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viernes, 12 de enero de 2024

Mi primer semillero de cactáceas

Cuando era niño solía comprar plantas, pero nunca me cuestionaba de donde venían dichas plantas, pero de una u otra manera siempre me emocionaba ver tantas formas, colores, tamaños. Con el paso del tiempo esa curiosidad despertó mi interés, comenzando esta historia de amor con las cactáceas

Imagen de una Mammillaria gracilis

Empezaremos con la importancia de la conservación. 

En  México se cuenta con casi la mitad de las especies de cactáceas que existen en el mundo (SEMARNAT, 2016) de las cuales muchas se encuentran clasificadas como especies amenazadas como Astrophytum caput-medusae y Mammillaria herrerae. Estas plantas ornamentales han sido extraídas de manera ilegal por su alto valor entre coleccionistas; además han sufrido destrucción de sus hábitats. 

Para la obtención de semilla legal la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) ofrece vendedores autorizados. Las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS) y Predios o Instalaciones que Manejan Vida Silvestre (PIMVS) pueden abastecer a pequeños productores que empiezan con esta actividad.

En esta nota quiero enseñarte un poco de lo que se vive en este labor.

Especies de cactáceas mexicanas propagadas a partir de semilla .

Sin más preámbulos vamos con el tema de la germinación. Para ello toma nota que ocuparemos:

  • Recipiente de plástico transparente con tapa (ejemplo contenedores para alimentos)
  • Sustrato mineral de tamaño pequeño como tezontle, perlita, vermiculita, tepojal
  • Sustrato orgánico: composta, fibra de coco, peat moss, vermicomposta.
  • Una botella de agua purificada
  • Dos vasos 
  • Un palillo
  • Papel filtro o manta cielo.
  • Olla exprés o microondas
  • Cloro
  • Alcohol
  • Fungicida
  • Semillas de cactáceas.

Pasos:

1.- Obtención de semilla

Adquirir frutos en una UMA o PIMVS, estas pueden ser pulposas. Se limpian y desinfectan las semillas. La presencia de humedad y azucares de la pulpa pueden provocar crecimiento de hongos. Se limpian con dos a tres lavados con agua y se desinfectan sumergiendo las semillas en una solución de alcohol (80% de alcohol y 20% agua) para desinfectarlas.

2.- Escarificación

Las semillas de cactus tienen una cascarilla dura (testa) la cual requiere un tratamiento para adelgazarla. De manera natural el aparato digestivo de los animales (por ejemplo, aves y mamíferos) lleva a cabo este proceso con el ácido gástrico y enzimas (Flores y Jurado, 2011)

Para ello elaboramos un solución de cloro (30 ml) y agua  (70 ml) y se sumergen las semillas aproximadamente 5 minutos (nota: puede variar por el tamaño de la semilla) y con ayuda de un palillo y se agita la solución con las semillas, se escurren  y se enjuagan con agua limpia.

Escarificación de semillas de Stenocereus thurberi

3.- Hidratación 

Se colocan las semillas en un vasito desinfectado (con calor o alcohol), agregando agua purificada. Se deja reposar durante 12 a 24 horas, o hasta 48 horas en algunas especies. 

4.- Preparación del sustrato

En una bolsa se dispone del 70% de sustrato inorgánico y 30% de orgánico y lo mezclamos bien.  Cuando hablamos de sustrato orgánico básicamente es todo aquel sustrato cuyo origen proviene de derivados de carbono (Agroequipos, 2008).

Para la esterilización del sustrato se coloca en una olla exprés. A partir de que suena la válvula se cuentan 12 minutos. También puedes usar un horno de microondas metiendo el sustrato 12 min aproximadamente (Entresemillas, 2021)

El objetivo es disminuir la cantidad de microorganismos que puedan contaminar el semillero. 

Preparación del semillero 

5.- Preparación del semillero

Desinfecta el recipiente de plástico con alcohol y agrega el sustrato, trata de llenar al menos la mitad del volumen del recipiente. 

Posteriormente regamos con un fungicida sistémico para evitar la proliferación de hongos (la cantidad del fungicida depende de la marca, en este caso recomiendo Captan y se agrega 1 gramo por cada litro). 

Con ayuda de un papel filtro o manta cielo separamos las semillas, y las colocamos dentro del semillero, procurando tener las manos limpias y desinfectadas o usar guantes. 

Posteriormente se tapa el recipiente y se etiqueta, al menos colocando nombre de la especie y fecha. Las semillas sembradas se guardan en un lugar con sombra a temperaturas de 20 a 25°C durante 1 a 3 semanas. El tiempo de germinación depende de cada especie.

Semilleros con plántulas bajo malla sombra.

5.- Cuidados y mantenimiento de los semilleros

Una vez germinadas, las semillas requieren luz indirecta. Puedes ponerlas cerca de una ventana sin que le pegue sol directo (puedes ayudarte colocando malla sombra). Requieren una temperatura promedio de 25 a 27 °C para su desarrollo. Esto puede durar aproximadamente un año; todo este tiempo tienes que estar monitoreando constantemente el semillero.

Procura que tenga humedad el semillero. Puedes abrir el semillero a los 3 meses y se aclimata paulatinamente.

Semillero de 4 meses de germinación

Una vez que los cactus tengan un tamaño considerable y se observa que ya no caben en el semillero, es cuando se procede al repique. Esto consiste en trasplantar en un recipiente o maceta de mayor profundidad con un sustrato mas rico en materia orgánica.

Repique de cactus en charolas

Como resultado tendrás plántulas jóvenes listas para desarrollarse de manera individual. 

Espero que este pequeño tutorial te permita lograr tu primer germinación de cactus. Recuerda que con la practica podrás adaptar la técnica de germinación de acuerdo a tus necesidades.

Blogs del Cuexcomate que te podría interesar

Para saber mas recomiendo las siguientes fuentes:

Bibliografía

Esterilizar el sustrato para semillas o macetas (18 de julio del 2021)  Entresemillas.com

Flores, J. Jurado, E. (2011) Germinación de especies de cactáceas en categoría de riesgo del desierto chihuahense. Revista Mexicana de Ciencias Forestales 2(8): 59-70

Flores, J., Jurado, E. (2009) Efecto de la densidad de semillas en la germinación de Isolatocereus dumortieri y Myrtillocactus geometrizans, cactáceas columnares endémicas de México. Revista Mexicana de Biodiversidad 80(1): 141-144.

Agroequipos (2008) Los sustratos agrícolas y sus propiedades. Consultado el 1 de mayo de 2023.

viernes, 28 de abril de 2023

El cultivo de pitaya en Huitziltepec, Puebla

Al visitar la localidad de Dolores Hidalgo, en el municipio de Huitziltepec, en el estado de Puebla, pude darme cuenta de que cultivaban un cactus, cuyo fruto es la pitaya.

Pitayas en Huitziltepec, Puebla

Las pitayas son el fruto de un cactus de climas secos (Stenocereus pruinosus (Otto ex Pfeiff.) Buxb.). El cactus crece de forma columnar, es decir, que su tallo parece un cilindro, tiene muchas espinas y se ramifica . 

Cactus de la pitaya (Stenocereus pruinosus (Otto ex Pfeiff.) Buxb.)
 
Estos frutos son muy conocidos y apreciados en la comunidad, ya que  se consumen en fresco y además  pueden venderse. 
 
Venta de pitaya

A continuación haremos un "recorrido virtual" en el que veremos cómo se cultivan  pitayas en Dolores Hidalgo, Huitziltepec.

Empezamos con el establecimiento del cultivo...
 
El primer paso es la preparación del terreno en donde se va a establecer la parcela. Normalmente se eligen terrenos planos, después se afloja el suelo y se rastrea (se deshacen terrones grandes de suelo), esto se hace con máquinas.  
 
Terreno para el cultivo de pitaya
 
¡Ahora necesitamos las plantas!
 
Para esto, se cortan pedazos del tallo de un cactus sano. Estos pedazos se llaman esquejes o brazos. Deben medir entre 50 a 70 centímetros de largo y se dejan secar bajo la sombra por unos 45 días, para que se cicatrice el corte. 
 
Cactus de la pitaya de donde se cortan esquejes o "brazos" 
 
A plantar ...
 
Después de que los "brazos" o esquejes han cicatrizado ¡es momento de plantarlos!, para esto, se hace  un agujero de 50 centrímetros de profundidad y se pone el esqueje (un poco inclinado para que saquen más tallos).
 
Los meses en los que se planta son marzo, abril o parte de mayo, para que se desarrollen más raíces y que no se pudran los esquejes por efecto de la lluvia. 
 
Plantación de pitaya
 
A cuidar de los cactus ...
 
Una vez que se estableció el cultivo, necesitamos darle ciertos cuidados:
 
El deshierbe
 
En los meses en los que más llueve, crecen muchas plantas que son consideradas como malezas, que compiten por los nutrientes que hay en el suelo. Se eliminan con ayuda de un machete, a esto se le llama deshierbar. 
 
Cultivo de pitaya con malezas 

Abonado

Para nutrir a los cactus, es necesario abonar. Se refiere a agregar al lado del cactus, estiércol seco de vaca, cabra, borregos o gallinas, aproximadamente de unos 4 a 6 kilogramos por planta. 
 
Cultivo de pitaya abonado con estiércol seco de vaca
 
Cajeteo 
 
El cajeteo consiste en hacer un cajete, con ayuda de una pala. El cajete es un hueco que se cava en el suelo, alrededor del tallo de cada planta, para retener la humedad y reducir la erosión del suelo.
 
Cajetes en las plantas de pitaya
 
La poda
 
Cuando alguna planta tiene tallos enfermos o en mal estado, se hace una poda, es decir, se cortan los tallos. También se hacen podas para obtener más esquejes para poder plantarlos después.
 
Y finalmente ¡la cosecha! 
 
A finales del mes de abril ¡comienza la cosecha de pitaya! que dura todo el mes de mayo y los primeros quince días de junio. Eso sí, cuidado con las aves ¡que se las comen!

Cactus de pitaya y sus frutos 
Pitaya madura atacada por un pájaro
 
Para cosechar las pitayas, se utilizan unas tenazas o pinzas de metal para los cactus de menor altura y para los más altos se utiliza una garrocha, que es un tubo de metal con cuatro puntas metálicas en cada extremo, que sirven para sostener el fruto.





Cosecha de pitaya con garrocha


Escogiendo pitayas

Pitayas para la comercialización
 
Ahora que conoces todo el trabajo que existe detrás de estos deliciosos frutos, puedes visitar Huitziltepec en el mes de mayo, ya que cada año se hace una feria de la pitaya, en donde podrás probar otros productos como: yogurt, nieve, agua, licor, entre muchas cosas más, ¡anímate a probarlas!

Feria de la pitaya en Dolores Hidalgo, Huitziltepec, Puebla
Domíguez, I. (2015). Cultivo asociado de guaje rojo, pitaya y patahaya, un sistema de producción agrícola sustentable para las zonas áridas y semiáridas del sur del estado de Puebla. Tesis de Mestría. Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. 
Luna-Morales, C.C., Aguirre-Rivera, J.R. y Peña-Valdvia, C.B.(2001). Cultivares tradicionales mixtecos de Stenocereus pruinosus y Stenocereus pruinos (Cactaceae). Instituto de Biología.Serie Botánica. 72,2. Universidad Nacional Autónoma de México. 
Parra, F.A., (2007). Genética de poblaciones y procesos de domesticación de Stenocereus pruinosus en el Valle de Tehuacán, México. Tesis de Maestría. Universidad Nacional Autónoma de México. 


lunes, 6 de junio de 2022

La pitahaya en El Salvador

La pitahaya (Hylocereus spp.) está cada vez más popular a nivel mundial bajo el nombre dragon fruit o fruto del dragón - menos en su región de origen, Mesoamérica. Sí existe - gente rural lo tiene en sus huertos, hay algunas plantaciones, pero no realmente es popular ni común. En las escasas ocasiones que llega a los supermercados, todavía está muy caro por ser fruta de especialidad con un volumen bajo de venta. Esto a pesar de que es vistosa, sabrosa y práctica. 

Pitahaya en oferta para consumo inmediato

Hace pocos años, un estudiante salvadoreño, el ahora M.C. Gabriel Cerén, se dio la tarea de hacer un inventario básico de esta fruta de cactus trepador en su país. Gabriel entrevistó muy diversas personas a lo largo y ancho de su país. Les preguntó sobre usos, formas de consumo, preferencias, criterios de selección, etc. También hizo colectas y midió frutos.

Encontró varios detalles interesantes: La planta existe en prácticamente todos lados, pero principalmente a nivel de huerto familiar; la mayoría de las plantas vienen de poblaciones silvestres; hay diferencias considerables entre poblaciones en tanto a tamaño de fruta, color, color de la pulpa, dulzura, etc. Una variedad comercial, introducida a través de asistencia técnica internacional, no realmente conforma a la preferencias de la población, que es para frutos dulces. Algunos patrones de consumo coinciden con algunas divisiones culturales y étnicas históricas (que coinciden con diferencias ecológicas). 

Aquí la foto del pitahayero, José Gabriel Cerén López

La semana pasada presenté sus resultados en un cartel virtual en la reunión anual de la Society for Economic Botany. Aquí les comparto el cartel; también pueden ver mi presentación breve en Youtube; ambos están en inglés.

La pitahaya en El Salvador

 

Pueden leer toda la tesis aquí:

Cerén López, José Gabriel, 2019. Distribución, etnobotánica y cultivo de pitahaya (Selenicereus, Hylocereeae, Cactaceae) en El Salvador. Tesis de maestría, Posgrado en Botánica, Colegio de Postgraduados, Texcoco, México.

Gabriel también hizo contribuciones interesantes en Cuexcomate y Jehuite:

Por cierto, en el Colegio de Postgraduados ya existe un alto número de tesis sobre esta fruta, así que no somos los primeros que les llama la atención.

miércoles, 27 de abril de 2016

Las "monjitas" de Santa Inés Ahuatempan

Monjita blanca (Laelia albida)
Al viajar en la carretera Puebla-Ixcaquixtla, hay una desviación hacia Santa Inés Ahuatempan, un pequeño pueblo enclavado en la mixteca poblana. La vegetación aparenta ser árida, tosca y sin belleza, pero al mirar bien, observamos que entre lo seco, la hermosura surge aún en los sitios más inesperados.
Un paisaje típico de Santa Inés Ahuatempan
Ahuatempan significa a la orilla del encinar debido a la presencia de algunos bosques de encinos que adornan el paisaje entre tehuixtles, mezquites, copales y cacaloxúchitl.

Cacaloxúchitl (Plumeria rubra)
En estos encinos, hay plantas que se esconden entre las ramas, por ejemplo, cactáceas que por lo regular son terrestres, han germinado entre las arrugas de la corteza, creciendo entre restos de suelo y hojas en descomposición, estableciendo su dominio y adquiriendo una vida epífita.

Una cactácea (Mammillaria sp.) sobre la rama de un encino 
A finales de septiembre, en medio de los troncos, y cubiertas a la vista por las hojas, se empieza a observar el florecimiento de una orquídea famosa y conocida en la región.  Los habitantes la denominan “monjita”, nombre que nadie en la región me ha podido explicar en que se parece una monja a la orquídea. Tal vez provenga de la blancura de la flor, o por el orden que tienen los pseudobulbos cuando se van desarrollando, pero lo seguro es que la gente la conoce como monjita.

Monjita blanca (Laelia albida)
Su nombre científico es Laelia albida Batem. ex Lindl. Tiene una distribución amplia, que va desde el norte en Durango, hasta Oaxaca al sur. Presenta su floración de septiembre a enero en algunas regiones, y hay una variación en las tonalidades de amarillo a rosado en el centro de la flor.

En la región de Ahuatempan actualmente es raro poder encontrarla de forma silvestre. Son muy pocos los sitios donde aún se puede apreciar. Su población ha bajado por la extracción de las plantas, al cortar los encinos para leña y por la transformación de los bosques a cultivos o potreros.

Monjita silvestre creciendo en un encino
Sin embargo, cuando se extraen no es para su venta, ni como uso medicinal (aunque algunas personas mencionan usar los bulbos como cataplasmas). Más bien las colocan en los árboles que están en su casa, las dejan ahí hasta que las plantas se agarran de los troncos y de esta forma, y pueden verlas florecer año con año adornando los traspatios de las casas.

Colocación de un esqueje de planta en el tronco de un árbol de la plaza principal
La preservación de estas orquídeas mediante la colocación de nuevos esquejes en los árboles, permite que se puedan encontrar algunas especies que de manera silvestre es muy difícil encontrar en este municipio. De esta forma, también se encuentran monjitas moradas, las que pertenecen a dos especies diferentes de laelias: Laelia autumnalis y Laelia rubescens, las cuales aunque tienen menor presencia en el poblado, también son apreciadas por sus colores morado intenso.

Monjita morada (Laelia autumnalis) creciendo junto a una pitahaya (Hylocereus undatus)
Detalle de la flor de Laelia autumnalis
Laelia rubescens en traspatio
En algunos estados, las orquídeas del género Laelia en flor se utilizan para adornar los cementerios o las ofrendas de las casas durante la celebración de día de muertos (como en Guerrero), sin embargo, en Santa Inés Ahuatempan, su uso es más ornamental. Rara vez se las ve adornando un altarcito dentro de las casas. Junto con el cempaxúchitl, la monjita blanca es una de las flores más representativas durante el mes de octubre, ya que adornan y engalanan la casas donde se encuentran.

Floración de la monjita morada en el traspatio de una casa
Los campesinos son los que se encargan de vigilar y propagar mediante pequeños esquejes las plantitas de las monjitas, cuidadosamente colocan entre las ramas las matitas, y aunque las dejan desarrollarse solas, con frecuencia observan su crecimiento esperando con ansias la próxima floración, cuando nuevamente entre las varitas florales, aparezcan los blancos pétalos y sépalos satinados de amarillo y lila.

Esqueje de la monjita blanca colocado en el tronco de un mango
Este año, si algún día deciden ir por la mixteca poblana durante las fechas previas a día de muertos, no olvides voltear a observar los troncos de los árboles que están en las casas, porque puedes apreciar la belleza de las flores que brindan estas orquídeas llamadas monjitas.

Mata de monjita blanca creciendo en un mezquite (Prosopis laevigata)

Para leer sobre la conservación de Laelia albida e información sobre las calaveritas de Guerrero:

Santos, L., E. Aguirre, J. E. Campos y M. Martínez (2006) Conservación in situ de la flora mexicana: La orquídea Laelia albida, en una reserva de la biosfera. Ciencia y Desarrollo en Internet 2:1-9.

Salazar-Rojas, V. M., B. E. Herrera-Cabrera, A. Flores-Palacios e I. Ocampo-Fletes (2007) Traditional use and conservation of the "Calaverita" Laelia anceps subsp. dawsonii f. chilapensis Soto-Arenas at Chilapa, Guerrero, México. Lankesteriana 7(1-2):368-370.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Morir para seguir viviendo

Quien visitaba el Instituto de Biología de la UNAM en estos días, encontró una ofrenda grande bajo el tema "Morir para seguir viviendo - la Reserva de la Biósfera de Los Tuxtlas":

La entrada del Instituto de Biología, UNAM

El altar

Pescadores

Vista desde arriba

¿No está encantador este changuito? Hay que saber que en Los Tuxtlas todavía hay
bastantes moños araña, que a menudo se acercan a la estación de la UNAM.

La ofrenda tenía, como debe ser, manjares regionales variados para los que se fueron (con explicaciones, por si pasa un extraño por allí):


Tostadas de maíz de diferentes colores

Malanga (Colocasia esculenta) y algunos de sus productos

Zapote negro (Diospyros digyna) y pitahaya (Hylocereus undulatus)

La ciruela tropical (Spondias purpurea)

El fruto comestible de una palma, Astrocaryum mexicanum, llamado chocho.

Y, por supuesto, el tabaco, muy cultivado en la región de Los Tuxtlas.

Cuexcomate regresa el lunes.