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viernes, 5 de abril de 2013

La otra bebida de los Dioses

Acaba de pasar la Semana Santa y con ella un sinfín de actividades en las que se ve envuelta la comunidad oaxaqueña En estas fechas cobra una importancia incalculable el tejate.


Cazuela de tejate, listo para servir

El tejate es una bebida prehispánica que preparaban los indígenas zapotecos a base de maíz y cacao para refrescarse después de las jornadas de trabajo. En la actualidad la comunidad oaxaqueña continúa preparandolo.

Los festejos de la Semana Santa en la Villa de Zaachila, en los Valles Centrales, tiene un único y peculiar espíritu de celebración.

Durante la tarde noche de los días lunes y martes santo, los pobladores se dan cita en los atrios de los barrios que componen la comunidad, convocados por el sonido de la concha o caracol.


El comité organizador de los barrios, para estas fiestas, con cooperación voluntaria de los pobladores, preparan para la tradicional cena una cantidad considerable de guajolotes hervidos con hierbas de olor, animal que anteriormente era ofrecido en ceremonias a los dioses, además de huevos cocidos, tortillas tlayudas y chiles verdes.


La tradicional cena de los concheros

En punto de las nueve de la noche, reunidos en el atrio de los barrios, organizadores, la banda de música de viento y el pueblo en general, se inicia el recorrido hacia los lomeríos de la comunidad en donde se disfruta cada año la tradicional cena de los “concheros”. Familias completas se instalan alrededor de una fogata y disfrutan de una velada mientras se reparte a todos los asistentes en una tortilla tlayuda un pedazo de guajolote, huevos hervidos, chiles, aparte mezcal y pulque.


Pobladores reunidos en los lomeríos de la comunidad


Una vez terminada la cena, los asistentes regresan a la comunidad, donde se dirigen a casa de las personas que fungen como padrinos de la primera o segunda jícara de téjate. Ellos, sin importar la hora (en la madrugada), reciben a los concheros y les reparten el tradicional téjate.


Casa de los padrinos de tejate


Visitantes degustando el tejate
Al día siguiente bajo la sombra fresca de los nogales los concheros se reúnen en las orillas del pueblo, nuevamente acompañados de la banda de música de viento. En este lugar se reparte nuevamente el téjate a los asistentes, quienes adornan sus sombreros con flores que fueron colectadas en el cerro por algunos hombres de la comunidad. Estas flores son llamadas “flor amarilla” y “junco rojo”.


Preparando el tejate, bajo el nogal

Es así como comienza el recorrido hacia su respetiva capilla en la comunidad. En este trayecto bailan en cada esquina, mientras que un grupo de mujeres los esperan en cada barrio, para ofrecerles el típico coloradito de frijol blanco acompañado del pescado envuelto y nuevamente su jícara de téjate.


Los concheros, durante el recorrido por las calles del pueblo

Todas las flores que salen a colectar al cerro, son usadas para adornar las iglesias de la comunidad el día jueves santo por la mañana, ya que en la tarde noche, es una tradición que todos los pobladores visiten todas las iglesias del pueblo.

Flores usadas para adornar las capillas el jueves santo


Atrévete a conocer la cultura zapoteca de Oaxaca y a disfrutar de la bebida de los dioses!!!! 


Preparación del “tejate” 

El maíz y la ceniza se ponen a remojar en agua desde la víspera para que se le afloje el hollejo. A esto, bien molido, le llaman cuanextle. El cacao se tuesta junto con la florecita de cacao y el pistle y se muele todo muy bien. Se mezcla con el cuanextle. En un apaxtle o cazuela grande de barro con las manos y brazos limpios se empieza a batir y se le va agregando poco a poco agua fría para que vaya sacando espuma. Se debe dejar lo más espumoso posible, se hace a un lado la espuma y se le añade azúcar al gusto.



Es un árbol de flor exótica de un tamaño mediano a grande y se considera una especia oscura. No es del cacao, Theobroma cacao, sino de otra especie que se llama Quararibea funebris. Tiene su origen en México y América del Sur, que producen un sabor aromático. La especie fue extendida y crece de forma silvestre en toda la región de Oaxaca. Debido a la deforestación, perdió su rango de crecimiento una vez que ancho.

Era conocida en la antigüedad por los nombres de poyomatli, Xochicacaohuatl o Cacahuaxochitl, que significa "flor de cacao", a pesar de que la planta no es botánicamente relacionada con el cacao. Los aztecas usaban sus flores, para dar sabor a las bebidas de chocolate.