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martes, 11 de agosto de 2015

En la Sierra de Zongolica - muestra culinaria

Una de mis alumnas, Claudia Sánchez, es originaria de Tetlalzingo, municipio de Soledad Atzompa, Veracruz, una comunidad nahua localizada en la Sierra de Zongolica. Su tesis versa sobre el uso de los quelites de su región. Una de las actividades previstas era una muestra culinaria de este tipo de alimentos, y la semana pasada su comité fue a asistir al evento.

Claudia, ya con la mesa de la muestra culinaria preparada

Fue todo un acontecimiento. Se reunieron aproximadamente 30 mujeres, y se presentaron 19 platillos, hechas con 13 diferentes especies se plantas silvestres o cultivadas: 

  • quelite blanco (Chenopodium berlandieri) - este fue el quelite más popular, con cinco platillos, aprovechando tanto las hojas como las inflorescencias (inflorescencias capeadas en caldillo, hervido y exprimido y simplemente hervido, con huevo, guisado con chile y cebolla)
Lo que llamaron huauzontle eran las inflorescencias del quelite blano o cenizo (Chenopodium berlandieri), que también son comestibles (de hecho, el huauzontle es la forma domesticada de este quelite). Esta combinación ganó uno de los premios.

  • quintonil (Amaranthus hybridus) guisado
  • nabo (Brassica rapa) hervido
  • col de hoja (Brassica oleracea) hervido
Un guisado de napush o col de hoja - esto es una forma de la col desconocida en el resto de México, pero que se consume en toda la Sierra Madre Oriental húmeda, por lo menos entre Veracruz, Puebla y Oaxaca.

Aquí está la col, o napush, que se cultiva en la región y que a veces se asilvestra. Es una forma muy parecida a la forma silvestre, pero con flores blancas.

  • hojas de papa extranjera (Oxalis tuberosa) con chile como salsa
Nabo hervido con una salsa picante de papa extranjera

  • flor de izote (Yucca), preparado a la mexicana con huevo, jitomate, cebolla y chile
Flor de izote con huevo, a la mexicana

  • quelite de 5 hojas (Cleome) guisado (este se tiene que dejar descansar durante una noche)
Esto es el guisado del quelite de cinco hojas ...

... y esto es la planta en un huerto familiar; es una Cleome.

  • lengua de vaca (Rumex obtusifolius) hervida y otra versión hervida con papas
  • lechugilla (Sonchus oleraceus) en ensalada con jitomate, cebolla y cilantro
Esta ensalada de lechugilla ganó el primer lugar. No era una receta tradicional, sino un platillo que la autora había desarrollado ella misma, tomando en cuenta los gustos de sus hijos.

  • guias de chayote (Sechium edulis) en salsa roja y simplemente hervidas con sal
  • guias hervidas y flores de calabaza en taco (Cucurbita pepo
Guias de calabaza hervidas - muy fáciles de hacer y sabrosos.

Esto no eran quesadillas, ya que no tenían queso, sino un guisado de flores de calabaza, así que los llamaron empanadas.

  • acelgas (Beta vulgaris) a la mexicana
  • ñamoli (Phytolacca icosandra) guisado con chile y cebolla
Una cosa que nos llamó la atención era que para dos especies, Rumex obtusifolia y Phytolacca icosandra, se reportaron formas comestibles y no comestibles - un fenómeno que se conoce de otras especies, pero que todavía no se ha investigado para estas dos.

Las juezas deliberando (Edelmira Linares, María Rivas y yo, con una amiga de Claudia como secretaria)

La premiación

Y luego lo importante - ¡todas prueban todo!



viernes, 24 de abril de 2015

Tortitas de Huauzontle

En el Estado de Guerrero y sobre todo en la Cuaresma se elaboran platillos tradicionales con las ramas de huauzontles. Éstas se pueden preparar en ensaladas, salsa de chile pasilla, filete de res en huauzontle, supremas de huauzontle, entre otros, pero el platillo más conocido y favorito de todos son las tortitas de huauzonte capeadas y rellenas de queso aderezadas con caldillo. A continuación les muestro una forma sencilla de preparar este delicioso platillo.

Ingredientes (6 porciones)

  • 1 manojo grande de huauzontle
  • 2 huevos
  • 250 gr de pan molido
  • 1/4 chile guajillo
  • 1/2 kg jitomate
  • 1 diente de ajo
  • 1/2 cebolla
  • Aceite
  • 1 madeja de hilo
  • Sal al gusto
  • Queso seco

Procedimiento

1.-Se forman manojos (tortitas) de huauzontle procurando quitar el excedente de hojas ya que éstas en grandes cantidades dan un sabor amargo.

Racimo de Huauzontle

2.- Se cortan las ramas para formar un manojo que es amarrado con un trozo de hilo.

Formar y amarrar la tortita (manojo)

Manojos listos
3.- Una vez que están todos los manojos deseados se ponen a hervir por aproximadamente 15 minutos y se dejan escurrir.

Escurrir los manojos

4.- Después se rellenan los manojos con trozos de queso seco y posteriormente se aprieta con las manos para que no se deshaga y se le salga el exceso de agua que aún tenga.

Rellenar tortitas

Exprimir el manojo

5.- En seguida se prepara la salsa para el caldo, para lo cual se muele el chile guajillo con el jitomate, ajo y cebolla, después se pone a freír con un poco de aceite en una cacerola.

Preparar la salsa

6.- En lo que se está cocinando la salsa se pueden batir los huevos procurando que se esponjen.

7.-Una vez que están listos lo ingredientes, los manojos se sumergen primero en el batido de huevo y después se pasan por el pan molido.

Capear las tortitas

8.- Posteriormente se ponen a freír en aceite hasta que queden bien dorados.

Freír las tortitas

 9.- Cuando se tienen los manojos bien dorados se ponen en el caldo para que se terminen de cocer y adquieran mejor sabor.

Tortitas en caldo

10.- Finalmente están listo para disfrutarlos.


viernes, 24 de mayo de 2013

Lo que aprendí en la escuela: ahuautles

Miriam Ceballos, explicando.
Hace unos días participé en un curso sobre cocina prehispánica en el trabajo (que es, por supuesto, una escuela). Fue impartido por Miriam Ceballos, chef y dueña de un restaurante aquí en Texcoco, Balché, y lo organizó una asociación de profesores que tenemos en mi institución. Lo bueno de ser profesora de etnobotánica es que puedo participar en este tipo de eventos y ¡llamarlos trabajo!.

Miriam explicó algunas características de la cocina prehispánica y específicamente de la región de Texcoco. También nos dijo que es relativamente dificil cocinar realmente al estilo prehispánico con los ingredientes y las cocinas actuales.

Lo que se puede hacer es ser creativo, usar ingredientes nativas en maneras nuevas e ingredientes introducidas en maneras viejas.

Estas preparaciones las encontramos al inicio del curso.

Y luego nos puso a cocinar. Hicimos una sopa de malvas. Los ingredientes fueron en parte mexicanos (elote tierno, calabacitas, chipotles secos), en parte herencia española (malvas - antes se usaban otros quelites; cebolla, ajo, y caldo de pollo - antes se usaba caldo de guajolote). Sabroso y fácil de hacer.

Los otros dos miembros de mi equipo inspeccionando la sopa de malva.


El plato fuerte fueron tortitas de ahuautle y huauzontle. Y les tengo que confesar que, a pesar de vivir en Texcoco desde hace casi 15 años, ¡no conocía los ahuautles! Resulta que son huevecillos de unos chinches aquáticos, muy tradicionales en la región. Se usan tostados. Aquí las ven, junto con el sal de tierra o tequesquite, que también usamos:

Ahuautles a la izquierda y tequesquite a la derecha.

Tienen un sabor a pescado o mar, y se utilizan para enriquecer varios guisados. Se supone que son muy nutritivos. Nosotros lo usamos para enriquecer unas tortitas de huauzontle, hechas con huevo. Se bate la clara, se mezcla con con la yema, los ahuautles, el tequesquite y las florecitas del huauzontle, cocidas previamente y sin las ramas; las pueden ver abajo en el lado derecho superior.

Elementos preparados para nuestro curso: nopalitos, caldo de pollo, maíz tierno, calabacitas, flores de calabaza y huauzontle ya cocido y sin sus ramitas.

Aquí estamos preparando las tortitas.

Y así se ven terminados y presentados, con una salsa de chile guajillo, y una guarnición de hongos al ajo con epazote.

jueves, 10 de enero de 2013

Raíces de invierno

En México tenemos la buena fortuna de que hay cosecha en alguna parte del país durante todo el año, y esto ha sido así históricamente. Esta producción se ha intercambiado a través de los tianguis con sus vendedores viajeros desde antes de la época de los supermercados.

Aunque sí existen técnicas de conservación de alimentos perecederos en varias partes del México, sobre todo los áridos, por lo general la "vida en anaquel" no ha jugado un papel tan determinante para los sistemas agrícolas (afuera de los granos). Esto es diferente en aquellas regiones del mundo que desaparecen abajo de una capa de frío y nieve durante una buena parte del año.

En estas partes del mundo siempre se han hecho muchas conservas y se han desarrollado las más diversas técnicas para conservar sobre todo frutas y verduras, que no se pueden guardar simplemente en seco. Pero, también se seleccionaron más plantas que se almacenan bien durante meses sin necesidad de un tratamiento especial.

En mi visita reciente a Alemania, me llamó la atención esta combinación de raíces (y rizomas) comestibles invernales en una tienda de alimentos orgánicos:



Algunas de ellas conocemos en México, pero otras no.

Aquí van:

1  Raíz de perejil (Petroselinum crispum) Sí, hay cultivares del perejil que se cultivan por su raíz, no tanto por sus hojas; se utiliza para dar sabor a caldos. También se puede raspar y comer crudo. No lo he visto en México.
2   Rábano negro o de invierno (Raphanus sativus). Este rábano es la misma especie como los rabanitos rojos que echamos a los guacamoles y pozole. Pero, es mucho más grande y tienen una corteza negra. El sabor de la carne es parecido. En México se consigue, pero como planta medicinal, no alimenticia. En mi familia se raspan y se come con mayonesa en sandwich.
3   Apio de raíz (Apium graveolens). Existen cultivares de apio que forman raices muy hinchados. La carne es parecido en consistencia a la jícama, pero tiene un sabor a apio. Se utiliza sobre todo para dar sabor a caldos y sopas, pero también se puede preparar como verdura cocida con sal, o fresco en ensaladas. La ensalada Waldorf consiste de rayitas de apio de raíz crudo, manzana, nuez de castilla y mayonesa, servida con pasas o con queso roquefort. Se consigue en México, pero con dificultades.
4   Betabel (Beta vulgaris). Bien conocida también en México y la misma especie como las acelgas.
5   Nabicol o rutabaga. Esto es un cultivar de Brassica napus, la misma especie a la cual pertenece la canola o colza. De la especie también existen cultivares de hoja, sobre todo en Asia oriental. La carne de la raíz tiene un sabor muy propio; fue un alimento de hambruna en Europa central durante las guerras europeas del siglo pasado, y como a la gente no le gustó recordarse de estos tiempos, bajó su consumo. Pero, parece que está regresando. No lo he visto en México.
6   Pastinaca o chirivía (Pastinaca sativa). Se utiliza sobre todo en sopas; tiene un sabor entre zanahoria y apio. Se consigue en México, pero con dificultades.
7   Tupinambo o papa alcachofa (Helianthus tuberosus). Pertenece a una planta de origen americano, pariente del girasol, pero se consume más en Europa ahora, que en las Américas. Tiene la característica que almacena una polifructosa, la inulina, y una poliglucosa, el almidón, y así lo pueden consumir los diabéticos. No la he visto en México, aunque debe haber.
8   Scorzonera (Scorzonera hispanica). Se tiene que pelar la raíz y hervirla. Tiene un sabor propio, pero no muy fuerte, y también almacena inulina; a veces la llaman "espárrago de raíz". No la he visto en México hasta ahora.
9    Colinabo (Brassica oleracea). Esto es una de las múltiples incarnaciones de la col (otras variantes son el coliflor, el bróccoli, la col de bruselas y la berza. En este caso, el tallo y la parte superior de la raíz están hinchados, y es el interior de esta estructura que se come. Esta verdura se cultiva en partes de México, p.ej. en Jalisco, y aparece en los supermercados del centro del país.