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jueves, 25 de febrero de 2016

Sobre la diversidad de chiles

La CONABIO invita a una conferencia sobre la diversidad genética de los chiles mexicanos, y que significan en el mundo moderno. La cita es mañana, 26 de febrero de 2016, a las 12.30 h en las instalaciones de la CONABIO en el Periférico Sur, enfrente del centro comercial Perisur.


miércoles, 16 de septiembre de 2015

En la Sierra de Zongolica - las plantas útiles

Durante mi viaje reciente a la Sierra de Zongolica tomé fotos, por supuesto. El propósito del viaje era conocer el área de estudio de mi alumna, Claudia Sánchez, y asistir a un evento que ella organizó en el pueblo Tetlalzingo. A continuación les muestro algunas que tienen que ver con plantas útiles. Las plantas silvestres son tratados en Jehuite.

Al llegar a la parte de la Sierra de Zongolica que corresponde a Soledad Atzompa - y antes al municipio vecino Atzompa - se observa la importancia de la madera. Casi todas las casas trabajan con este material. Se producen principalmente muebles rústicos, que luego se venden en todo el centro de México.


Madera secando - que no es fácil, debido al clima húmedo de la región.

Por todos lados se observa madera en diferentes estadíos de procesamiento.

Mas madera secándose.

Un taller.

A pesar de no tener un clima muy apropiado para el maíz, que es una planta C4 y no produce bien con frío y humedad, la gente lo cultiva para tener asegurada el alimento básico. Aquí ven algunas mazorcas de la familia de Claudia.

Durante nuestro viaje tuvimos suerte con el clima - eran días asoleados, a pesar de ser una región con abundante lluvia y neblina. Pero, fueron los días de la canícula, fenómeno meteorológico que generalmente coincide con la floración del maíz. La canícula se debe a un cambio en el régimen de lluvias que se da cada año: de mayo a julio las lluvias generalmente son del tipo tropical (o convectivo), mientras de septiembre en adelante se deben más a ciclones tropicales (y estos son las que causan inundaciones). Si quieres saber más, aquí hay un artículo bonito de 1980 de Victor Toledo, explicando el régimen de lluvias en México.

Claudia se había organizado con familiares y algunas amigas para alimentar a sus visitas. Aunque se lleva el maíz nixtamalizado al molino, la masa todavía requiere un repaso con el metate.




Las tortillas de la region son un poco más gruesos que aquellas que acostumbramos en la ciudad de México. Y muy sabrosas, por supuesto, como siempre son las tortillas realmente hechas con maíz criollo y en casa.

Un guisado que me gustó especialmente fue esta sopa de habas secas y nopales - una combinación sencilla, pero muy saludable e interesante en términos de sabores y texturas.

Y las salsas ... ni se diga.

Otra caracteristica de la región - que comparte con otras que tienen climas húmedos - son los huertos familiares exuberante. Un grupo de plantas comunes son los floripondios, Brugmansia. Aquí ven la forma que es un poco amarillento, que es la más abundante.



Y, por supuesto, todo el mundo tiene macetas, a pesar del terreno agreste y la falta de espacio plano.

Otra cosa que llama la atención son las diferentes especies y variedades cultivadas de magueyes, a pesar del clima húmedo. En una corta vuelta por el campo contamos cinco diferentes.

Y se produce aguamiel y pulque, por supuesto.

Un tabaco, Nicotiana, pero cultivado más bien como ornamental.

El chile manzano, Capsicum pubescens, es común y le gusta el clima.

Una cosa que me llamó la atencion era esta borraja, Borago officinalis, que tenía flores blancas, en vez de azules.

Otra especialidad de las zonas húmedas del centro-sur de México es el cultivo de una col, Brassica oleracea, pero que es muy parecido a la forma silvestre (y a veces se asilvestra). Tiene flores blancas, y se comen las hojas de manera de la famosa kale, que proviene de la misma especie pero es otro cultivar.

Aquí se cultivan margaritas en la milpa. Estas plantas ornamentales juegan un papel ritual en la región - se utilizan en varias ceremonias religiosas.

Este es el quelite cenizo, un Chenopodium, probablemente C. berlandieri.

En esta región también se consume Stellaria media como quelite. La especie es originaria de Eurasia y alimento conocido.

Aquí esta el grupo: María Rivas, Claudia, Alex McAlvay, Robert Bye, Edelmira Linares y unos sobrinos de Claudia.

Comprando barro, producto de un pueblo vecino.

Los mirones.

Para ver más:

jueves, 10 de septiembre de 2015

Revista Agroproductividad 2015/I, II, III y IV: frutales, ornamentales e interesantes plantas novedosas

El año se va volando, y ya salieron cuatro nuevos números de la Revista Agroproductividad.

Abajo les pongo las portadas y los contenidos de estos números. Los enlaces conducen a la versión en pdf.

 El primero número del año contiene varios artículos sobre plantas nativas de importancia regional o en vías de domesticación, sobre todo de la familia Solanaceae. Trata las papitas silvestres que hay en varias partes de México (Solanum sect. Petota), los chiles de la región Huasteca (se recuerdan de la serie sobre el chile ahumado de la región de Gerardo Casales?), los tomates de cáscara, otra especie emparentada en vías de domesticaión, Physalis pruinosa, el chile habanero y huacle, así como información sobre las calabazas en los valles centrales de Oaxaca y el cultivo del camote (Ipomoea batatas).


El segundo número de 2015 está dedicado principalmente a árboles frutales - la ilama, la lima persa, el limón mexicano, la papaya y el limón. Pero, también hay información sobre algunas otras plantas, como rosas, noche buena y una combinación forrajera de un pasto y una leguminosa tropical. También se tratan unas técnicas para reproducir Jatropha curcas a través de estacas.

 El tercer número trata animales comestibles dulceacuícolas, sobre todo el pejelagarto y la tilapia, pero también el huauchinango y el camarón blanco (este sí de agua salado). Además se describe cómo se puede utilizar el agua de los criaderos. Finalmente, hay un artículo sobre el uso de rastrojo de maíz y estiercol bovino para hacer composta.


Y el número que acaba de salir, el IV, es una colección de diversos temas. Se tratan el aceite esencial del tomillo, características del aceite de variedades criollas o nativas del cacahuate, biodiesel, una enfermedad de calabazas, la avicultura de traspatio, el uso de agua de lluvia para fines agropecuarios, productos "verdes" en Sonora, el papel de la capacitación, la Heliconia como ornamental subutilizada (por cierto, tiene bonitas fotos de las especies), cerveza artesanal, producción de fresa en una zona árida (San Luis Potosí) y la producción de plántula de chile habanero.

martes, 19 de mayo de 2015

Chilpoktli yei

Siguiendo con nuestro ciclo de publicaciones en torno al cultivo del chile (Capsicum annum L.), hemos llegado a tan esperado final, para poder saber cómo obtenemos el chilpoktli (chile ahumado).

Pues bien, sin más preámbulos después de la cosecha de los frutos del chile, lo que sigue es el ahumado, esencial para poder deleitarnos de un sabor único.


Figura 13. Chile recién ahumado con leña de encino.


Ahumado

El tlawaztli (ahumado) de los frutos del chile se puede llevar a cabo en la misma parcela o en el patio de la casa del productor.

Para efectuar el ahumado se construye el kupilli (cupil o ahumador*) , en el cual, mediante el calor de la leña y el humo generado, se seca el chile, transformándose en chilpoktli (chile ahumado).

*En este caso, se describe la construcción más tradicional del cupil, sin embargo se pueden encontrar elaborados a partir de piedra, tabicón y cemento.

El cupil se construye con diversos tipos de vara, entre ellos sobresale la planta de chimalakatl (carrizo de escudo). Se utiliza para la elaboración del tlapechtli (cama o área del ahumado), ver Figura 13. Las varas de esta planta no pierden consistencia con el calor proveniente de la leña, es decir se mantienen sin reducir su tamaño por efecto de la deshidratación. La distancia entre varas del tlapechtli es de un centímetro; de esta forma de deja pasar el calor del humo, sin que los chiles se caigan al fuego.



Figura 14. Cupil improvisado; solo se puede apreciar el tlapechtli.

Para la construcción del kupiltepamitl o tlatlantzahtli (paredes del cupil), se utilizan varas de plantas como el akatl (carrizo, Arundo donax) y otlatl (otate, Otatea, un bambú). Estas varas se amarran a los palos de las cuatro esquinas y posteriormente se embarra una mezcla de lodo y paja, para cubrir bien las paredes. Esto se hace con el fin de canalizar el calor hacia el área del ahumado, haciendo de esta manera más eficiente el uso de la leña. En el amarrado de todas las varas se utiliza la corteza del alawahtli (jonote).

El secado del chile comienza paralelamente al corte de los frutos (julio-agosto). Una vez construido el cupil, se coloca en el área del ahumado una tendida de los frutos del chile, que alcanza un grosor de 40 cm. Durante tres días los frutos son deshidratados. Los primeros dos días, se voltea una vez en la tarde y en la mañana, posteriormente al tercer día se voltea de dos o tres veces dependiendo de la consistencia del chile. En el volteo se procura que los frutos que se encontraban en las orillas y en la parte superior, queden en medio del tlapechtli, para un ahumado uniforme.

La leña que se utiliza para ahumar el chile, proviene de arboles como el chalawihtli (chalahuite), akex (guazima), ezkuawitl (sangregado), pimienta, tlikolawakatl y awatl (encino, Quercus); este último es el de mayor calidad, ya que el calor desprendido de su combustión es intenso. Además quema lentamente, lo que permite que el chile no se queme y adquiere una coloración canela, ver Figura 14. Por el contrario, cuando se utiliza leña de las otras especies, la cantidad requerida es mayor en comparación con la del encino y la coloración del chile es más obscura, lo que le da un mal aspecto.

Una vez secado la tendida de chile verde, este se reduce a la mitad, es decir de 40 cm de espesor, se reduce a 20 cm de chile seco.

Las medidas del cupil varían según la extensión del chilmilli (chilar), pero en general se mantienen constantes las medidas del tlapechtli en cuanto a la altura (1 a 1.5 m) y el ancho (1 m). Esto se debe a las proporciones de las extremidades corporales de las personas, a un metro de altura aproximadamente, se puede voltear fácilmente el chile y en cuanto a la anchura, se puede alcanzar el centro con un brazo fácilmente, de los dos lados del cupil. En la comunidad de José María Pino Suarez, se reporta que a partir de 5 tercios cultivados, se necesita de dos personas para el volteo del chile, y entonces el cupil se incrementa en sus proporciones. La tendida de chile alcanza un poco más de 60 cm de altura y los días para el secado es de cinco. En este caso los cupileros o volteadores del chil, se suben en el área del ahumado para revolver los frutos del chile.


Almacenamiento

El chilwahtli (chile seco) se pone en costales generalmente de ixtle, los cuales se guardan en el tlapanko (tapanco, espacio debajo del techo), que es un lugar fresco y seco. Después se saca al sol periódicamente cada 15 días; puede durar hasta dos años almacenado. Durante el almacenamiento se pueden presentar problemas con polillas, que van picando el chile ahumado.


Comercialización

Un factor que determina el tlanamakiliztli (comercialización) del chile es la incidencia del picudo (Anthonomus eugenii) y del lochón. Si se empieza a echar a perder la producción por tal motivo, se empieza a cortar todo el chile posible, para vender en verde. En otros casos se vende en verde para obtener ingresos económicos inmediatos.

El chile verde se comercializa en los tianguiz de Zontecomatlán, Iztacahuayo, Colatlan, y Benito Juárez. Los precios varían de localidad a localidad, por la oferta y la demanda. A continuación se reportan los precios promedio de algunas comunidades, así como el promedio municipal en el cuadro 2.


Cuadro 2. Precios promedio por comunidad y municipal del chile en verde.



El chile seco se vende dentro de las mismas comunidades y en los tianguiz de Zontecomatlán, Iztacahuayo, Benito Juárez, Colatlan, Álamo, Chicontepec, Xocapa y Huayacocotla. Asimismo, la producción de chile seco es acaparado por coyotes, provenientes de Huayacocotla, Tulancingo, etc., que lo comercializan en otros mercados regionales.

El precio del chile seco varía según la época y se vende durante los meses inmediatos al ahumado. Los precios promedio por comunidad se reportan a continuación en el Cuadro 3.


Cuadro 3. Precios promedio por comunidad del chile ahumado.



También se reporta la venta de chile capón o sin semilla, el cual cuesta 20 pesos por litro, por el retiro de las semillas y venas.

Las unidades de medida utilizadas para la venta, en el caso del litro y el cuartillo se basan en volumen (un cuartillo corresponde a 5 litros), para el caso de la arroba se utiliza el peso, que corresponde a 12 kilogramos.

Las edades de los productores de chile

Para el trabajo que se reseña en las contribuciones anteriores y arriba, se hicieron 56 entrevistas individuales y dos entrevistas grupales, por lo que el número de entrevistas ascendió a 58, distribuidas en 12 comunidades de la cuenca del río Zontecomatlán, dentro del municipio del mismo nombre. El mayor número de entrevistas correspondió a las comunidades de Cuatecomaco y El Mamey con 13 entrevistas (22%) cada una. Las dos entrevistas grupales en reuniones se llevaron a cabo en las comunidades de La Candelaria y José María Pino Suarez. En el Cuadro 4 se reportan las proporciones de las edades de los productores por comunidad.


Cuadro 4. Numero de entrevistas y composición en edades por comunidad.



Se dividió las edades de los productores en dos grupos, el primero de 20 a 40 años y el segundo de 41 a 80 años. Como se puede apreciaren el Cuadro 4, el mayor número de productores se concentró en el segundo grupo con 73%, mientras que el primer grupo solo representó 27%.

Por lo anterior se vislumbra una tendencia en la disminución de los productores de chile, con una consecuente pérdida de conocimiento local acerca del cultivo. Fueron los integrantes del segundo grupo los que aportaron principalmente los vocablos que se reportan en el proceso de producción del cultivo de chile, en cuanto a nombrar los momentos importantes del cultivo de chile, así como a los objetos relacionados con éste, en términos de la lengua náhuatl.

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Las contribuciones anteriores de la serie:


REFERENCIAS

Casales Buenrostro, G., González Herrera, M. y Roldán Reyes, T. 2010. Caracterización del proceso de producción del cultivo de chile (Capsicum annum L.) en el municipio de Zontecomatlan de López y Fuentes, Veracruz. Departamento de Agroecología, Universidad Autonoma Chapingo. Chapingo, México. No publicado. 22 p.

Cervantes Espíndola, R. 2007. Plan municipal para el desarrollo rural sustentable. Municipio de Zontecomatlán de L. y F. Estado de Veracruz. Consejo Municipal de Desarrollo Rural Sustentable de Zontecomatlán. Zontecomatlán, Veracruz, México.

Hernández Tapia, A. (coordinador). 2008. Diagnóstico del municipio de Zontecomatlán, Veracruz. Departamento de Agroecología. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Texcoco Edo. de México.

Long Solís, J. 1986. Capsicum y cultura: La historia del chilli. Fondo de Cultura Económica. México, D. F.


FIN

Para leer más:

lunes, 4 de mayo de 2015

Chilpoktli ome

Algunas veces vistosos por el arreglo y colores de los cultivos, otras veces por los paisajes quemados por el inicio de las siembras, y algunas veces más por las hierbas y arbustos que crecen sobre los restos de plantas cultivadas, los campos cultivados llaman la atención. En la Región Huaxteca Veracruzana este escenario es común en las diversas épocas del año.

En particular en las comunidades del municipio de Zontecomatlán de López y Fuentes, el mosaico de cultivos es sorprendente. Pero continuando con el cultivo de chile, en especial del llamado chilpoktli, la vista de los agroecosistemas es colorida.

Figura 9. La primera escarda.

Esto es especialmente así cuando el chilmilli* (milpa de chile) está sometido al manejo de los campesinos por arvenses, plagas y enfermedades; ademas de la fructificación y maduración. Es precisamente cuando llegamos a las labores culturales, plagas-enfermedades y cosecha del fruto.

*Chilmilli; del nawatl chilli=chile y de milli=milpa o sementera.


Labores culturales

Se dan de dos a tres tlamewalli (escardas o deshierbes) al cultivo  en todo el ciclo. Para ello se utiliza el kuakocho (huingaro), arrancando de raíz todas las hierbas y dejando solamente plantas útiles como los quelites y el zoyotl (planta rastrera que se utiliza para condimentar los frijoles).

La primera escarda se hace 20 días después del transplante. El tiempo entre cada escarda es de 20 a 30 días, dependiendo del crecimiento de las arvenses y del criterio del productor (ver Figura 9). En algunos casos se reportan hasta cuatro escardas.


Plagas y enfermedades

Las principales plagas y enfermedades del cultivo de chile se describen a continuación.

Picudo del chile (Anthonomus eugenii).- Es una de las plagas más importantes en los chilares de las comunidades del municipio de Zontecomatlán. Por muchos años ha provocado pérdidas significativas, debido a que no se maneja adecuadamente y a que el monocultivo del chile se ha extendido en la mayoría de las comunidades. La hembra de esta plaga oviposita sus huevecillos en las yemas florales, por lo que al momento de la formación de los frutos, el chilokuilli (gusano de chile o larva) se encuentra dentro. Esto pasa desapercibido para el productor. Se percata de la presencia de la plaga cuando los frutos de chile empiezan a caer de la planta aún verdes (esto sucede en mayo y junio), pues el adulto de la plaga emerge del fruto y se come parte del pedicelo, que ocasiona su rompimiento (Figura 10).

Figura 10. Frutos del chile afectados por el picudo del chile.


Nextokuilli (gallina ciega).- Philophaga spp. causa daños a las raíces de las plantas, pero el daño al cultivo es menor.

Tlalochoni (lochon).- Es una enfermedad causada por un hongo que se presenta durante el mes de junio y julio. Esta enfermedad llega a causar pérdidas totales ya que es de fácil diseminación. Los frutos parecen haber sido hervidos, se empieza a pelar; esto se debe al exceso de lluvia que cae sobre el cultivo y la falta de suficientes días soleados.

Polokochihki (enchinamiento).- El enchinamiento de las hojas puede ser causado por un virus o por deficiencia de nutrientes en el suelo. Los productores lo atribuyen a las heladas y granizos que ocurren entre enero y febrero o a la humedad relativa excesiva en el ambiente, en conjunto con la prolongación de días calurosos (junio-julio).

Los productores también reportan la presencia de la araña roja y de la mosquita blanca pero en menor proporción.


Cosecha del chile

Por lo regular el chiltlatekiztli (corte del chile), se hace durante los meses de julio a agosto. En promedio se hacen tres cortes, aunque varia de 2 a 3 cortes en condiciones no favorables y de 3 a 4 en condiciones favorables.


El primer corte de chile se hace en el mes de julio, cuando los frutos empiezan a rayarse y a tornarse de color rojo (ver Figura 11). Los tamaños de los frutos de chile son variables, pero por lo general son de porte pequeño.


Figura 11. Frutos de chile próximos a cosecharse.


En el segundo corte, los frutos alcanzan su mayor tamaño y son más uniformes en cuanto a su aspecto visual (rayado y coloración). En este corte se hace la selección de frutos para la obtención de semilla para el siguiente ciclo agrícola.

En el tercer corte los frutos empiezan a disminuir un poco su tamaño, pero son más grandes que en el primer corte. Dependiendo de las condiciones del cultivo, se puede llegar a dar un cuarto corte, con las características más o menos parecidas al primer corte.

Para la recolección de los frutos se utiliza una bolsa o un kuachikiwitl (chiquihuite) (ver Figura 12), en el cual el cortador va recogiendo los chiles, para su posterior vaciado en costales. Una vez cortado y encostalado la producción, se transporta a hombro, hasta el lugar del ahumado.


Figura 12. Recipientes para la recolección de frutos de chile.

Los rendimientos del cultivo del chile se reportan en el Cuadro 1, según las entrevistas hechas en las comunidades.


Cuadro 1. Promedios en numero de tercios, hectáreas y rendimientos por comunidad.


Como se puede notar el número de tercios promedio por comunidad, cultivados con el chile oscila de 0.75 a 2.8, presentándose los valores más altos en las comunidades de El Mamey, Acoxcontitla, Otlatzintla, Pachitla y Cruztitlan. Los valores más bajos se ubican en comunidades como Pochoco, Tenexaco y La Candelaria. En cuanto a los kilogramos obtenidos por tercio por comunidad, destaca nuevamente la comunidad de El Mamey, que obtiene el valor más alto.

La destacada posición que tiene la comunidad de El Mamey podría explicarse por el mayor número de agricultores que mantienen al chile como cultivo básico.

anterior:


continuación:

lunes, 20 de abril de 2015

Chilpoktli ze

Montañas escarpadas, espesa vegetación, nubes por doquier, caminos de terraceria, aguas escurridizas por las constantes lluvias de verano e invierno, milpas en laderas y caudalosos ríos son algunas de las principales cosas que caracterizan el paisaje de la Sierra Madre Oriental. Casas con paredes de madera, techos de zacate y hojas, grandes patios con tierra húmeda sin limites bien definidos entre casa y casa, puercos y guajolotes en busca de algún alimento por las calles y gente con facciones del cuerpo curtido por el trabajo constante en el campo pero con una sonrisa alegre a los visitantes son una constante en las comunidades de la región Huaxteca.



He llegado desde un ambiente diferente que se caracteriza por la estación de lluvia bien marcada y una temporada calurosa que contrastra al de verano, sin embargo algo me identifica con el ambiente pueblerino de esta región tropical del estado de Veracruz. El tianguis, los tequios, la vida comuntaria, pero sobre todo la comida; en especial ese condimento que nos hace algunas veces llorar, soplar y salivar, claro cuando aun somos unos niños y para algunos cuando no están acostumbrados pero que enriquece los sabores de nuestro paladar: el chile.

El municipio de Zontecomatlán de López y Fuentes en el estado de Veracruz, México, se caracteriza por cultivar chile, pero no cualquier chile. El cultivo y transformación con técnicas tradicionales ha permitido la obtención de un producto básico para la alimentación regional llamado chilpoktli. Este tipo de chile no es mas que lo que en otros estados de la republica Mexicana se conoce como chipotle, corrupción del vocablo chilpoktli (chile ahumado) y que deriva de chilli=chile y poktli= humo.

Debido a la falta de un mercado seguro y justo, los agricultores en el año 2009 estaban dejando de cultivarlo, pues la mayoría de ellos eran mayores de 40 años y hasta el momento no existen alternativas que incentiven su continuidad. En este sentido se corre un riesgo, aún mayor, de la pérdida de conocimientos y técnicas tradicionales, elementos de la cultura e identidad de las comunidades.

Por lo anterior nos dimos a la tarea de registrar sistematicamente la información en torno al sistema de producción del cultivo de chile (Capsicum annum L.), haciendo un pequeño análisis de su tendencia como cultivo básico. Para ello, hicimos entrevistas individuales y grupales a agricultores de las comunidades de Pochoco, Otlazintla, Tetzacual, Cuatecomaco, El Mamey, Acoxcontitla, La Candelaria, Pachitla, Tenexaco, Santiago Ateno, Cruztitlan y José María Pino Suárez. Se recorrieron las mismas comunidades en los distintos momentos del proceso de trabajo.


La producción del chilpoktli

Establecimiento del almácigo

El proceso de producción del chilli (chile), empieza con la elaboración del kuatepewalli o tlatepewalli (almácigo). Primero se selecciona un área en donde la luz solar este presente el mayor tiempo posible durante el día, que esté elevado y que no sea en la misma parcela en donde se transplantó el cultivo del chile, el ciclo anterior. Esto tiene el fin de evitar plagas y enfermedades como el picudo del chile y el lochón.

Una vez seleccionado el sitio se procede a limpiarlo, es decir, quitar todas las hierbas y restos de plantas muertas; para ello se utiliza el huingaro* y el rastrillo. Posteriormente se sacan los desechos orgánicos aun verdes del área del almácigo y se queman los restos orgánicos secos, como se observa en la Figura 1.

*Herramienta de metal a manera de hoz, que se utiliza para trozar las hierbas.

Figura 1. Limpia del área destinado para almácigo
Para tlatepewati (sembrar) las semillas del chile se hacen hoyos con kuawitohtli o kuawitzohtli (coa). La coa se elabora principalmente con la madera de árboles como el guayabo, encino y texcatl, y ocasionalmente de otros árboles. La punta de la coa se alisa y se redondea para que cuando se haga presión sobre la tierra, los hoyos no se deshagan.

La Figura 2 muestra la distancia entre hoyos y entre hileras, que es de aproximadamente 30 cm. Las dimensiones de los hoyos son de 4 cm de profundidad por 4 cm de diámetro.

Figura 2. Elaboración de los orificios para sembrar, con palo sembrador.
Figura 2. Elaboración de los orificios para sembrar, con palo sembrador.


En cada hoyo se depositan una pizca de dos dedos que contiene entre 20 y 25 semillas de chile aproximadamente, o una pizca de tres dedos (25 a 30 semillas), dependiendo de la persona. Los hoyos se dejan sin tapar para garantizar que las plántulas emerjan, de lo contrario podrían quedar atrapadas bajo la capa de tierra, por el endurecimiento de la superficie, ver Figura 3. Del total de semillas por hoyo sólo llegan a germinar la mitad, de las cuales solo se ocupan las más vigorosas para el transplante.


Figura 3. Depositación de las semillas de chile sobre los orificios.

Durante el periodo de la germinación sólo se tiene problemas con el topitzi (lagartija), que se come el chilyolli (semillas del chile). Posteriormente en la fase de plántula, se presentan en proporción baja el nextokuilli (gallina ciega), ocasionando problemas en algunas plantas por el trozado de raíces.

Transplante de chile

Transcurridos tres meses aproximadamente, después de haber establecido el almácigo, las plántulas de chile están listas para el chiltokiztli (transplante). Como se puede observar en la Figura 4, las plántulas del chile se arrancan del almácigo con la mano y se sacuden las raíces para desprender la tierra mediante unos pequeños golpes contra el suelo, quedando únicamente la plántula para su posterior transporte. El propósito es que las plántulas sean ligeras y fáciles de transportar, pues las parcelas de cultivo, en su gran mayoría, se ubican en lugares de difícil acceso por lo escarpado de la sierra.

Figura 4. Extracción de plántulas de chile del almácigo, para el transplante.

Las plántulas se agrupan en el cetlamamalli (un tercio*), medida que considera el apilamiento de las plántulas en una hilera a lo largo de 80 cm sobre el suelo y 80 cm de altura. En algunas ocasiones, para impedir la compactación de las plántulas al momento del apilamiento en la formación del tercio, se utiliza la medida de 20 en 20 cm de altura, es decir el apilamiento de las plántulas en una hilera de 80 cm sobre el suelo por 20 cm de alto; esto se repite cuatro veces hasta completar 80 cm de alto. De esta manera se reduce el estrés por manipulación, y a la vez se disminuye el número de plantas por tercio, por efecto de la compactación (Figura 5).

*El tercio es una categoría local de medida, para cuantificar las plántulas del cultivo del chile. También se reporta la cuantificación en medio tercio (tlahkotlamamalli) y un cuarto de tercio (ze tlalpi).


Figura 5. De arriba a abajo: marco de varas para la medición de un tercio y medición de montones de plántula de 20 en 20 centímetros.

En el transporte de las plántulas se utiliza el ayatl (ayate) y al momento de amarrarse se colocan pedazos de cartón, los cuales sirven para evitar el maltrato. Una vez amarrados los ayates se cargan en la espalda, para llevarlos al terreno definitivo donde se hará el transplante (Figura 6).




Figura 6. De arriba a abajo. Acomodo y transporte de plántulas de chile.

El terreno seleccionado para el establecimiento del cultivo del chile se limpia utilizando la técnica de roza-tumba-quema. Una vez preparado el terreno se procede a sembrar de una manera tradicional (agricultura anawaka*). Se utiliza una vez más la coa para hacer hoyos, dejando un espacio entre plantas e hileras de 40 por 40 cm en los casos de mayor densidad, y de 70 cm por un metro respectivamente, en los casos de menor densidad, dependiendo del agricultor y de las condiciones de pendiente (Figura 7).

*Se entiende por agricultura anawaka, a la forma en que se llevan a cabo las actividades agrícolas, por parte de grupos étnicos como el nahua, que utilizan instrumentos y prácticas tradicionales. La cuenca del rio Zontecomatlán que es el área de estudio, se encuentra dentro de la región Huaxteca, que se considera como zona de refugio de población anawaka.


Figura 7. Transplante de plántulas de chile, usando palo plantador.

Cada orificio tiene una profundidad de 10 cm por 5 cm de diámetro aproximadamente, en el cual se transplanta de dos a tres plántulas. Para evitar que las raíces de las plántulas se doblen, se meten de dos a tres hasta el fondo del hoyo y después se sacan un poco, permitiendo de esta manera que las raíces queden de forma vertical, posteriormente se vuelve a clavar la coa al lado del orificio haciendo palanca, de manera que se afloja la tierra para fijar a las plantas, sin llegar a apretar demasiado, ver Figura 8. Esto se constata dando un ligero jalón a las plántulas, si se sienten bien fijas se procede con las siguientes.


Figura 8. Transplante de plántulas de chile.

Al momento o unos días después del transplante, se siembran los cultivos asociados al chile. Los cultivos asociados son: ayohtli (calabaza), pipia o pipian, sandía, melón criollo, wahtli (amaranto), girasol, chimikietl o chimekaetl (frijol chimikel o caxtilan), xonakatl (cebolla roja), ajolli (ajonjolí) y zempoalxochitl (cempazuchil); esto con el fin de asegurar una cosecha secundaria, en caso de que la cosecha principal se pierda por factores ambientales como el granizo o por la incidencia de plagas y enfermedades. El arreglo espacial depende de cada agricultor.

Después de 15 días aproximadamente del transplante, las plantas de chile empiezan a retoñar, que es de donde se obtendrá la cosecha, pues la parte aérea de la planta inicial se corta en algunos casos para inducir el rebrote. Los retoños por planta son de tres a cuatro dando de 6 a 12 tallos por mata.


Continuación: