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lunes, 30 de octubre de 2017

Linaloe, entre el olvido y la destilación

Festival del Día de Muertos en Mixquic. Foto de Jordi Cueto-Felgueroso Arocha

En la idiosincrasia del mexicano es raro prescindir de sabores y olores, y más cuando se trata de comidas y tradiciones. Un ejemplo de esta aseveración es la festividad en honor a los difuntos, en donde se degustan, primero por los seres del más allá y posterior, de los del más acá, una serie de alimentos y bebidas. Otra cosa importante que es imposible no experimentar en esas fechas, es el olor a copal quemado, el cual produce un humo que se expande, se desplaza y entra por nuestras narices que retiene una sensación de nostalgia colectiva.

Individuo de Bursera bipinnata que ha sido calado para la generación de resina y su posterior extracción en Morelos.

En México, cuando se habla de “copal”, nos referimos popularmente a un grupo de resinas que se queman el día de muertos. Generalmente provienen de especies del género Bursera, de la sección Bullockia, pero en especial del copal chino (Bursera bipinnata). Dentro de la misma familia Burseraceae y el género Bursera, existe otra sección Bursera, cuya diferencia radica principalmente en su corteza exfoliante con respecto a la primera, que es lisa.

Representante de una especie perteneciente a la sección Bursera.

Según datos de Montaño et al. (2008) actualmente se han descubierto un poco más de cien especies del género Bursera, distribuidas desde el suroeste de los EUA hasta el noroeste de América del sur. En México se encuentran 80 endémicas; su hábitat por excelencia es la selva baja caducifolia.

Habitante de Chimalacatlán, Morelos recolectando frutos de linaloe.
Frutos de linaloe recién colectados para su destilación en alambiques rústicos en Chimalacatlán, Morelos.

Pero ¿Te imaginas un copal cuya “resina” emanada huela a lima-limo?

Su nombre común es linaloe (Bursera linanoe (La Llave) Rzed., Calderón & Medina) y fue esto lo que atrajo mi atención. Indagando en bibliografía y entrevistando a expertos para un trabajo de investigación, me di cuenta que detrás de ello se encuentra una larga y triste historia que puede tener un final trágico: la reducción casi irreversible de las poblaciones naturales de linaloe, que se debe principalmente a:

a) El cambio de uso de suelo, causado por las actividades humanas, entre ellas la agricultura de roza-tumba-quema, ganadería y la producción de forrajes (Cortés et al. 2013).

Espacio recién abierto mediante la técnica roza-tumba en Xochipala, Morelos, para el sistema tlacolol y que representa una amenaza seria para linaloe.

b) La sobreexplotación. La linaloe es considerado como un recurso complementario a la economía de los campesinos, sin embargo, en Olinalá, Gro. ha logrado ser la principal actividad económica (Jiménez, 2008) con la utilización de la madera para artesanías, y actualmente el fruto para destilación de aceite. Cabe destacar que esta artesanía se encuentra protegida legalmente con denominación de origen.

Cajita de Olinalá elaborada con linaloe y escudo de la comunidad Olinalá, Guerrero; se puede observar en este último la representación de una cajita en la parte inferior. Ocupa esa posición por su alto valor cultural y económico de ese municipio. Fotos: Wikipedia.


c) La baja regeneración natural reportada en Oaxaca, Puebla y Guerrero por Castellanos et al. (2009), en donde las poblaciones observadas están severamente afectadas y reducida.

d) Se ha encontrado que linaloe tiene ciertos patrones ecológicos con los que de manera paralela ha evolucionado, como lo es la distribución agregada debido a que depende de los sitios seguros que le confiere una planta o roca nodriza, así como de la polinización de insectos y murciélagos, y la distribución de los frutos por aves. Además hay un alto porcentaje de partenocarpia.

Frutos de linaloe con embriones no desarrollados, considerados como partenocarpios.


Individuos de linaloe que han crecidos presuntamente bajo el efecto de sitio seguro facilitado por las rocas.

e) A inicios del siglo XX, mencionan Hersch & Sierra (2008), que un grupo de ingleses se llevaron de México plantas y semillas a la India para establecer plantaciones para extracción de aceite, y que posteriormente se convirtió en el principal proveedor de Europa (a ese aceite se le conoce comercialmente como “lavanda de la India” y se ocupa como esencia aromática para cosméticos).  Junto con la caída de la demanda del aceite de linaloe y la clara disminución de las poblaciones silvestres, en México se dejó prácticamente de aprovechar como tal.
Presentación comercial de aceite de linaloe, en el sitio naturalmedicinefacts.info se enumeran hasta 89 actividades biológicas del producto.
Añadimos a esto, que la especie no se encuentra en alguna categoria de amenaza por parte de la NOM-059-SEMARNAT-2010 o de la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y cuya investigación se limita a un número reducido de especialistas. Podemos decir, que continando las tendencias, el futuro de la especie es incierta y el aprovechamiento sostenido cada vez será más difícil de alcanzar.


Para más información

En Cuexcomate:



Bibliografía

Castellanos B., J. F.; M. Gómez C.; E. Cruz C.; V. Serrano A.; F. Solares A.; D. Vargas Á.; S. Orozco C.; V. Mariles F.; M. E. Fuentes L.; A. Borja de la Rosa y D. Ayerde L. 2009. Caracterización silvícola de poblaciones naturales de linaloe en Guerrero, Oaxaca y Puebla. En: Fundamentos técnicos para el manejo de poblaciones naturales de linaloe (Bursera linanoe (La Llave) Rzedowski, Calderón y Medina) en México. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias, Centro de Investigación Regional Pacífico Sur, Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca. Oaxaca. p. 85-108.

Cortés D., E.; A. Hernández T.; L. Corlay C.; J. L. Zaragoza R.; P. A. Martínez H.; J. A. Cruz R.; B. Rodríguez C.; y G. T. González B. 2013. Programa Académico para el Apoyo al Desarrollo Rural Integral de las Comunidades de la Sierra de Huautla. Centro Regional Universitario del Anáhuac. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Edo. de México. México. 20 p.

Hersch M., P. y J. A. Sierra H. 2008. Más allá del aroma: breve historia del linaloe. En: Purata, S. E. (Ed.). 2008. Uso y manejo de los copales aromáticos: resinas y aceites. CONABIO/RAISES. México. 20-22: 60 p

Jiménez R., D. 2008. Linaloe, aromático tesoro. Matria, nuestro territorio. Suplemento de La Jornada de Oriente no. 18 (agosto 2008). 12 p

Montaño A., G.; D. N. Espinosa O. y F. Becerril C. 2008. ¿Qué son y dónde viven los copales?. En: Purata, S. E. (Ed.). 2008. Uso y manejo de los copales aromáticos: resinas y aceites. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad-Red de Aprendizaje, Intercambio y la Sistematización de Experiencias hacia la Sustentabilidad (RAISES). México. 60 p.

viernes, 20 de octubre de 2017

Para una dulce sensación

Un tamalito de anís...

Tamalitos de anís

Recuerdo que cuando era pequeña, mi mamá solía hacernos tamalitos de anís. También se les conoce como cabezas de perro por la forma que tienen. Estos nos los hacía cuando deseábamos o teníamos antojo de un dulce. Era una forma de entretenernos. A pesar de ello son una dulce sensación cuando los pruebas, así que aún seguimos teniendo antojo de estos cuando nos encontramos lejos de casa.

Cuando volvemos a casa, le decimos a mi mamá que hay que hacer tamalitos de anís ya que tenemos un antojo de aquellos. Estos tamalitos se pueden consumir en cualquier momento, no importa la fecha u hora, aunque también se suelen elaborar mucho en día de muertos o en diciembre, temporada que se antoja un atole acompañado de un tamal.

La receta es muy sencilla y práctica, los ingredientes son:

  • 2 kg de masa de maíz
  • 100 gramos de anís
  • Azúcar al gusto
  • Aceite al gusto cuando ya se tiene buena consistencia

Primero se pone a cocer el maíz con cal, después se lava y se muele con el molino de mano o el molino eléctrico para obtener la masa. En un recipiente se pone la masa, se le agrega el anís, el aceite y posteriormente el azúcar. Todo se tiene que mezclar a mano.

Se coloca la masa, el anís y el aceite

Se le agrega azúcar al gusto

Todo se mezcla

Mezcla de los ingredientes

Ya cuando se tiene la masa lista, se envuelve en hojas de maíz y se amarran con tiras hechas de la misma hojas.

Se envuelve la mezcla en hojas de maíz
Después se ponen a cocer en una vaporera con un poco de agua a fuego lento, más o menos como 45 minutos.

Si tienes pasitas también se le pueden agregar y esto dará otro sabor, un poco más rico!

Para darle un sabor más agradable agrega pasitas
Listo: tienes los tamalitos de anís que puedes disfrutar.

Tamalitos de anís listos
Deliciosos!!!

miércoles, 11 de octubre de 2017

Sabores y colores a la venta: Dos tianguis de la Sierra Norte

Cualquiera de nosotros ha recorrido un tianguis en algún momento. Estos existen desde tiempos prehispánicos, se conservaron durante tiempos de la Colonia y continúan en nuestros días es porque su esencia y razón de ser se mantienen vigentes.

Tianguis dominical en la plaza principal del municipio de Cuetzalan.

Estos espacios cumplen con dos funciones principales: por un lado establecen un vínculo entre productos originados de la economía campesina en un ambiente regional, mientras que proveen a los miembros de la comunidad con artículos elaborados con fines comerciales; y por otro, refuerzan relaciones sociales y tradiciones culturales, ya que establecen puntos de reunión semanales.

Tianguis en Tepango de Rodríguez, que cada martes reúne a la gente local.

"Muchas personas, especialmente mujeres, acuden al tianguis para encontrarse con los demás, para enterarse de la última noticia, para platicar, para reírse, para ejercer control social y, en suma, para darle forma a su participación en la sociedad. Van para "reconocer" a los demás y ser "reconocidas". Para ser parte del todo. Para acallar angustias y recoger bondades. Para constatar relaciones ya existentes y establecer nuevas. Para llevar algo y regresar a casa con lo nuevo que se recibió" (Arizpe, 2009).

Mujeres en el tianguis de Tepango.

Familia de Tepango en el tianguis local. Fotografía de Diana Cordoba Rodríguez.

Y es que en día de tianguis, desde temprano se dan cita no sólo vendedores, compradores, intermediarios y autoridades; sino que incluso curiosos y turistas (nacionales o extranjeros) encuentran algo interesante que llevar de estos lugares, ya sea un bien tangible, o información de la cultura y el lugar que están visitando.

Biólogo investigando sobre plantas medicinales en el tianguis de Tepango.

El antropólogo polaco Bronislaw Malinowski dice que en los tianguis se llevan a cabo transacciones a pequeña escala debido a que no se realizan ventas directas con los 'acaparadores'.

Frutas y verduras en Cuetzalan.

Ollas de barro en Tepango.

Vendedora de flores, nopalitos y otras
plantas comestibles.

Los precios varían de un vendedor a otro, así como las unidades que manejan para la venta también son heterogéneas, hay quienes tienen báscula y ofrecen kilos, mientras que no se excluyen otras medidas como el montón, la medida, el manojo, la pieza, la sardina, etc.

Latas de sardina y atún sirven para medir los chiles que se venderán.

Manojos de tequelite (Peperomia maculosa).

Papa de monte, una Dioscorea, se vende por kilo o fracciones de éste.
En tianguis como los de la Sierra Norte se consigue de todo, desde artesanías, maquique para orquideas, café, gran variedad de flores, semillas, especias y frutos, carne fresca y preparada, antojitos, animales vivos, herramientas para trabajar el campo y ollas para preparar los alimentos, hasta artículos provenientes de la ciudad que sin duda desentonan en un contexto más natural.

Orquídeas en el tianguis de Cuetzalan.

Piñones (Jatropha) en Tepango.

Venta de café, atole y otros antojitos en Cuetzalan.

Plátanos.

Valeriana.

Zapote negro.

Barro y miel el Tepango.

Col de hoja semisilvestre (Brassica oleracea).

Epazote de zorrillo (Chenopodium graveolens=Dysphania graveolens).

Chile ancho.

Chiltepín.

Copal.

Jitomates arriñonados

Los biólogos Yaayé Arellanes y Alejandro Casas estudiaron los tianguis de la región de Tehuacán desde una perspectiva ecológica, económica y social. En este esudio resumen algunas características que comparten los tianguis:
  • su origen prehispánico; 
  • transacciones que implican un intercambio de productos a través de un aporte monetario o de un canje de productos denominado trueque; 
  • con periodicidad semanal, una o dos veces por semana; 
  • la presencia de numerosos vendedores de distintos orígenes, muchos de ellos mujeres, que traen recursos vegetales producidos o recolectados a baja escala provenientes de sus huertos familiares, de la parcela o de los bosques circundantes y; 
  • su entrelazamiento con un mercado globalizado donde se puede encontrar todo tipo de mercancías.

Referencias:

Arizpe, Lourdes. 2009. El patrimonio inmaterial de México. Ritos y festividades. Porrua, México, D.F.
Arellanes Cancino, Y. y Casas Fernández, A. 2011. Los mercados tradicionales del valle de Tehuacán-Cuicatlán: Antecedentes y situación actual. Nueva Antropología 24(74): 93-123.
Feixa, C. 1993. "Ciudad tianguis". De la comunidad a la cultura nacional. en: La ciudad en la antropología mexicana. Quaderns del Departament de Geografía I Historia. Universidad de Lleida (Lérida), España. 169 páginas.
Long Towell, J. y Attolini Lecón, A. (coordinadoras) 2009. Caminos y mercados de México. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, Instituto Nacional de Antropología e Historia. México, D.F. 694 páginas.


Otras contribuciones sobre tianguis:



miércoles, 6 de septiembre de 2017

Sobre algunos de los cilantros de monte: tequelites


Tequelites en el tianguis de Tepango, Puebla.
Originario del Viejo Mundo, el cilantro Coriandrum sativum L. (Apiaceae) posee un sabor fresco e intenso que junto con la cebolla, chiles y tomates son la base de muchos platillos y salsas típicas de México. Sin embargo, el sabor y olor característico del cilantro se puede encontrar en algunas otras especies vegetales nativas como en el llamado cilantro cimarrón Eryngium foetidum L., el cual mi abuela tenia en su jardín para condimentar la sopa.

Dentro de la familia Piperaceae, a la cual pertenece la pimienta negra (Piper nigrum L.) y la hierba santa (P. auritum Kunth), se encuentran dos especies usadas como condimento en la región montañosa del centro de Veracruz y de la Sierra Norte de Puebla: Peperomia maculosa (L.) Hook. y P. peltilimba C. DC. ex Trelease. Estos tequelites se colectan en el bosque, se hacen pequeños racimos con las hojas y se venden en los tianguis y mercados de la región a precios que rondan los 5 y 10 pesos el racimo.

Peperomoa maculosa
Es una hierba rupícola propia del bosque tropical subperennifolio. Comúnmente crece en sitios sombreados y húmedos. Se caracteriza por tener hojas grandes de hasta 16 cm de largo por 10 cm de ancho, verde oscuro con peciolos rojizos con manchas oscuras y una línea pálida central a lo largo de la hoja. Esta especie se conoce como cilantro de monte, tequelite macho, najashuio macho, cunsasan grande, oreja de burro y cuantepeneni.

Peperomia maculosa en su hábitat natural en la zona de Misantla, Ver.
Peperomia peltilimba
Planta trepadora, rupícola o epífita. Crece en sitios húmedos del bosque mesófilo de montaña, sus hojas son peltadas, de 7 cm de largo por 6 cm de ancho, verde brillantes y fácilmente quebradizas. Se le conoce con los nombre de cilantro de monte, cilantrillo, tequelite hembra, najashuio hembra, nacasguio, cunsasan chico, panixkaka, oreja de ratón, oreja de tejón, y caochasa. Según los vendedores, esta especie posee mejor sabor y olor que P. maculosa.

Peperomia peltilimba en Cinco Palos, Coatepec, Ver.
Tanto Peperomia maculosa como P. peltilimba  se suelen usar para condimentar guisados caldosos como frijoles o sopas y en algunos lugares se consumen las hojas asadas como verdura. En el caso de P. maculosa, aparte del uso condimenticio, esta especie posee potencial ornamental gracias a sus vistosas hojas, al igual que algunas otras especies de peperomias como P. magnoliifolia (Jacq.) A. Dietr. P. caperata Yunker o Peperomia dolabriformis Kunth.

Una curiosidad sobre estos tequelites es que ambos fueron descritos de material proveniente del Caribe. P. maculosa fue descrita como Piper maculosum por Linneo en 1753 de la isla de La Española (Haití y República Dominicana) y P. peltilimba descrita por Casimir De Candolle en 1922 de Costa Rica. ¿Tendrán usos similares en aquellas regiones?

Finalmente, estas especies no son las únicos con olor y sabor a cilantro dentro de las piperáceas. Cuando menos otras tres especies veracruzanas tienen estas propiedades como: P. vazquezii G. Mathieu & Verg.-Rodr., P. campylotropa A. W. Hill y P. hobbitoides T. Wendt. Si consideramos que en el mundo se conocen 1608 taxa dentro del género, es casi seguro que existan muchas más peperomias condimenticias.

Para conocer más:

Peperomia.net

Cházaro-Basáñez M., Badía Pascual A., Vázquez-Ramírez J & Navare-Flores H. 2012. Datos misceláneos sobre dos especies condimenticias de Peperomia de los estados de Veracruz y Puebla, México. Bouteloua 12: 11-19. 

viernes, 23 de junio de 2017

Un manjar prehispánico: Los escamoles

En México se aprovechan muchos de los recursos disponibles de la naturaleza para fines alimenticios, por ejemplo, hierbas (quelites), insectos, moscas, larvas, entre otros.

Pupas de hormiga (escamoles)
Desde épocas prehispánicas se consumen las pupas de hormiga en algunos estados del centro de México: Tlaxcala, Hidalgo, Guanajuato, Queretaro, Estado de México, entre otros. Son llamados escamoles. En México se consumen los escamoles de cinco tipos de hormigas, pero la más común es Liometopum apiculatum.

Hormiga comestible (Liometopum sp.)
Fuente: Fotografía de wikipedia.org 
En está ocasión comentaré la preparación de dos alimentos derivados de las pupas de hormigas escamoleras (Liometopum sp.): salsa de escamoles y atole de escamoles.


Salsa de escamoles 

Salsa de escamoles

La salsa de escamoles consiste de una mezcla espesa con diferentes ingredientes machacados: chiles (Capsicum annuum L.) secos (guajillo y/o de árbol) y ajo (Allium sativum L.), sal al gusto y los escamoles. 

¿Cómo se prepara?

1. Se lavan los ingredientes (chiles, ajo y escamoles).   
2. Se tuestan los chiles secos a fuego lento, junto con el ajo (sin dejarlos quemar). 
3. Se muelen los chiles secos junto con el ajo, se le aplica un poco de agua para facilitar la molienda en un molcajete (mortero).
4. Se agrega los ecamoles a la salsa de chiles, previamente lavados y posteriormente molidos. 
5. Se agrega sal al gusto y queda listo para ser consumido. 

Molcajete con chiles secos y ajo

Proceso de molienda de ingredientes para hacer la salsa
Salsa de escamoles concluido
Atole de escamole 

El atole de escamole consiste de un liquido espeso caliente derivado de diversos ingredientes: masa de maíz, nopales, chile guajillo, ajo, sal y agua. 

Atole de escamoles
¿Cómo se prepara?

1. Se lavan los ingredientes a utilizar: nopales, ajo, cebolla, chiles secos y las pupas de hormiga (escamoles). 
2. Se cortan los nopales en cuadros y se ponen a cocer en agua; una vez alcanzado su punto optimo se escurre el liquido espeso derivado de ello sobre un colador. 
3. En otro recipiente se hierve agua con una ración de cebolla para posteriormente incorporar los nopales y los otros ingredientes. 
4. Se prepara una mezcla picosa de masa de maíz con chiles secos y un trozo de ajo, previamente tostados. Esto se logra moliendo los chiles secos en una licuadora y después incorporando a la masa o sobre un metate moliendo todo los ingredientes para preparar la masa.  
5. Sobre un colador se va incorporando la mezcla picosa de masa de maíz al recipiente con agua hirviendo, se va aplicando agua para que fluya fácilmente y se va moviendo el atole para evitar que se pegue y queme. 
6. Se agregan los nopales 
7. Se incorporan  los escamoles al recipiente donde se encuentran los demás ingredientes (nopales y atole de masa); se deja hervir de 5 a 10 minutos y se le agrega sal al gusto. 
7. El atole queda listo para ser servido. 

Chiles secos en proceso de tostado

Moliendo los chiles secos en un metate 

Incorporando los nopales al atole de escamoles con masa de maíz

Moviendo el atole de escamoles para evitar que se queme

Dejando hervir el atole de escamoles y en proceso las tortillas de maíz 

Atole de escamoles listos para ser servidos 

Consumiendo el atole de escamoles 
En la actualidad persiste y se fomenta el consumo de algunos alimentos prehispánicos de origen animal o vegetal, entre ellos el amaranto y la chia, que también son fuente de vitaminas tal como lo son los escamoles.

Época de cosecha 

La temporada para cosechar escamoles se da en los dos primeros meses de primavera (marzo y abril). Existen varias teorías sobre como encontrarlos. Una de ellas, es seguir la dirección que llevan hasta encontrar cuatro direcciones juntas, se cree que en ese punto se encuentra el refugio de las hormigas y es en donde los campesinos buscan para extraer las pupas.

Muchas veces se encuentras de bajo de magueyes o piedras, cuando se extraen, secretan un liquido que manchan la piel de los campesinos. En el siguiente video se aprecia como se cosecha y conservan los escamoles en la región del Valle del Mezquital en Hidalgo.


Algunas técnicas para conservar los escamoles en su habitad natural, consisten en colocar paja o pasto en el lugar donde fueron extraídos y cubrirtos con tierra y piedra, es importante hacer estas prácticas de conservación porque en muchas lugares suele ser muy complicado localizar escamoles. Su extracción es muy complejo y por consiguiente su adquisición suele tener un valor económico alto. Sin embargo, se pueden comprar en varios mercados municipales de Hidalgo, Queretaro, Puebla, etc.,

En la Ciudad de México se comercializan en el mercado de San Juan y la Merced. En el estado de Hidalgo, en los mercados de Actopan, Ixmiquilpan, Tula y suele ser muy comunes consumirlas en la Feria de la Gastronomía de Santiago de Anaya en Hidalgo.


Lecturas de interés 

Lara, P.,  Aguirre, J. R., Castillo, P. y J. A. Reyes (2015). Biología y aprovechamiento de la hormiga de escamoles, Liometopum apiculatum Mayr (Hymenoptera: Formicidae). Acta Zoológica Mexicana 31(2): 251-264. 

Ramos, J. y J. M. Pino (2001). Contenido de vitaminas de algunos insectos comestibles en México. Revista de la Sociedad Química de México 45(2): 66-76.