosa que nos llamó la atención era que para dos especies, Rumex obtusifolia y Phytolacca icosandra, se reportaron formas comestibles y no comestibles - un fenómeno que se conoce de otras especies, pero que todavía no se ha investigado para estas dos.

Las juezas deliberando (Edelmira Linares, María Rivas y yo, con una amiga de Claudia como secretaria)

La premiación

Y luego lo importante - ¡todas prueban todo!



lunes, 12 de enero de 2015

Revista Agroproductividad 2014/IV, V, VI: turismo rural, fauna silvestre y chayote

En el último medio año salieron tres números de la revista Agroproductividad. A continuación les cuento qué contienen. Recuérdense que pueden bajar todos los números disponibles en pdf aquí, o en el sitio oficial de la revista.

El número 4 de 2014 tenía como tema el turismo rural. Tiene varios artículos sobre el potencial y las perspectivas de diversos sitios y regiones. También contiene tres artículos sobre el habitat o el manejo de fauna silvestre.

Abajo pueden ver el índice, y una ilustración de los atractivos turísticos de Santa Ana Teloxtoc, Puebla, y una tabla que refleja los resultados de entrevistas sobre el tema de alimentos regionales típicos.

 Pueden bajar este número aquí.




El siguiente número, el 5, reune varios artículos sobre fauna silvestre. Algunos artículos son más ecológicos, pero hay varios estudios sobre mamíferos emblemáticos, como el jaguar y el puma.

Abajo se dan como ejemplos unos cuadros donde se muestra cómo se documenta la presencia de determinados animales, por ejemplo, a través de huellas, cámaras y excrementos característicos.

El número se encuentra aquí.



El último número de 2014, el 6, no tiene un tema global, sino reune varios diferentes temas, como un reporte sobre el mejoramiento participativo del chayote, que resultó en chayotes lisas altamente aceptables para los consumidores, sobre el uso del tepexcohuite como medicinal, la producción cañera en México en los últimos años, o una contribución del director del Colegio de Postgraduados, el Dr. Jesús Moncada de la Fuente, sobre su visión para la instituciones de enseñanza e investigación agropecuaria en México.

 Aquí lo pueden bajar.




viernes, 10 de octubre de 2014

¡Como hacer una rica agua de chilacayota!

En los tianguis y mercados de Oaxaca es muy común encontrar una bebida preparada de la pulpa de la chilacayota (Cucurbita ficifolia). Esta es otra forma de consumir la chilacayota aparte de la pulpa cristalizada, que muchos conocen. Esta bebida tiene la peculiaridad de ser fácil de hacer y ser muy deliciosa.

Primeramente, necesitas conseguir una chilacayota de tamaño apropiado para que alcance para toda la familia. Sigue los siguientes pasos para elaborar una rica bebida poco valorada y difundida.

Ingredientes:

  • 1 chilacayota de aprox. 2 kg
  • 5 rajitas de canela
  • 500 g de piloncillo
  • 1 rebanada grande de piña


Elaboración:

1. Primeramente, lava la superficie de la chilacayota y parte en trozos pequeños.


2. Coloca los trozos en una cacerola u olla de barro. Añade un vaso lleno de agua. Tapa el recipiente y colócalo a fuego alto.

3. Cuando empiece a hervir (aprox. 20 min), coloca las rajas de canela y el piloncillo. Mueve para integrarlos con la chilacayota.


4. Tapa y deja que el piloncillo se derrita y forme una miel.
5. Corta la piña en pequeños trozos y colócala en el recipiente. Mueve la mezcla y deja hervir por aproximadamente 40 min.

Cuando veas que la piña está cocida y la pulpa de la chilacayota ha absorbido el color del piloncillo, apágalo y deja enfriar.

7. Ahora tienes la fruta lista para que prepares agua fresca. Toma unos trozos de chilacayota, quita la pulpa con una cuchara y ponla en una jarra, puedes quitar las pepitas si lo deseas. Cuando tengas suficiente pulpa, añade un poco de agua y bate con la mano para formar una masa.


8. Añade agua al gusto (depende de que tan espesa quieras el agua) y pruébala , si requiere más azucar puedes usar la misma miel que se formó con el piloncillo o puedes poner azucar al gusto.


Lo ideal es que cuando prepares la chilacayota pongas suficiente piloncillo para que después no tengas que endulzar con azúcar, pero esto depende de que tan dulce te gusten las bebidas.

Disfruta una rica comida acompañada de esta rica agua!!