jueves, 24 de noviembre de 2016

Las promesas incumplidas de los OGMs

Hace unas semanas la New York Times publicó unos artículos, comparando los rendimientos de algunos cultivos en Europa (donde no se usan transgénicos) y los Estados Unidos, donde sí se usan. Además, parece que el uso de herbicidas ha aumentado en EUA.

Con estos datos, se sugiere que muchas de las promesas de esta tecnología no realmente se están cumpliendo. Los artículos tienen los títulos "Dudas sobre la abundancia prometida de los organismos genéticamente modificados" y "Promesas incumplidas de los organismos genéticamente modificados". Vean:

Comparación de rendimientos de canola en Europa y Norteamérica entre 1985 y 2014 (nótense que el rendimiento de por sí está mucho más alto en Europa). En remolacha de azúcar la tendencia era similar; en maíz los rendimientos eran casi iguales y aumentaron al mismo paso.

Uso de herbicidas en maíz en EUA; en Francia bajaron. Hay que mencionar que el uso de insecticidas en maíz sí han bajado en las regiones donde se planta maíz transgénico. Desafortunadamente, esto es un rasgo muy peligroso, ya que puede conferir una ventaja a plantas silvestres que adquieran esta característica a través de la hibridación.

Los artículos no tenían secciones de comentarios de lectores, pero sí se publicaron algunas cartas al editor después. Había algunas críticas sobre la manera como se presentaron los datos y acerca de la selección de datos representados.

Desde mi propio punto de vista, esto no sorprende. Hay que distinguir entre la justificación pública (dizque aumento en rendimientos, bajar uso de pesticidas) y las razones reales por los que los agricultores adoptan la tecnología (bajar costos, sobre todo de mano de obra).

Desafortunadamente, este ahorro solo dura un rato, hasta que los bichos encuentran la manera de burlarse de los esfuerzos. Y luego hay que echarle cada vez más. Esto lleva a la llamada "pesticide treadmill" donde se vuelve imposible hacer agricultura sin pesticidas, y cada vez más de ellos. En los transgénicos se manifiesta en la incorporación de resistencia a varios insectos o herbicidas. Hay los que dicen que así es si queremos alimentos baratos.

Para mí los peligros de los transgénicos no están tanto en que nos vamos a envenenar al comerlos, aunque esto todavía está en verémos. Sino están en los grandes monocultivos uniformes que promueven, en la organización oligopólica o monopólica de los proveedores (y compradores) que dejan al agricultor individual en una situación más indefensa que un obrero, así como los efectos sobre el suelo de monocultivos contínuos (erosión, contaminación, pérdida de fauna edáfica, etc.).

Claro, los transgénicos comparten algunos de estos efectos con otras inovaciones, como los híbridos. Pero los potencian. Además está la contaminación genética en las regiones donde existen parientes silvestres, que puede tener efectos muy nocivos que todavía no apreciamos.

Nos quitan alternativas y aumentan muchos tipos de riesgos. Ahora fallas en la cosecha por razones climáticas o nuevas enfermedades pueden ser mucho más catastróficas. Los (pocos) productores de los insumos tienen el poder de extorsionar a todo el mundo, literalmente, en lo más elemental que hay, el alimento. Y no crean que no lo van a hacer una vez que se quitan de encima la competencia de los pequeños agricultores más o menos autónomos. That's business.

Una parcela con canola en Alemania (2004). En el primer plano se encuentra un cultivo de trigo, por cierto con bastantes pastos malezas, por el uso demasiado seguido de herbicidas contra plantas de hoja ancha.

1 comentario:

  1. Muchas promesas se nos hicieron, pocas se cumplieron. La toxicidad de los OGMs per se todavía se está estudiando, pero no caben dudas de la toxicidad asociada al modelo productivo, porque además quedan remanentes residuos de herbicida en los granos, y por ende en los alimentos elaborados a partir de ellos

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