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viernes, 24 de mayo de 2013

Lo que aprendí en la escuela: ahuautles

Miriam Ceballos, explicando.
Hace unos días participé en un curso sobre cocina prehispánica en el trabajo (que es, por supuesto, una escuela). Fue impartido por Miriam Ceballos, chef y dueña de un restaurante aquí en Texcoco, Balché, y lo organizó una asociación de profesores que tenemos en mi institución. Lo bueno de ser profesora de etnobotánica es que puedo participar en este tipo de eventos y ¡llamarlos trabajo!.

Miriam explicó algunas características de la cocina prehispánica y específicamente de la región de Texcoco. También nos dijo que es relativamente dificil cocinar realmente al estilo prehispánico con los ingredientes y las cocinas actuales.

Lo que se puede hacer es ser creativo, usar ingredientes nativas en maneras nuevas e ingredientes introducidas en maneras viejas.

Estas preparaciones las encontramos al inicio del curso.

Y luego nos puso a cocinar. Hicimos una sopa de malvas. Los ingredientes fueron en parte mexicanos (elote tierno, calabacitas, chipotles secos), en parte herencia española (malvas - antes se usaban otros quelites; cebolla, ajo, y caldo de pollo - antes se usaba caldo de guajolote). Sabroso y fácil de hacer.

Los otros dos miembros de mi equipo inspeccionando la sopa de malva.


El plato fuerte fueron tortitas de ahuautle y huauzontle. Y les tengo que confesar que, a pesar de vivir en Texcoco desde hace casi 15 años, ¡no conocía los ahuautles! Resulta que son huevecillos de unos chinches aquáticos, muy tradicionales en la región. Se usan tostados. Aquí las ven, junto con el sal de tierra o tequesquite, que también usamos:

Ahuautles a la izquierda y tequesquite a la derecha.

Tienen un sabor a pescado o mar, y se utilizan para enriquecer varios guisados. Se supone que son muy nutritivos. Nosotros lo usamos para enriquecer unas tortitas de huauzontle, hechas con huevo. Se bate la clara, se mezcla con con la yema, los ahuautles, el tequesquite y las florecitas del huauzontle, cocidas previamente y sin las ramas; las pueden ver abajo en el lado derecho superior.

Elementos preparados para nuestro curso: nopalitos, caldo de pollo, maíz tierno, calabacitas, flores de calabaza y huauzontle ya cocido y sin sus ramitas.

Aquí estamos preparando las tortitas.

Y así se ven terminados y presentados, con una salsa de chile guajillo, y una guarnición de hongos al ajo con epazote.

jueves, 10 de enero de 2013

Raíces de invierno

En México tenemos la buena fortuna de que hay cosecha en alguna parte del país durante todo el año, y esto ha sido así históricamente. Esta producción se ha intercambiado a través de los tianguis con sus vendedores viajeros desde antes de la época de los supermercados.

Aunque sí existen técnicas de conservación de alimentos perecederos en varias partes del México, sobre todo los áridos, por lo general la "vida en anaquel" no ha jugado un papel tan determinante para los sistemas agrícolas (afuera de los granos). Esto es diferente en aquellas regiones del mundo que desaparecen abajo de una capa de frío y nieve durante una buena parte del año.

En estas partes del mundo siempre se han hecho muchas conservas y se han desarrollado las más diversas técnicas para conservar sobre todo frutas y verduras, que no se pueden guardar simplemente en seco. Pero, también se seleccionaron más plantas que se almacenan bien durante meses sin necesidad de un tratamiento especial.

En mi visita reciente a Alemania, me llamó la atención esta combinación de raíces (y rizomas) comestibles invernales en una tienda de alimentos orgánicos:



Algunas de ellas conocemos en México, pero otras no.

Aquí van:

1  Raíz de perejil (Petroselinum crispum) Sí, hay cultivares del perejil que se cultivan por su raíz, no tanto por sus hojas; se utiliza para dar sabor a caldos. También se puede raspar y comer crudo. No lo he visto en México.
2   Rábano negro o de invierno (Raphanus sativus). Este rábano es la misma especie como los rabanitos rojos que echamos a los guacamoles y pozole. Pero, es mucho más grande y tienen una corteza negra. El sabor de la carne es parecido. En México se consigue, pero como planta medicinal, no alimenticia. En mi familia se raspan y se come con mayonesa en sandwich.
3   Apio de raíz (Apium graveolens). Existen cultivares de apio que forman raices muy hinchados. La carne es parecido en consistencia a la jícama, pero tiene un sabor a apio. Se utiliza sobre todo para dar sabor a caldos y sopas, pero también se puede preparar como verdura cocida con sal, o fresco en ensaladas. La ensalada Waldorf consiste de rayitas de apio de raíz crudo, manzana, nuez de castilla y mayonesa, servida con pasas o con queso roquefort. Se consigue en México, pero con dificultades.
4   Betabel (Beta vulgaris). Bien conocida también en México y la misma especie como las acelgas.
5   Nabicol o rutabaga. Esto es un cultivar de Brassica napus, la misma especie a la cual pertenece la canola o colza. De la especie también existen cultivares de hoja, sobre todo en Asia oriental. La carne de la raíz tiene un sabor muy propio; fue un alimento de hambruna en Europa central durante las guerras europeas del siglo pasado, y como a la gente no le gustó recordarse de estos tiempos, bajó su consumo. Pero, parece que está regresando. No lo he visto en México.
6   Pastinaca o chirivía (Pastinaca sativa). Se utiliza sobre todo en sopas; tiene un sabor entre zanahoria y apio. Se consigue en México, pero con dificultades.
7   Tupinambo o papa alcachofa (Helianthus tuberosus). Pertenece a una planta de origen americano, pariente del girasol, pero se consume más en Europa ahora, que en las Américas. Tiene la característica que almacena una polifructosa, la inulina, y una poliglucosa, el almidón, y así lo pueden consumir los diabéticos. No la he visto en México, aunque debe haber.
8   Scorzonera (Scorzonera hispanica). Se tiene que pelar la raíz y hervirla. Tiene un sabor propio, pero no muy fuerte, y también almacena inulina; a veces la llaman "espárrago de raíz". No la he visto en México hasta ahora.
9    Colinabo (Brassica oleracea). Esto es una de las múltiples incarnaciones de la col (otras variantes son el coliflor, el bróccoli, la col de bruselas y la berza. En este caso, el tallo y la parte superior de la raíz están hinchados, y es el interior de esta estructura que se come. Esta verdura se cultiva en partes de México, p.ej. en Jalisco, y aparece en los supermercados del centro del país.