miércoles, 16 de septiembre de 2015

En la Sierra de Zongolica - las plantas útiles

Durante mi viaje reciente a la Sierra de Zongolica tomé fotos, por supuesto. El propósito del viaje era conocer el área de estudio de mi alumna, Claudia Sánchez, y asistir a un evento que ella organizó en el pueblo Tetlalzingo. A continuación les muestro algunas que tienen que ver con plantas útiles. Las plantas silvestres son tratados en Jehuite.

Al llegar a la parte de la Sierra de Zongolica que corresponde a Soledad Atzompa - y antes al municipio vecino Atzompa - se observa la importancia de la madera. Casi todas las casas trabajan con este material. Se producen principalmente muebles rústicos, que luego se venden en todo el centro de México.


Madera secando - que no es fácil, debido al clima húmedo de la región.

Por todos lados se observa madera en diferentes estadíos de procesamiento.

Mas madera secándose.

Un taller.

A pesar de no tener un clima muy apropiado para el maíz, que es una planta C4 y no produce bien con frío y humedad, la gente lo cultiva para tener asegurada el alimento básico. Aquí ven algunas mazorcas de la familia de Claudia.

Durante nuestro viaje tuvimos suerte con el clima - eran días asoleados, a pesar de ser una región con abundante lluvia y neblina. Pero, fueron los días de la canícula, fenómeno meteorológico que generalmente coincide con la floración del maíz. La canícula se debe a un cambio en el régimen de lluvias que se da cada año: de mayo a julio las lluvias generalmente son del tipo tropical (o convectivo), mientras de septiembre en adelante se deben más a ciclones tropicales (y estos son las que causan inundaciones). Si quieres saber más, aquí hay un artículo bonito de 1980 de Victor Toledo, explicando el régimen de lluvias en México.

Claudia se había organizado con familiares y algunas amigas para alimentar a sus visitas. Aunque se lleva el maíz nixtamalizado al molino, la masa todavía requiere un repaso con el metate.




Las tortillas de la region son un poco más gruesos que aquellas que acostumbramos en la ciudad de México. Y muy sabrosas, por supuesto, como siempre son las tortillas realmente hechas con maíz criollo y en casa.

Un guisado que me gustó especialmente fue esta sopa de habas secas y nopales - una combinación sencilla, pero muy saludable e interesante en términos de sabores y texturas.

Y las salsas ... ni se diga.

Otra caracteristica de la región - que comparte con otras que tienen climas húmedos - son los huertos familiares exuberante. Un grupo de plantas comunes son los floripondios, Brugmansia. Aquí ven la forma que es un poco amarillento, que es la más abundante.



Y, por supuesto, todo el mundo tiene macetas, a pesar del terreno agreste y la falta de espacio plano.

Otra cosa que llama la atención son las diferentes especies y variedades cultivadas de magueyes, a pesar del clima húmedo. En una corta vuelta por el campo contamos cinco diferentes.

Y se produce aguamiel y pulque, por supuesto.

Un tabaco, Nicotiana, pero cultivado más bien como ornamental.

El chile manzano, Capsicum pubescens, es común y le gusta el clima.

Una cosa que me llamó la atencion era esta borraja, Borago officinalis, que tenía flores blancas, en vez de azules.

Otra especialidad de las zonas húmedas del centro-sur de México es el cultivo de una col, Brassica oleracea, pero que es muy parecido a la forma silvestre (y a veces se asilvestra). Tiene flores blancas, y se comen las hojas de manera de la famosa kale, que proviene de la misma especie pero es otro cultivar.

Aquí se cultivan margaritas en la milpa. Estas plantas ornamentales juegan un papel ritual en la región - se utilizan en varias ceremonias religiosas.

Este es el quelite cenizo, un Chenopodium, probablemente C. berlandieri.

En esta región también se consume Stellaria media como quelite. La especie es originaria de Eurasia y alimento conocido.

Aquí esta el grupo: María Rivas, Claudia, Alex McAlvay, Robert Bye, Edelmira Linares y unos sobrinos de Claudia.

Comprando barro, producto de un pueblo vecino.

Los mirones.

Para ver más:

martes, 15 de septiembre de 2015

"Margaritas en tu cabeza y un ramito en tus manos": Una tradición en Soledad Atzompa

Toda la familia se levanta desde muy de madrugada para esperar a los familiares invitados. Posteriormente, con la ayuda de ellos, se llevarán a cabo diferentes labores de la casa, ya que para estas ocasiones se necesita hacer mucha comida (mole, arroz, caldo de pollo con verduras, etc.), diferentes tipos de tamales y decenas de tortillas a mano. Las mujeres son las que se encargan de todo esto; por otro lado los hombres se ocupan en hacer la barbacoa de hoyo con pencas de maguey, así como adornar la casa con globos y con otros materiales. Las chicas tampoco se salvan, pues ellas tienen que escombrar y barrer el patio de la casa, así como acomodar mesas, sillas y manteles.

Y ante todo esto, desde luego que no pueden faltar las famosas coronas y collares hechas con flores de margarita (Leucanthemum vulgare Lam.), así como los ramitos llamados “macxochime” que se hacen con hojas de tecpiltzin (Stevia sp.) y flores de margarita, estos dos accesorios por así llamarlos generalmente están a cargo de los señores, puesto que las mujeres ya no les alcanza el tiempo ya que al preparar la comida para todos los invitados les quita mucho tiempo.

Margarita (Leucanthemum vulgare Lam.)
Tacpiltzin (Stevia sp.)
Al hacer las coronas y collares solo necesitan una aguja con hilo blanco y una canastita de flores blancas de margarita (sin el pedúnculo), y consiste en ir metiendo las flores en la aguja e irlas desplazando hasta el hilo blanco, y así sucesivamente hasta tener un tamaño adecuado dependiendo si es una corona o un collar.

Una corona y un collar de margaritas
Los macxochime se hacen enrollado una flor de margarita con el pedúnculo en dos hojas de tecpiltzin (Stevia sp.). Se acomoda de tal manera hasta que quede como un ramo, enseguida se amarra más o menos a la mitad del ramo con un hilo blanco.
Macxochime (hojas de tecpiltzin con una margarita)
Estas dos plantas margarita y tecpiltzin tienen un valor cultural (ritual) muy alto en todas las comunidades de Soledad Atzompa, Veracruz, aunque solo se utilizan en ocasiones especiales. Pero todas las familias de este municipio las han ocupado alguna vez, puesto que no pueden faltar cuando tienen algún compromiso o fiesta especial, aunque también son requeridos en eventos religiosos.
Boda de Vero y Eucario
Las coronas y los collares se ocupan como un obsequio a los padrinos por parte de los ahijados o de los compadres como signo de agradecimiento, por tanto son indispensables en fiestas como en bodas, confirmaciones y primeras comuniones, así como para colocarles a las deidades que se tienen en la iglesia en fechas importantes (fiestas patronales o cambio de mayordomo de un santo). También se emplean cuando el pueblo espera a un personaje importante como un arzobispo u obispo o la visita de los diputados y/o gobernadores.

Recibimiento de los padrinos de la boda en la casa de los novios
Colocación de una corona y un collar a los padrinos de la boda
Niños y adolescentes en el sacramento de la primera comunión
Un collar de flores para el nicho de San Antonio Abad
Visita del Sr. Obispo en la parroquia de Atzompa
Los macxochime suelen ser más ocupados, ya que son indispensables en todo tipo de fiestas como en los bautizos, las graduaciones, las primeras comuniones, las confirmaciones, las bodas, el cambio de mayordomo y la visita de personajes importantes al pueblo. Son como una ofrenda, un saludo floral o como un signo de agradecimiento por parte de los caseros hacia los visitantes.

Obsequio de los macxochime a los padrinos del bautizo
Algo curioso de esto, es que antes de que se entreguen tanto las coronas y collares como los macxochime, primero se tienen que humear con el copal, puesto que para las familias de Soledad Atzompa es como una forma de bendecirlos antes de ser entregados.

Sahumerio con incienso para humear coronas, collares y macxochime

¡Está padre, no crees!

lunes, 14 de septiembre de 2015

IV Congreso Latinoamericano de Etnobiología

Aviso que en dos semanas inicia el IV Congreso Latinoamericano de Etnobiología, en conjunto con el V Congreso Colombiano de Etnobiología, en La Cauca, Colombia. No puedo ir, pero seguramente algunos de ustedes sí. No encontré los resúmenes, pero supongo que se subirán durante el congreso y los tendré que revisar. La página web es bastante atractiva.


viernes, 11 de septiembre de 2015

Tomamolli (mole de tomate)

El tomamolli es el nombre en nahuatl que designa una comida que se elabora especialmente para el Viernes Santo en San Gabriel Chilac, Puebla, desde que tengo memoria. Desconozco si esta comida es exclusiva del pueblo o se comparte en la región, sin embargo, hasta hace algunos años se preparaba en casi todas las casas del pueblo. Recientemente su elaboración y consumo ha disminuido debido a que las nuevas generaciones no tienen gusto por ella.

A continuación mostrare los ingredientes y modo de preparación:

Ingredientes:
1 kg de pescado seco
2 kg de jitomate (Solanum lycopersicum L.)
1 litro de tempesquistles (Sideroxylon palmeri (Rose) T. D. Penn.)
1 cebolla (Allium cepa L.) picada
2 chiles jalapeño verde (Capsicum annuum L.) picados
5 dientes de ajo (Allium sativum L.) picados
8 clavos (Syzygium aromaticum (L.) Merr. & L. M. Perry)
5 pesos de chile guajillo (Capsicum annuum L.)
1 litro de aceite
12 huevos
sal al gusto

Modo de preparación:
La noche anterior se corta el pescado seco en varias partes o las que se crean necesarias y se pone a remojar en agua para quitar todo el exceso de sal.
La mañana siguiente, se enjuaga muy bien con agua, aproximadamente dos veces, y se deja escurrir en una coladera (Imagen 1).

En un recipiente se pone un poco de aceite y se fríe; después, se pone en un recipiente las claras de los huevos, una yema y todo ello se bate hasta que tenga una consistencia espumosa.

Imagen 1: Pescado seco, limpio y en trozos pequeños.
Se capean los trozos de pescado, poniendo una cacerola a fuego lento con aceite.
Una vez que está caliente, cada trozo de pescado se pasa por la mezcla obtenida de las claras y yema, tratando de cubrir todo el pescado y se ponen en la cacerola.
Una vez que se ven de color café claro, se sacan y se ponen en un recipiente para que se escurran y quitan el exceso de aceite.

Se pone a hervir agua, una vez que está hirviendo, se le vacían los tempesquistles previamente limpios y sin colita.
La olla se cubre con bolsa de plástico y se le cambia dos veces, ésto para que el latex que desprenden estos frutos se impregnen en las bolsas y no en ellos.

Una vez que están suaves y son de color verde oscuro, quiere decir que ya están cocidos, se quitan del fuego, se les quita el exceso de agua y se espera a que se enfríen; una vez fríos, se procede a partirlos a la mitad con los dedos para quitarles la semilla (Imagen 2)

Imagen 2: Tempesquistles cocidos y partidos con los dedos.

Los jitomates pasan por el mismo proceso, los cuales se parten en trozos medianos con los dedos (Imagen 3).

Imagen 3: Jitomate partido y listo.

También, los chiles guajillo se limpian, es decir, se les quita las semillas, las venas y se parten en trozos pequeños.
Se ponen a remojar por 40 minutos aproximadamente, hasta que se suavicen, una vez listos, se muelen en una licuadora con los clavos y sal al gusto.

Una vez que se tiene todo lo anterior listo, se procede a poner a fuego lento una cacerola, se le agrega aceite y ya que se calentó, se vacía la cebolla y el chile picados (Imagen 4).

Imagen 4: Chile y cebolla picados

Minutos después se agrega el jitomate, el ajo picado y después los tempesquistles; con una cuchara se le da  movimientos circulares a la mezcla para que no se pegue. Ya que esta hirviendo, se le suelta la salsa del chile guajillo previamente colado y se deja hervir nuevamente.

Ya que esté hirviendo, se le agrega los trozos de pescado capeados, dejándolos hervir solo por unos minutos y......listo!!

A probar esta delicia.

Imagen 5: Platillo listo para comer.

Provechito!!



jueves, 10 de septiembre de 2015

Revista Agroproductividad 2015/I, II, III y IV: frutales, ornamentales e interesantes plantas novedosas

El año se va volando, y ya salieron cuatro nuevos números de la Revista Agroproductividad.

Abajo les pongo las portadas y los contenidos de estos números. Los enlaces conducen a la versión en pdf.

 El primero número del año contiene varios artículos sobre plantas nativas de importancia regional o en vías de domesticación, sobre todo de la familia Solanaceae. Trata las papitas silvestres que hay en varias partes de México (Solanum sect. Petota), los chiles de la región Huasteca (se recuerdan de la serie sobre el chile ahumado de la región de Gerardo Casales?), los tomates de cáscara, otra especie emparentada en vías de domesticaión, Physalis pruinosa, el chile habanero y huacle, así como información sobre las calabazas en los valles centrales de Oaxaca y el cultivo del camote (Ipomoea batatas).


El segundo número de 2015 está dedicado principalmente a árboles frutales - la ilama, la lima persa, el limón mexicano, la papaya y el limón. Pero, también hay información sobre algunas otras plantas, como rosas, noche buena y una combinación forrajera de un pasto y una leguminosa tropical. También se tratan unas técnicas para reproducir Jatropha curcas a través de estacas.

 El tercer número trata animales comestibles dulceacuícolas, sobre todo el pejelagarto y la tilapia, pero también el huauchinango y el camarón blanco (este sí de agua salado). Además se describe cómo se puede utilizar el agua de los criaderos. Finalmente, hay un artículo sobre el uso de rastrojo de maíz y estiercol bovino para hacer composta.


Y el número que acaba de salir, el IV, es una colección de diversos temas. Se tratan el aceite esencial del tomillo, características del aceite de variedades criollas o nativas del cacahuate, biodiesel, una enfermedad de calabazas, la avicultura de traspatio, el uso de agua de lluvia para fines agropecuarios, productos "verdes" en Sonora, el papel de la capacitación, la Heliconia como ornamental subutilizada (por cierto, tiene bonitas fotos de las especies), cerveza artesanal, producción de fresa en una zona árida (San Luis Potosí) y la producción de plántula de chile habanero.

miércoles, 9 de septiembre de 2015

La pagua (Persea schiedeana)

Árbol de pagua.

La pagua, Persea schiedeana, es un árbol frutal nativo de Mesoamérica, pariente cercana del conocido aguacate (Persea americana). Forma parte de la familia Lauraceae y la especie se distribuye desde México hasta Panamá (Smith et al., 1992). Es poco conocido en las zonas urbanas, y su número se ha reducido debido al establecimiento de plantaciones de café (Coffea arabica) y de otros cultivos en el estado de Puebla y Veracruz. Es reconocido como buena fuente nutricional en las regiones tropicales de México y Centroamérica. Esta especie no se cultiva en gran escala para la producción de frutas, pero en general prospera en huertos familiares.

Usos
Las mejores frutas de los árboles nativos son comercializadas en los mercados locales. La madera es usada para la construcción y para la carpintería, y como patrón para injertar el aguacate, por su raíz resistente. Su fruto en México se consume untando la pulpa del fruto en tortillas de maíz (Zea mays L.), y en Guatemala, el mesocarpio también se utiliza en la sopa de frijol negro (Phaseolus spp.).
Pagua

Frutos de pagua

Esta fruta se vende principalmente en los mercados regionales y rara vez aparece en las cadenas de supermercados, porque tiene una vida de post-cosecha corta, lo que limita su comercialización. Las dimensiones y el peso de la fruta varían mucho, desde 100 a 450 g. El color de la cascara puede ser negro, verde, rojo obscuro, naranja o amarillo verdoso. El contenido de aceite varia del 25% al 36% del peso de la fruta fresca (Joaquin-Martinez et al., 2007).

El árbol de la pagua tolera inundaciones, por lo tanto ha sido estudiado para controlar enfermedades de la raíz el aguacatero, sin embargo, los estudios relacionados con las características de los frutos son escasos. La fruta se cosecha de acuerdo con el número de días después el cuajado, el color y la firmeza de los frutos. Existen datos de color y firmeza disponibles como puntos de referencia para determinar cuándo cosechar. Sin embargo, no hay referencia cuantitativa como medida de madurez en consumo.

Nombres comunes 
En Mexico, se le conoce comúnmente como pagua, coyocte, chalte, chinena, chinin, chinene, kiyo, kiyau, aguacate de monte, aguacate de manteca, aguacaton, pera salvaje. En Guatemala es chucte y en Honduras es comúnmente sucte o schucte, originado por los indígenas Jicaques y significa “chupado”.

Referencias
Joaquín-Martínez, M. C., J. G. Cruz-Castillo, J. de la Cruz-Medina y O. del Ángel-Coronol, 2007. Distribución ecogeográfica y características del fruto de Persea schiedeana Nees. en Los Tuxtlas, Veracruz, México. Revista Fitotécnia Mexicana 30(4): 403-410.
Smith, N. J. H., J. T. Williams, D. L. Plucknett y J. P. Talbot, 1992. Tropical forests and their crops. Comstock Publ., Ithaca, NY.


martes, 8 de septiembre de 2015

Simposio sobre economía agrícola y recursos naturales

Todavía tiene unos días (hasta el 15 de septiembre) para inscribirse al IV Simposio de Economía Agrícola y de los Recursos Naturales, que se está organizando para el 15 y 16 de octubre de 2015. La sede será el Colegio de Postgraduados en Texcoco.


lunes, 7 de septiembre de 2015

Lo rural en Valle de Chalco

Ejidatario Valle de Chalco

Al oriente de la Gran Ciudad (de México) se ubica uno de los municipios más jóvenes del Estado de México: el Valle de Chalco Solidaridad. Fue urbanizado a partir de 1994.

Cuando uno se acerca a una de las ciudades más grandes del mundo, el Distrito Federal y su área metropolitana, uno piensa en un mundo cosmopolita, urbano, citadino, donde el ambiente rural ya no tiene cabida. La ciudad parece haberse tragado a los pueblos originarios y zonas rurales. Pero, resulta que la gente originaria del lugar no fácilmente abandono su modo de vida.

¿Quieres saber que hicieron para sobrevivir?


Interior del solar o traspatio

La gente originaria de este municipio ha aprendido a combinar sus formas de vida rural y campesina con los modos urbanos. Aprendió a convivir con todos los nuevos pobladores, quienes arribaron alrededor de 1980.
Pobladora de origen Mixe en Valle de Chalco

Los oriundos del pueblo viejo de Valle de Chalco, mejor conocido como Xico, habitan los alrededores del cerro del Marqués y cerro de Xico. Llegaron alrededor de 1924, según los adultos mayores con más de 80 años de edad.

Las primeras familias que poblaron Xico todavía preservan tradiciones campesinas, vinculadas con su origen rural. Una de las prácticas más comunes es producir leche, maíz, flores para el día de muertos y algunas hortalizas, ya sea en el cráter del volcán o en sus patios. Dichas familias cuentan con terrenos amplios, donde todavía tienen espacios para actividades agropecuarias.

Col producida en terreno común


Coles producidas en traspatio 

Dentro de las actividades destaca la tradicional milpa, sembrada en el cráter y en los terrenos que siguen deshabitados dentro de la mancha urbana. Pertenecen a los ejidatarios que se han negado a vender sus tierras a las constructoras que han edificado casas de interés social en el cerro del Marqués.

Maíces cosechados en Xico


Maíz seleccionado  


Maíz de Chalco, cultivado en Xico

Los ejidatarios y campesinos con tradición tienen muy presente la importancia de preservar el maíz, particularmente el de la región de Chalco. Todavia hacen prácticas de conservación, selección de semillas y sus propias cruzas.

Maíz producido en Xico


Maíz para la conservación de semilla

Si estás interesado o interesada en conocer más sobre la vida rural en Valle de Chalco, te puedes acercar a los ejidatarios, al propio cráter del cerro o al Museo Comunitario instalado en la Ex-Hacienda de Xico. 

viernes, 4 de septiembre de 2015

¿Te gustaría aprender hacer velas de colores y además repelentes de mosquitos?

Alguna vez ¿has sentido un piquete de algún mosquito? ¿Verdad que es desagradable y duele? Pues aquí te tenemos una solución para combatir esos piquetes, mediante la elaboración de velas con las hojas secas del árbol de neem. El neem se ha utilizado y está científicamente comprobado como repelente de insectos y/o mosquitos, ya que al liberar su aroma se percibe un ambiente de relajación y a la vez que los insectos son ahuyentados. Además son velas repelentes ecológicas, dado que son biodegradables. Verás que tan fácil y divertido es hacer tus propias velas como repelentes y ya no tendrás que sufrir de esos molestos piquetes en temporadas de calor.

Velas repelentes
Material
• Estufa o parrilla eléctrica
• Moldes para velas (vasos)
• Latas de aluminio grandes (se pueden ocupar las latas de leche) u ollas
• Crayolas de colores
• Pabilo

Ingredientes
• 1 kg de parafina
• Hojas secas de neem

Nota:
La parafina se puede adquirir en comercios especializados o en los mercados, viene en bloques de color blanco con cierta transparencia, a mayor transparencia mejor calidad.
El pabilo también se puede conseguir en los mercados, hay de variadas dimensiones ya listos para usarse, de las cuales está el fino que es recomendable para velas de hasta 4 cm de diámetro y poca altura y especialmente para velas de noche, el mediano se utiliza para velas de 4 cm a 8 cm de diámetro y el grueso para velas de 8 cm a 12 cm de diámetro. También se pueden conseguir pabilos con el ojalillo correspondiente ya colocado.
Las hojas de neem se pueden conseguir en los mercados tradicionales en donde venden hierbas medicinales.



Procedimiento
1. Poner a baño maría la parafina hasta que se derrita completamente. Si desea que sus velas sean de colores, entonces junto con la parafina se derrite una crayola del color que desee.

Nota: Si quiere obtener diferentes colores, entonces para cada color que desee debe derretir una crayola en diferente lata u olla para evitar una mezcla de colores.


Parafina en baño maría


2. Se coloca el pabilo en todos los moldes que se vayan a ocupar, sosteniéndolo hacia arriba con algún objeto para que a la hora de verter la parafina no se sumerja.

3. Una vez que la parafina ya está totalmente derretida, se vierte un poco en el molde (la cantidad va depender de cuántos colores quieres que tu vela tenga) y encima se van macerando unas cuántas hojas secas de neem. Se espera a que se solidifique.

Primera capa con parafina

4. Una vez que se haya solidificado la primera capa, posteriormente se vierte la parafina de otro color, encima se maceran otras hojas de neem y se espera hasta que se solidifique. Y esto se va repitiendo sucesivamente hasta llenar el molde con las capas y colores que uno desee.

Combinación de colores

5. Finalmente, se retiran los objetos con los cuales se sostuvieron los pabilos, se corta el pabilo restante y se deja a la altura del molde. Y listo! tienes tus velas de colores que te van ayudar contra los mosquitos.

Velas terminadas

“Dile adiós a los mosquitos”