miércoles, 11 de julio de 2018

Sabor y color en la flora de Valle de Bravo

El 13 y 14 de abril pasado nos llevaron en el curso de Botánica Sistemática Avanzada a Valle de Bravo y Santo Tomas de Los Plátanos.
Cascada Velo de Novia, Valle de Bravo
Exactamente visitamos la zona aledaña a ésta belleza de cascada Velo de Novia, con vegetación de pino-encino, para reconocer las familias mas importantes y características de esta zona. Te presento algunas de las especies que logramos observar con flores:

Parte de los integrantes del curso con la Dra. María Flores
Familia botánica: Asteraceae, planta frecuente a la orilla de la quebrada
Familia botánica: Betulaceae, Alnus acuminata Kunth. comúnmente conocido como aile
Familia botánica: Bromeliaceae, género Pitcairnia
Familia botánica: Cactaceae, Disocactus speciosus (Cav.) Barthlott
Familia botánica: Apocynaceae, Nerium oleander L.
Regresando al casco colonial de Valle de Bravo, caminamos en el alegre y concurrido parque central, las calles, y sobre ellas la vida se abre paso, se construye, se disfruta colores y sabores diversos, todos al natural.

Una de las calles de Valle de Bravo, al fondo la Iglesia
Nanches y piñas, listas para comerse
Fresas con crema a quien no se le antoja
Para las salsas caseras aquí estan los tomates


¿Has probado los esquites de camarón? Si no los has probado te los recomiendo, una verdadera delicia, cerca del parque central los puedes encontrar.
Esquites de camarón
Por si no lo creias ahi están los camarones
Uno para llevar por favor
El dia siguiente, al amanecer salimos con rumbo hacia Santo Tomas de Los Plátanos, ubicado en una región con una selva baja caducifolia, un lugar de ríos con represas y éstas con mucho lirio de agua que azolva el cuerpo de agua.

Antíguo Santo Tomas Los Plátanos, inundado por la represa
Pero quien se imaginaria que en esa apariencia de vegetación sin vida se pueden encontrar una belleza de plantas adaptadas a este clima a soportar las altas temperaturas, la poca lluvia, el poco suelo para anclar las raices y muchos necesitando de sus hojas, tallos, flores y frutos para sobrevivir.

Aspecto dominante en la vegetación del pedregal
Pero aqui encontramos muchas plantas muy interesantes, algúnas de éllas son:

Familia botánica: Moraceae, Ficus petiolaris Kunth, comúnmente llamado cinara amarillo

Familia botánica: Burseraceae, género Bursera
Familia botánica: Bromeliaceae, Tillandsia ionantha Planch.
Familia botánica: Aristolochiaceae, Aristolochia mycteria Pfeifer. Identificada por Dr. Favio González
Detalle de la flor
Detalle del fruto
Familia botánica: Cactaceae, comúnmente llamado viejito
Familia botánica: Cactaceae, género Mammillaria
Dra. María Flores, recolectando Hechtia sp. 
Ya saliendo del Santo Tomás de Los Plátanos, lamentamos el incendio que estaba en el cerro:

Humo en el cerro
El tiempo de nos hizo corto, hubiésemos querido tener otro día más, o regresar porque hay mucho por conocer, valorar y documentar en la diversidad florística de Valle de Bravo y Santo Tomás de Los Plátanos.

Si vas invítame...

lunes, 18 de junio de 2018

Las selvas ¿son una farmacia viviente?

Las selvas tropicales, con su vegetación exuberante y su diversidad de formas de vida, siempre han jugado un papel grande en la imaginación de las personas, y es el enfoque de muchos esfuerzos conservacionistas.

Y cuando no podemos convencer a las personas citadinas o los que quieren rapar estos sitios mágicos por una ganancia a corto plazo (y no me refiero a los que viven con la selva y solo aprovechan algunas partes pequeñas para sus necesidades), a veces sacamos el argumento que se trata de una farmacia viviente. De miles y millones de tipos de seres vivos que seguramente han desarrollado las respuestas a muchos males que nos aquejan.

Posiblemente, esto es cierto. Pero, si examinamos las plantas que usan las personas que viven en o cerca de las selvas (o bosques tropicales húmedos), la evidencia es bastante mixta. Efectivamente, en algunas partes del mundo, por ejemplo en algunas regiones en África, la mayoría de las plantas medicinales provienen de selvas. Lo que es más, en varias regiones existe la creencia que las plantas obtenidas de la vegetación silvestre son más efectivas.

Pero, los pocos estudios dedicados al tema han mostrado que existen otros factores que juegan un papel: distancia, por ejemplo, efectividad, la abundancia de la planta y la frecuencia de las enfermedades. Los estudios en Mesoamérica apuntan más bien a la vegetación secundaria como la principal fuente de medicinas para las personas locales.

Hace unos años, una estudiante mía, Mónica Pérez Nicolás, decidió estudiar este tema en un pueblo en la Sierra Norte de Oaxaca, Santiago Camotlán, que pertenece al distrito de Villa Alta, para su tesis de maestría. Quería saber si el uso de plantas medicinales puede motivar a los pobladores locales de conservar el bosque. Aquí está el pueblo:


Es una región con grandes variaciones en altitud, muy húmeda y por lo tanto diferentes tipos de vegetación. Contaba con bosque mesófilo (bosque de niebla o bosque templado húmedo), bosque tropical semiperenne y selva (bosque tropical perenne). La población de la región vive de la agricultura y la ganadería.

El trabajo estuvo bastante intensivo y largo. Mónico tuvo que identificar los tipos de vegetación, luego las plantas medicinales, cuantificar su importancia relativa y luego evaluar cada tipo de vegetación como fuente de plantas medicinales. Todo esto con el apoyo de los pobladores y los conocedores de la medicina tradicional y del territorio, por supuesto.

¿Y el resultado? Pues la fuente principal para plantas medicinales eran los huertos familiares. Allí las personas (sobre todo las mujeres) resguardaban las plantas que consideraban útiles para curar las enfermedades más recurrentes, como las gastrointestinales, respiratorias, traumatismos o de la piel. Uno de las razones principales para recurrir a plantas medicinales eran las enfermedades "que el médico no cura", las que los etnobotánicos llamamos "de filiación cultural", como el susto, el mal de ojo, etc. Si alguna planta considerada necesaria se encontraba lejos, se hacían intentos de trasplantarla, a veces con éxito y a veces no.



Después de los huertos, seguían en importancia la vegetación ruderal del pueblo (orillas de caminos, bardas, etc.), las milpas, los potreros y los acahuales (vegetación secundaria de milpas en descanso). Sí había algunas plantas medicinales que se obtenían del bosque mesófilo, pero pocas y de importancia reducida. De los bosques tropicales casi no.

Ahora, ¿por qué es esto? Existen varias posibles explicaciones - desde la propuesta que plantas que tiene un crecimiento rápido (muchas malezas) invierten más en defensa química, hasta el tipo de sistema médico o la conveniencia. También es posible que sea diferente en regiones áridas - desiertos y bosques de regiones secas son fuentes notorias de muchas plantas medicinales importantes. Tampoco es tan tajante - los médicos tradicionales se Camotlán sí usaban algunas plantas de los bosques, nada más que no muy seguido y para enfermedades poco comunes. Así que necesitamos saber más. Y conservar bosques tropicales por las muchas maravillas que albergan, que tienen un valor en si mismo y derecho a la vida.


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La semana pasada presenté este trabajo en el Congreso Mexicano de Etnobiología, que se celebró en Morelia, Michoacán. ¡Y hoy salió, finalmente, el artículo en Botanical Sciences! Pueden recurrir a éste (en inglés), o a la conferencia en español, para más detalles. Tiene un Material Suplementario con fotos de los tipos de vegetación. Abajo van los enlaces.



Para leer más:

Pérez-Nicolas, M., H. Vibrans y A. Romero-Manzanares, 2018. Can the use of medicinal plants motivate forest conservation in the humid mountains of Northern Oaxaca, Mexico? Botanical Sciences 96(2): 267-285. DOI: 10.17129/botsci.1862. Material Supplementario. (Acceso libre)

Pérez-Nicolas, M. y H. Vibrans, 2018. Los bosques como fuentes de plantas medicinales. Conferencia presentada en el XI Congreso Mexicano de Etnobiología, Morelia, Michoacán, México, del 10-15 de junio.

Pérez-Nicolás, M., Vibrans, H., Romero-Manzanares, A., Saynes-Vásquez, A., Luna-Cavazos, M., Flores-Cruz, M., Lira-Saade, R., 2017. Patterns of knowledge and use of medicinal plants in Santiago Camotlán, Oaxaca, Mexico. Economic Botany 71(3): 209-223.  doi:10.1007/s12231-017-9384-0

Pérez Nicolás, M., 2014. ¿El uso de plantas medicinales silvestres contribuye a la conservación de bosques? El caso de Santiago Camotlán, Oaxaca. Tesis de maestría. Posgrado en Botánica, Colegio de Postgraduados, Montecillo, Texcoco, Estado de México.

miércoles, 16 de mayo de 2018

Árboles nativos de uso múltiple

Las plantas nos proporcionan diversos beneficios que nos ayudan a subsistir: desde la producción de oxígeno para respirar, frutos hojas, tallos, flores y raíces para alimentarnos y curar algunas enfermedades, madera y postes para la construcción de nuestras casas y muebles, etc. Hay algunos árboles que tiene la cualidad de servir para más de un propósito. Las catalogamos como especies de uso múltiple y es interesante su estudio porque son preferidas tanto en los huertos familiares como en otros sistemas de producción a pequeña escala.

En diferentes estudios en el Estado de Morelos, se ha recabado información acerca de los beneficios que proporcionan las plantas en los huertos familiares. En esta ocasión mencionaré las especies de uso múltiple nativas que llaman más mi atención.

El guaje (Leucaena esculenta) es un árbol nativo de México que es útil porque sus frutos se consumen en fresco y en seco. Después de la producción, los árboles son podados y la leña es usada porque no hace humo y produce buena braza. Además las hojas son utilizadas como forraje para los animales.
Árbol de guaje con frutos
Ciruela (Spondias purpurea) es un árbol de frutos comestibles, ya sea verdes en salsa, frescos, secos en dulce como pasas en atole o en tamales. Sus brotes u hojas tiernas tienen un uso medicinal cuando se mastican, para fortalecer la dentadura. El árbol es utilizado como cerco vivo, ornamental y para dar la sombra .

Frutos de ciruela

Atole de ciruela

El guamúchil (Pithecellobium dulce) es un árbol que produce frutos  que se consumen frescos, en atoles o salsa.

Fruto de Guamuchil

Los retoños de sus hojas sirven como forraje para animales y abono orgánico. En la medicina tradicional sirve para atender la diarrea, los cólicos, el malestar estomacal, las llagas, las heridas, los granos y para reforzar la dentadura. El té elaborado con la cascara o corteza calma el dolor de estómago. También es utilizado para dar sombra y de cerco vivo para delimitar terrenos, además es ornamental debido a la apariencia de su follaje, misma que es utilizada como postes para construir trancas así como para leña. Con su madera se elaboran mangos de herramientas y artesanía.

Árbol de guamuchil


Artesanías hechas con la madera del Guamuchil 

El guayabo (Psidium guajava)
es utilizado por sus frutos comestibles, como fruta fresca o postre, también se comen cocidos y endulzados o preparados en mermelada. En la medicina tradicional, el fruto y las hojas sirven contra la diarrea, sus hojas también son útiles para aliviar la cruda. La madera del guayabo sirve para fabricar instrumentos de trabajo como los mangos de las herramientas y las sillas de montar, además es utilizada en la elaboración de enseres domésticos como palanganas, cucharas, espátulas, bastidores y palitas. Sus ramas son usadas para elaborar trompos, resorteras y baleros. Este árbol además es utilizado de ornamental.

A modo de conclusión.

Las especies de árboles mencionadas son de gran importancia en las comunidades rurales, porque además de que son utilizados para el autoabasto, los dueños también pueden obtener beneficios económicos por la venta de los diferentes productos. Tienen la ventaja de que se encuentran adaptados a condiciones de sequía.

Para saber más:

Sotelo-Barrera, M., E. García-Moya, A. Romero-Manzanares, R. Monroy y M. Luna-Cavazos, 2016. Arboreal structure and cultural importance of traditional fruit homegardens of Coatetelco, Morelos, Mexico. Revista Chapingo Serie Ciencias Forestales y del Ambiente 23: 137–153.

Especies para la reforestación (fichas de especies muy completas en el sitio de la Conabio)
Árboles tropicales comunes del área Maya (en inglés)
Árboles de la UNAM
Árboles y arbustos comunes de Los Tuxtlas
Árboles de la selva lacandona útiles para la restauración ecológica 
Árboles de Centroamérica 

martes, 15 de mayo de 2018

Conferencias: hongos venenosos y etnobotánica


En el ciclo de conferencias en Etnobiología, que está organizando en la Facultad de Ciencias de la UNAM, todavía faltan dos conferencias que serán de interés para muchos de ustedes. Una se dará el viernes, 25 de mayo de 2018 y la segunda el siguiente martes, 29 de mayo, ambas a las 11 h en el Aula Magna Leonila Vázquez del Conjunto Amoxcalli.

La primera está a cargo del Dr. Felipe Ruan Soto y el tema son las intoxicaciones por consumo de hongos silvestres entre los tsotsiles de Chamula, Chiapas. Y la segúnda será impartida por la querida maestra Abigail Aguilar Contreras, sobre qué falta hacer en la etnobotánica mexicana.

Hay transmisión en vivo a través de la página Facebook de la Red sin Fronteras de Estudiantes de Etnobiología:
https://www.facebook.com/Red-sin-fronteras-de-estudiantes-de-etnobiología-308128796008116





lunes, 14 de mayo de 2018

Elaboración de Bocashi, alimento ecológico para las plantas.

Hortalizas orgánicas nutridas con bocashi

Muchos quisieramos consumir alimentos sanos, libres de productos químicos.

En esta ocasión quiero mostrarles como se hace un Bocashi, este es un abono orgánico fermentado que contiene nutrientes óptimos para los cultivos.

En un curso sobre agricultura orgánica que tomé en 2017 en Apipilhuasco, estado de México, tuve el placer de conocer al M.C. Vicente de la Rosa, un productor orgánico. El maestro nos mostró su invernadero con producción de diversas hortalizas orgánicas.

En una de las prácticas que tuvimos aprendimos la elaboración de bocashi. A continuación indicaré como se hace en base a las anotaciones que hicimos los compañeros del curso y un servidor.

Hay tres elementos importantes que deben de estar en la misma proporción: tierra, paja y estiércol, esto en peso o en volumen.

Materiales:
1. 300 kg de tierra.
2. 300 kg de paja triturada.
3. 300 kg de estiércol seco.
4. 40 a 80 kg de carbón machacado (comúnmente utilizado para los braceros).
5. 450 g de levadura para pan.
6. 10 litros de melaza o 20 kg de azúcar.
7. Agua.
8. Pala.
9. Rastrillo.
10. Carretilla.
11. Regaderas.
12. Un tambo de plástico de 100 litros.

Procedimiento:
1. Preparar una mezcla con agua, melaza y levadura. Agregar la melaza en el tambo con agua y mezclar hasta conseguir una mezcla homogénea. Posteriormente incorporar la levadura en pequeñas cantidades (es la fuente de microorganismos para activar la fermentación) sin dejar de mezclar para evitar que se hagan grumos.

Mezcla de agua-melaza-levadura

2. Extender la paja en una superficie plana, firme y limpia libre de algún tipo de contaminantes (utilizar de preferencia paja del ciclo anterior). Humedecer la paja con la mezcla de agua, melaza y levadura de manera homogénea. Incorporar un tercio del carbón machacado.

Se extiende la paja y se le aplica la mezcla de agua-melaza-levadura

3. Después a esto se aplica la tierra sobre la paja y nuevamente se aplica la mezcla de agua, melaza y levadura cerciorándose que la tierra quede completamente húmeda. Posterior se incorpora otro tercio del carbón machacado.

Incorporación de tierra sobre paja

4. Posteriormente se aplica el estiércol y se vuelve a aplicar la mezcla de agua, melaza y levadura tratando de que toda la mezcla quede perfectamente húmeda. Se incorpora el último tercio de carbón machacado.

Incorporación del estiércol a la paja y tierra

5. Por último se mezcla manualmente dos veces todo el preparado hasta que queden completamente mezclado los tres materiales.

Mezcla de materiales

6. Con el puño se cerciora de que esté bien mezclado, tiene que estar húmedo, se debe de hacer el molde en el puño y no tiene que escurrir ni una gota.

Prueba del puño

7. Toda la mezcla se almacena en un lugar limpio y cubierto dándole la vuelta 4 veces durante 15 días.

Almacenamiento de bocashi

8. Pasando los 15 días el fertilizante orgánico está listo para usarse.

¡Consumamos alimentos naturales!


Para leer más 

Marin, M., 2011. Elaboración y uso del bocashi. FAO y Ministerio de Agricultura y Ganadería, Programa Especial para la Seguridad Alimentaria Pesa en El Salvador. San Salvador, El Salvador.
Bertolí H., M. P., E. Terry Alfonso y D. Ramos Agüero, 2015. Producción y uso del abono orgánico tipo Bocashi. Una alternativa para la nutrición de los cultivos y la calidad de los suelos. Folleto. Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas. Mayabeque, Cuba.
Ministerios de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (MAGAP), 2014. Elaboración, uso y manejo de abonos orgánicos, 1–20. Quito, Ecuador.

viernes, 27 de abril de 2018

El algodón en los textiles mexicanos

Mañana se llevará a cabo un evento interesante sobre el uso de algodón en textiles mexicanos. La cita es a las 11 h en uno de los auditorios del complejo Amoxcalli de la Facultad de Ciencias, UNAM.

Hay transmisión en vivo a través del grupo Red sin Fronteras de Estudiantes de Etnobiología en Facebook, en la pestaña videos.






viernes, 16 de marzo de 2018

Tamales de mojarra

Tamal  de mojarra

Los tamales de mojarra son un platillo tradicional de la comunidad Náhuatl de Coatetelco, Morelos. Se pueden hacer tamales rojos (chile criollo) y verdes (chile serrano) y tomates. A continuación mostraré la receta para los tamales verdes.

Ingredientes para 10 tamales: 
20 mojarras (Oreochromis niloticus)
2 cabezas de ajo ( Allium sativum)
20 chiles serranos  (Capsicum annuum)
2 kilogramos de tomate (Physalis philadelphica)
Sal al gusto
Hojas de totomoxtle (Zea mays)

Preparación

Preparación de la salsa
Se licuan los chiles serranos, las cabezas de ajo, los jitomates con un poco de agua y se agrega sal al gusto.
Salsa verde


Preparación del tamal
Paso 1.Se remojan las hojas de totomoxtle 
Paso 2. Se toma una hoja de totomoxtle y se agrega una cucharada grande de salsa verde y una ramita de epazote.


Paso 3. Se coloca una mojarra previamente lavada y se vuelve a agregar una cucharada de salsa verde y una ramita de epazote.


Paso 4. Se agrega otra mojarra y se agrega nuevamente una cucharada de salsa verde y una ramita de epazote.


Paso 5. Se envuelve por completo el tamal usando las hojas de totomoxtle que sean necesarias (aproximadamente 15) y se amarra con una tirita de la misma hoja.



Paso 6. Se coloca el tamal en el comal previamente encendido con leña. Una vez cocido de un lado se voltea, y se espera a que se cueza del otro lado. El tiempo de cocción va de 45 minutos a 1 hora aproximadamente.


Y a disfrutar acompañado de tortillas hechas a mano.